

Comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
30 de Diciembre de 2007
“Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos”. Jorge Luis Borges.Estamos a punto de cerrar un ciclo, nos restan pocas horas para culminar el trayecto que nos separa, de dar los primeros pasos en las gravas del 2008. Desde esta página queremos acercar una copa de vino a todos ustedes y brindar por que logréis paz, y será bastante, durante los siguientes doce meses. A la Patria y a los ciudadanos se nos avecinan pruebas difíciles. La incertidumbre ya campea, los vientos agitados desde la intolerancia del poder están más acentuados. Ajustes con dedicatoria apretarán hasta el ahogo las escuálidas economías de la clase media y la de los pobres. Recesiones de toda índole golpearán como plagas - nunca mejor dicho-, desempleo y hasta confiscaciones se advierten.
Y las libertades y la democracia arrinconadas. Una mayoría arrasa a su manera. Ante tan desolador panorama, que la paz nos coja confesados y que sea la inteligencia popular la que se construya el verdadero cambio.Compartid, desde la orilla de enfrente, con este voceador de lecturas, el agradecimiento que consigno para todos mis compañeros del diario La Hora, quienes son los que permiten, con sus directrices, sabidurías y técnicas, este diálogo literario cada semana. ¡Salud!‘Bonsái’, la obra que deslumbra nuestra portada, inicia con el péndulo del lado de la muerte. Una novela diferente. Letras mínimas, justas, concretas joyas, del escritor chileno Alejandro Zambra, recogidas por Anagrama en su colección Narrativas Hispánicas, en un pequeño gran libro de noventa y cuatro páginas.Las cortísimas piezas que hacen el corpus de la nouvelle han convocado a mi mente un profundo, diminuto y bello verso de Diego Oquendo Silva, publicado en su poemario ‘Misiva para un buzón vacío’: ”Aparte de la soledad y tu recuerdo,/ no me queda absolutamente nada". Y es que hay arte y del fino en quien sabe resumir lo infinito del amor, a pocas escogidas y bellas palabras.Filigrana literaria es ‘Bonsái’, un romance lleno de “pasiones raras”. Liturgias y simbolismos no permitidos a los amantes convencionales, a las parejas que sólo buscan satisfacciones corporales. Julio y Emilia tienen ritos especiales y para ellos inevitables. Pactados en sangre desde las afinidades literarias, se juntan. En el corto tiempo que saben que tienen para derrochar su amor, simbolizado en el Bonsái, los enamorados no escurren todas sus noches de cópula, del calendario, sin los preliminares especiales que cada uno ha preparado. Prolegómenos amatorios que empiezan por rendir pleitesía a la infidelidad que disfrutan contarse. Que es el culto a sus amores platónicos comunes, de cualquier sexo, a sus autores preferidos. Han establecido los enamorados que previo al sexo carnal- que para ellos será como una guerra sin cuartel- tendrán apareamiento intelectual, es decir, desnudarán y gozarán juntos en cada luna, de las caligrafías de: Chéjov y Kafka, Perec, Onetti, Raymond Carver, Bioy Casare, Borges y otros…Inicie sus andaduras en los libros con ‘Bonsái’, ahora, cuando termina el que ha sido un doloroso 2007.
“Devino entonces en una costumbre esto de leer en voz alta -voz baja-cada noche antes de follar. Leyeron El libro de Monelle, de Marcel Schwob, y El pabellón de oro, de Yukio Mishima, que les resultaron razonables fuentes de inspiración erótica.”Päg 31
BIOGRAFÍA .-Alejandro Zambra nació en Santiago, Chile, en 1975. En 1997 egresó de Licenciatura en Literatura Hispánica en la Universidad de Chile. El mismo año fue Becario de la Fundación Neruda. Estudió literatura en la Universidad de Chile. Escribe poesía y prosa, aunque sólo ha publicado poesía: ‘Bahía inútil’ (1998) y ‘Mudanza’ (2003). Dicta clases de literatura en la Diego Portales y escribe para distintos medios chilenos El Mercurio, Las Últimas Noticias y The Clinic. También lo hace para la Revista Turia y en el suplemento Babelia de ‘El País’. Fue finalista del concurso de cuentos Paula. También dirige, junto a Andrés Anwandter, la revista de poesía Humo. Ganador con ‘Bonsái’ del Premio de la Critica Literaria a la mejor novela chilena en 2006. Ha publicado otra estupenda novela recientemente: ‘La vida! privada de los árboles’.
