Domingo, 25 de Marzo de 2012
Una novela ‘quemante’ RESEÑA ENSAYÌSTICA DE OSWALDO PAZ Y MIÑO J. PARA DIARIO LA HORA REVISTA CULTURAL ARTES. QUITO ECUADOR.
Átate
Deslizarme en tu cuerpo quiero, pero no lo notes
Déjate llevar, ignórame
mientras beso tu levedad húmeda, lee
ábreme el camino transparente
déjame pistas en los aromas
gime cuando pierda la ruta, no más, de un instante
disimula los movimientos, atrápate los gritos en sonoros silencios
no toques, átate
siente, que todo es ausencia
flota, navego en tus canales con todas las notas
inúndame si te atreves
a interrumpir el recorrido, y luego no te quejes.
OSWALDO PAZ Y MIÑO J.
VOCEADOR DE LECTURAS
Las mujeres fieles de la soledad y de sus amantes distantes saben en carne propia que requieren del amor en dosis de aventura, en cápsulas de lujuria, en trances de locura temporaria, en cultura de pecado redentor, y tarde o temprano en sus desesperos, para mitigar ansias reprimidas y lubricar esperanzas perdidas resuelven buscar pasiones de estantería y desatarlas en recovecos discretos, que no traicionen, que ahoguen sus risas apuradas, sus lamentos gozosos, sus palabras indecorosas, que cubran su conciencia desnuda lánguidamente, mientras en la memoria se archiva el “ardiente secreto”.
Entre los tesoros a la sombra y marcada con importante descuento, trajinando quimeras en las manos, encontré en la sección Literatura universal de Mr. Books la preciosa novela cuyo título, quemante, concluye el párrafo que antecede.
De Stefan Zweig, un narrador excepcional cuya obra ha permanecido entre otras razones por el esfuerzo de Editorial Acantilado, propongo estas 121 páginas que hacen una joya de la literatura, de la que queda un par de ejemplares que esperan llegar a buenas manos y a cálidas mentes en lenta agonía.
La mujer preterida, en cualquier edad, comprometida a un amor que la ignora, a un hombre que no le atrae, que le desagrada, es vulnerable y puede ser sometida a pruebas de fidelidad que a lo mejor no busque, pero que, escritas con palabras ajenas y justas, y gestos amables, le tienten, le provoquen curiosidades peligrosas, desates lúbricos, y deseos y fantasías inconfesables que de no cumplirse serán frustraciones para el cuerpo y desgarraduras para el alma y que, cumplidos, se volverán tormento, implicarán sacrificios y forzaran renuncias.
‘Ardiente secreto’ puede ser tu historia, amiga, o tu espejo, lector confundido, o la nuestra, si es que cuando lees lo que escribo piensas en la sentencia de Borges: “Sí, yo creo que en definitiva todo lo que uno escribe es autobiográfico. Solo que eso puede ser dicho: ‘Nací en tal año’ o ‘Había un rey que tenía tres hijos’”. (Tomado del ‘El palabrista’, Editorial Marea, Pág. 47)
Alguien tiene que perder cuando ella ama a uno y no puede desprenderse del otro. El enigma de la novela, que os queda de tarea descubrir es: ¿quién es el que está dispuesto a jugarse el todo por el todo, porque la dama, que se “encontraba en la edad decisiva en la que una mujer empieza a lamentar el hecho de haberse mantenido fiel a un marido que al fin y al cabo nunca ha querido, y en la que el purpúreo crespúsculo de su belleza le concede una última y apremiante elección...” no pueda amar y ser amada, y le rompa la aventura en mitad de la jornada...?
Datos biográficos
Stefan Zweig
Escritor austriaco (Viena, 1881-Petrópolis, Brasil, 1942) enormemente popular tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. En Acantilado han aparecido ya, entre otros, ‘La lucha contra el demonio’ (Hölderlin, Kleist, Nietzsche), ‘Castellio contra Calvino’ (Conciencia contra violencia), ‘Momentos estelares de la humanidad’ (Catorce miniaturas históricas), ‘El mundo de ayer’ (Memorias de un europeo) y las biografías ‘Fouché’ y ‘María Antonieta’.