EL LIBRO26/12/2007 10:13 PM
comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J. 23 de Diciembre de 2007
EL LIBRO26/12/2007 10:13 PM
comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J. 23 de Diciembre de 2007

Propicias son las fechas para meditaciones. Para recuentos intimistas que declaren cuan cerca, o cuan lejos, anduvimos, del bien hacer por el prójimo humano y por el prójimo libro. Que la Paz que llegue a vuestros hogares en ‘Nochebuena’ y en Navidad, no sea la de la inconsciencia egoísta de los consumidores cultivados en los destellos de una sociedad mercantilista, hueca y excluyente de los pobres. Que vuestra Paz, sea de forma práctica y objetiva el mensaje del Iniciado Jesús: “Dad de comer al hambriento”. “Dad de beber al sediento”. “Dad de vestir al desnudo”. Dad paso a los libros.En esto no hay ficción. En el tomo que veis con su portada tampoco. Está conmigo ahora porque los libros son una especie inteligente de seres vivos que se cruzan en nuestro destino, el día y la hora que ellos escogen, presintiendo nuestras circunstancias.
Los que con ellos convivimos, los que apreciamos hasta el vicio su amistad, lo sabemos bien. Bibliófilos condenados que somos, caminamos confiados, solitarios, silenciosos y necesitados de comprensiones letradas, y por impulsos cualquier día visitamos una librería y ‘patiperreamos’ por sus corredores entre estanterías hasta que uno salta a nuestras manos, a nuestros regazos, para compartir los claros y los oscuros instantes de nuestras vidas.‘El libro’, que tal título tiene, el de Zoran Živkovic, está conmigo por su voluntad y me ha demostrado narrando, en primer persona, -lo que hará con vosotros de invitarlo- que lo de compartir, como he dicho antes, no es tan cierto, desde las vivencias directas de ellos, de los libros. Los lectores, individualistas que somos, poco enterados estamos de las experiencias, de los libros, en el mundo de los humanos ingratos, insensibles, infieles, perversos, fanáticos, abusadores, traidores, ambiciosos y aprovechadores. ‘El libro’, con firmeza espartana, denuncia en 250 páginas publicadas por Editores 451, que incluyen una ‘petit nouvelle’, la tormentosa vida esclavizada de muchos de sus congéneres, en manos de lectores, libreros, editores, impresores, correctores, bibliotecarios, revendedores, traficantes, copistas y pirómanos, y más torturadores, maltratadores de toda laya y edad, que los llevan de la seca a la meca pasando por: inodoros, patios, estadios, trenes, cárceles, imprentas, burdeles, mercados, librerías, asilos, veredas, charcas, cines, teatros, bolsos, coches, y todo tipo de estancia donde el hombre haga lo que tiene que hacer a! más de comer, dormir, velar, trabajar y fornicar.Si para vosotros los libros son amores secretos, objetos mágicos, compañeros en la cárcel de la vida, almas en tránsito, memorias insustituibles, saberes eternos, los mejores males, cómplices lujuriosos, viajes interminables, pasiones quemantes, amigos incondicionales, símbolos de vida y muerte, leed ‘El libro’ para que la especie os identifique y no os rechace. Para que se nos conceda la ‘palabra de pase’, en el momento final.
Los que con ellos convivimos, los que apreciamos hasta el vicio su amistad, lo sabemos bien. Bibliófilos condenados que somos, caminamos confiados, solitarios, silenciosos y necesitados de comprensiones letradas, y por impulsos cualquier día visitamos una librería y ‘patiperreamos’ por sus corredores entre estanterías hasta que uno salta a nuestras manos, a nuestros regazos, para compartir los claros y los oscuros instantes de nuestras vidas.‘El libro’, que tal título tiene, el de Zoran Živkovic, está conmigo por su voluntad y me ha demostrado narrando, en primer persona, -lo que hará con vosotros de invitarlo- que lo de compartir, como he dicho antes, no es tan cierto, desde las vivencias directas de ellos, de los libros. Los lectores, individualistas que somos, poco enterados estamos de las experiencias, de los libros, en el mundo de los humanos ingratos, insensibles, infieles, perversos, fanáticos, abusadores, traidores, ambiciosos y aprovechadores. ‘El libro’, con firmeza espartana, denuncia en 250 páginas publicadas por Editores 451, que incluyen una ‘petit nouvelle’, la tormentosa vida esclavizada de muchos de sus congéneres, en manos de lectores, libreros, editores, impresores, correctores, bibliotecarios, revendedores, traficantes, copistas y pirómanos, y más torturadores, maltratadores de toda laya y edad, que los llevan de la seca a la meca pasando por: inodoros, patios, estadios, trenes, cárceles, imprentas, burdeles, mercados, librerías, asilos, veredas, charcas, cines, teatros, bolsos, coches, y todo tipo de estancia donde el hombre haga lo que tiene que hacer a! más de comer, dormir, velar, trabajar y fornicar.Si para vosotros los libros son amores secretos, objetos mágicos, compañeros en la cárcel de la vida, almas en tránsito, memorias insustituibles, saberes eternos, los mejores males, cómplices lujuriosos, viajes interminables, pasiones quemantes, amigos incondicionales, símbolos de vida y muerte, leed ‘El libro’ para que la especie os identifique y no os rechace. Para que se nos conceda la ‘palabra de pase’, en el momento final.
“Sin embargo todo eso es peccata minuta en comparación con lo que nos sucede cuando terminamos en manos de sádicos de medio pelo, cosa bastante frecuente. Entonces se produce una verdadera mutilación. Arrancan salvajemente nuestras páginas y, aunque quizá no sienten placer al hacerlo como cabría de esperar de un sádico convencido, es evidente que tampoco sienten remordimientos. En todo caso, no prestan la más mínima atención a nuestro terrible dolor porque es silencioso”. Pág. 22.
BIOGRAFÍA Zoran Živkovic Filólogo y autor de varios ensayos sobre el género de ciencia ficción. Nació en 1948 en Belgrado y estudió Teoría de la Literatura en la Universidad de esta ciudad para, posteriormente, doctorarse. Reconocido escritor en el ámbito de la ciencia-ficción es autor de El cuarto círculo (1993), Premio Milos Crnjanski (1994); Regalos del tiempo (1997), El escritor (1998), El libro (1999), Historias imposibles (2000), Siete toques de música (2001), La biblioteca (2002), Premio Mundial de Fantasía 2003; Pasos en la niebla (2003), Cámara secreta (2003), Compartimentos (2004), Cuatro historias hasta el final (2004), Doce colecciones y tetería (2005) y El puente (2006). Sus libros ha sido traducidos en 11 países.
LA MUJER DE ANDROS12/12/2007 08:11 PM

comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
9 de Diciembre de 2007
Es la historia emocionante de una pionera, condensada en una ‘petit nouvelle’, publicación de ‘451 Editores’. Ciento diez páginas de enormes quilates. Letras las de Thornton Wilder que rompen los herméticos silencios de una hetaira llegada de Alejandría a la Grecia precristiana. La bitácora de una mujer contestataria expuesta sin tapujos. Las luces de una valiente dama. Acercamientos a una hembra de postín que dialogaba con el mar mientras éste le relamía los contornos de sus caderas. Una adelantada en el tiempo que probaba con sus hechuras que era factible desequilibrar el mundo de desigualdades de género que habían construido los hombres más sabios que ha parido la humanidad.Era ella una puta de altas artes y finuras. Dominaba el escenario. Y describía saberes. Era la amenaza de un sistema que perduraría por siglos y que aún sobrevive sin retoques en ciertas partes del planeta.
LA MUJER DE ANDROS12/12/2007 08:11 PM

comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
9 de Diciembre de 2007
Es la historia emocionante de una pionera, condensada en una ‘petit nouvelle’, publicación de ‘451 Editores’. Ciento diez páginas de enormes quilates. Letras las de Thornton Wilder que rompen los herméticos silencios de una hetaira llegada de Alejandría a la Grecia precristiana. La bitácora de una mujer contestataria expuesta sin tapujos. Las luces de una valiente dama. Acercamientos a una hembra de postín que dialogaba con el mar mientras éste le relamía los contornos de sus caderas. Una adelantada en el tiempo que probaba con sus hechuras que era factible desequilibrar el mundo de desigualdades de género que habían construido los hombres más sabios que ha parido la humanidad.Era ella una puta de altas artes y finuras. Dominaba el escenario. Y describía saberes. Era la amenaza de un sistema que perduraría por siglos y que aún sobrevive sin retoques en ciertas partes del planeta.
Quedan, como sabemos, paquidermos que conciben dos tipos de mujeres: las llamadas ‘honestas’ (sumisas y tales especies) y las otras, las rebeldes con o sin causa, a las que fácilmente la sociedad, royendo y con disimulo, tilda de furcias. Criside, la andriana, se había hecho de poderes. Había roto los esquemas. Tenía a su favor lecturas, filósofos, razones del conocimiento, poesías y poetas, notas de música sacra y al Olimpo como testigo. Conocía de los sacrificios exigidos por los dioses y sabía que pagaría muy caro por sus atrevimientos. Hades no toleraba desafíos. Había dictado sobre ella sentencia inapelable. Ante tan rotundo fallo divino, la heroína, que nunca mejor dicho, optó por no transigir con la deidad, a sabiendas que ni Zeus tenía autoridades sobre las resoluciones de su hermano, el Dios de la muerte. La opción de extenderse la vida no le era viable, sí la de vivirla sin renuncias y hasta el último de sus alientos.Y no se detuvo en repasos. Salió por sus fueros. Y anduvo por donde otras no se atrevieron. En su viaje hacia la nada se impregnó de maestrías, de todas las visibles e invisibles, las que le cupieron en el cuerpo y en el alma.
Se reconocía en todas las tallas y en todos los pentagramas, en todas las notas, ésas que constan en el friso eterno del Partenón.Las esposas de la época la envidiaban. Los maridos fieles a la infidelidad surgida del aburrimiento caían en abismos insondables, cuando ella no les cubría con la mirada. La fulana fue aprovechada alumna en Babilonia, Sumeria y Jerusalén, donde la venta del cuerpo era arte sagrado.De virgen sin memorias transmutó en dulce, sabia, sensual y pasional samaritana. De cortesana a discípula de Esculapio. En sanadora de hombres y mujeres desterrados del amor, de las pasiones, de las ilusiones. En compañera de solitarios perdidos en los avernos de la angustia. En cosechadora de desalientos ajenos y en transformista de rutinas. Su mente y su cuerpo eran instrumentos de placer. Practicante de la prostitución llevaba en sus interiores sabidurías que a la mayoría de las mujeres les estaban proscritas.Es ahora o nunca. Leed sin recelos una estupenda novela.
“Me odian incluso. Pero afortunadamente estoy muerta. Mi orgullo no está herido. Descanso en paz bajo tierra. Y sin embargo, ¡oh!, si tan siquiera tuviéramos auxilio en estas cuestiones. Si los dioses se dignaran estar presentes entre nosotros. ¡No tener más a lo que aferrarse que la idea, la vaga idea, de que en esto radica el principio de la existencia”. Pág. 33.
BIOGRAFÍA Thornton Wilder nació en Madison, Wisconsin, EE.UU., el 17 de abril de 1897. Ingresó en la Universidad de Yale para graduarse en arqueología en 1920. Allí pulió su escritura en la fraternidad ‘Alpha Delta Phi’. Arrancó su carrera literaria en 1926, cuando escribió su primera novela, ‘La Cábala’. En 1927, ‘El puente de San Luis Rey’ le trajo grandes satisfacciones económicas y el premio Pulitzer de Narrativa en 1928. En 1938 vuelve a ganar el Pulitzer de teatro por su obra dramática ‘Nuestra ciudad’. En 1943 publica la obra ‘La piel de nuestros dientes-días’ y en 1948 ‘Los idus de marzo’. Fue profesor en la Universidad de Hawai y en Harvard. Escribió toda su vida, recibiendo numerosos premios y reconocimientos como el Premio por la Paz, en 1957, de la Oficina alemana del Libro, la medalla presidencial de la libertad ! en 1963. En 1967 ganó el Premio Nacional de Literatura por su obra ‘El octavo día’. Murió en 1975 a los 78 años.
LAS OBRAS INFAMES DE PANCHO MARAMBIO9/12/2007 11:05 AM
Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J.

Alfredo Bryce Echenique es el personaje escogido para rendir homenaje a Fernando Fernán Gómez, que ha bajado a la tumba el 21 de noviembre pasado. Entre el novelista peruano y el escritor español fallecido, quien además de director de cine y teatro era comediante de los mejores, una gran persona y un “mala leche” a tiempo completo, según sus conocedores, hemos detectado afinidades varias, pero nos decantamos por la esencial: el séptimo arte, al que los dos siempre han querido bien, como nosotros que de tal materia comentamos casa adentro; al contrario de los personajes citados, que llenos de saberes han expuesto del celuloide mirando siempre a la pantalla.Tales hechuras de ellos nos han motivado a juntarlos en lo que toma -el “tiempo, que es una categoría del espíritu”- para decir: buen viento y mejor cine, por allá en su “viaje a ninguna parte” a Don Fernando, que no olvide que “las bicicletas son para el verano”.
Ahora al libro. Hemos repasado con tiento, talante y deleite ‘Las obras infames de Pancho Marambio’, la más reciente construcción narrativa del limeño Bryce Echenique, publicada por Planeta en primera edición en octubre de 2007, en 182 páginas que literariamente nos hemos bebido.Sí, porque la novela es líquida. Recordábamos devaneando entre lecturas ‘La leyenda del Santo Bebedor’, de Joseph Roth. La muñeca del peruano no ha temblado. Se advierten improntas autobiográficas descritas con detalle. Memorias como las que constan en sus libros bitácora: ‘Permiso para sentir’ y ‘Permiso para vivir’. Valiente exposición del escritor que describe sin tapujos los descensos al averno, los martirios que consumen a los que se han enganchado al licor.¡Qué obra maldita la de las drogas legales, de sus vendedores y fabricantes! ¡Qué cinismo el del Estado, que las sabe perniciosas y las admite! ¡Qué patraña, qué doble discurso resultan esos anuncios de advertencia que aparecen en las cajetillas de cigarrillos y en las botellas de licor! Son en realidad publicidad perversa, un desafío a los consumidores. Una provocación a duelo, que es recogida por muchos, que mueren en el largo plazo con el visto bueno oficial.‘Las obras infames de Pancho Marambio’ son eso, las desgracias que acompañan a los que viven apuntados a los copetines de más o de menos. Que, al final, el efecto es el mismo. El mundo de los bebedores es “ancho y ajeno”, un “llano en llamas”, un tormento desgastador, una apuesta que impulsan día a día los que se llenan de dinero con la desgracia de familias inocentes. Un reguero de sangre que empapa en grandes cantidades a los jóvenes, que irreflexivos se dejan seducir por las malas artes de desalmados que los envuelven haciéndolos creer que todo en la vida, lo bueno y lo malo gira alrededor del alcohol. Pamplinas. Mentiras. Lo que viene atado a los vicios líquidos es el dolor y la degradación total del adicto.Usted espabílese. Mírese al espejo y rompa cadenas. Lea y reaccione a tiempo. Sálvese, imponga voluntad.
LAS OBRAS INFAMES DE PANCHO MARAMBIO9/12/2007 11:05 AM
Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J.

Alfredo Bryce Echenique es el personaje escogido para rendir homenaje a Fernando Fernán Gómez, que ha bajado a la tumba el 21 de noviembre pasado. Entre el novelista peruano y el escritor español fallecido, quien además de director de cine y teatro era comediante de los mejores, una gran persona y un “mala leche” a tiempo completo, según sus conocedores, hemos detectado afinidades varias, pero nos decantamos por la esencial: el séptimo arte, al que los dos siempre han querido bien, como nosotros que de tal materia comentamos casa adentro; al contrario de los personajes citados, que llenos de saberes han expuesto del celuloide mirando siempre a la pantalla.Tales hechuras de ellos nos han motivado a juntarlos en lo que toma -el “tiempo, que es una categoría del espíritu”- para decir: buen viento y mejor cine, por allá en su “viaje a ninguna parte” a Don Fernando, que no olvide que “las bicicletas son para el verano”.
Ahora al libro. Hemos repasado con tiento, talante y deleite ‘Las obras infames de Pancho Marambio’, la más reciente construcción narrativa del limeño Bryce Echenique, publicada por Planeta en primera edición en octubre de 2007, en 182 páginas que literariamente nos hemos bebido.Sí, porque la novela es líquida. Recordábamos devaneando entre lecturas ‘La leyenda del Santo Bebedor’, de Joseph Roth. La muñeca del peruano no ha temblado. Se advierten improntas autobiográficas descritas con detalle. Memorias como las que constan en sus libros bitácora: ‘Permiso para sentir’ y ‘Permiso para vivir’. Valiente exposición del escritor que describe sin tapujos los descensos al averno, los martirios que consumen a los que se han enganchado al licor.¡Qué obra maldita la de las drogas legales, de sus vendedores y fabricantes! ¡Qué cinismo el del Estado, que las sabe perniciosas y las admite! ¡Qué patraña, qué doble discurso resultan esos anuncios de advertencia que aparecen en las cajetillas de cigarrillos y en las botellas de licor! Son en realidad publicidad perversa, un desafío a los consumidores. Una provocación a duelo, que es recogida por muchos, que mueren en el largo plazo con el visto bueno oficial.‘Las obras infames de Pancho Marambio’ son eso, las desgracias que acompañan a los que viven apuntados a los copetines de más o de menos. Que, al final, el efecto es el mismo. El mundo de los bebedores es “ancho y ajeno”, un “llano en llamas”, un tormento desgastador, una apuesta que impulsan día a día los que se llenan de dinero con la desgracia de familias inocentes. Un reguero de sangre que empapa en grandes cantidades a los jóvenes, que irreflexivos se dejan seducir por las malas artes de desalmados que los envuelven haciéndolos creer que todo en la vida, lo bueno y lo malo gira alrededor del alcohol. Pamplinas. Mentiras. Lo que viene atado a los vicios líquidos es el dolor y la degradación total del adicto.Usted espabílese. Mírese al espejo y rompa cadenas. Lea y reaccione a tiempo. Sálvese, imponga voluntad.
"Estaba bebiendo suicidamente cuando lo internaron, lo cual sí resulta totalmente contradictorio en una persona que había sido ejemplo de mesura, tanto en la comida como en la bebida. Y de tabaco ni se diga, tampoco, porque el hombre jamás tuvo un cigarrillo entre los labios, ni siquiera entre los dedos de una mano. O sea que tiene que haber habido, muy probablemente, algo así como un minuto fatal”…Pág.141
BIOGRAFIA Alfredo Bryce Echenique Nació en Lima, Perú, el 19 de febrero de 1939. Nieto de un presidente de la República y descendiente del último virrey del Perú, el escritor tuvo una infancia dorada y frecuentó los mejores colegios de Lima. Esa época ha quedado inmortalizada en ‘Un mundo para Julius’. Estudió simultáneamente Letras y Derecho. Algunas de sus obras son ‘Tantas veces Pedro’ (1977) y ‘A vuelo de buen cubero y otras crónicas’ (1977). ‘La vida exagerada de Martín Romaña’ (1981) y ‘Magdalena peruana y otros cuentos’ (1986). ‘Crónicas personales’ (1988),‘La última mudanza de Felipe Carrillo’ (1988), ‘No me esperen en abril’ (1995), ‘Reo de nocturnidad’ (1997), ‘Guía triste de París’ (1999), ‘La amigdalitis de Tarzán’ (1999). En el 2003 ganó el P! remio Planeta con la novela ‘El huerto de mi amada’.
COMETAS EN EL CIELO1/12/2007 11:09 PM
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J 25 de Noviembre de 2007
BIOGRAFIA Alfredo Bryce Echenique Nació en Lima, Perú, el 19 de febrero de 1939. Nieto de un presidente de la República y descendiente del último virrey del Perú, el escritor tuvo una infancia dorada y frecuentó los mejores colegios de Lima. Esa época ha quedado inmortalizada en ‘Un mundo para Julius’. Estudió simultáneamente Letras y Derecho. Algunas de sus obras son ‘Tantas veces Pedro’ (1977) y ‘A vuelo de buen cubero y otras crónicas’ (1977). ‘La vida exagerada de Martín Romaña’ (1981) y ‘Magdalena peruana y otros cuentos’ (1986). ‘Crónicas personales’ (1988),‘La última mudanza de Felipe Carrillo’ (1988), ‘No me esperen en abril’ (1995), ‘Reo de nocturnidad’ (1997), ‘Guía triste de París’ (1999), ‘La amigdalitis de Tarzán’ (1999). En el 2003 ganó el P! remio Planeta con la novela ‘El huerto de mi amada’.
COMETAS EN EL CIELO1/12/2007 11:09 PM
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J 25 de Noviembre de 2007

Una novela de alturas inconmensurables y es bestseller. Literatura bellísima, envolvente, magistral, diferente y podríamos seguir, pero es mejor no desbordarse. Volad vosotros mismos, atados de la piola mágica de una pluma cometa, hacia los confines de un libro conmovedor, entrañable. Uno que estará entre vuestros preferidos por todo lo que les quede de vida.Lo adquirimos sin preámbulos mentales, pues sabíamos que el autor es un escritor afgano. Tal hecho garantizaba las hechuras de un tallador de letras, historias y formas de vida, poco conocidas en nuestro medio. Una apuesta que habíamos hecho antes y de la que habíamos salido con bien.Nos la jugamos por abrirle al Ecuador nuevas vertientes de lectura en esta página que intenta proponeros siempre diversidad literaria. Les recuerdo de obras que en su momento acogisteis con beneplácito y que ahora mismo se pueden encontrar en las librerías de linaje de nuestra ciudad: 'El fusil de mi padre', del escritor iraquí Hiner Saleem, publicado por Anagrama; y el 'Reflejo de las palabras', del Maestro iraní Kader Abdolah, publicado por Salamandra, casa Editorial que también le pone su sello al tomo de nuestra portada de hoy.
Y es que hay tanto por descubrir que agobia saber que no tendremos las horas necesarias, aunque reciclemos con frecuencia por tanto karma que llevamos acumulado para que se nos consienta leer por los siglos de los siglos.'Cometas en el cielo', narrativa emocionante, cruda, dedicada a los niños de Afganistán, que resultan ser todos los niños pobres del tercer mundo. Esos críos que sin haberlo pedido, nacen con la misma brújula: el hambre. Seres que se desploman por miles día a día en un planeta de mierda, que los ve caer con total inercia, como cometas desde el cielo.Trescientas ochenta y dos páginas que atizarán en vosotros reacciones extremas: iréis desde la rabia mortal a la ternura contemplativa. Vuestros sentimientos se mantendrán en vilo, hoja tras hoja, los buenos y los otros. Probaréis poco de lo dulce y tragaréis mucho de amargo. Un tomo lleno de vida. Viajaréis desde el sueño más placentero a la pesadilla más violenta. Seréis testigos de la violación más infame que un abominable fascista, como todos esos, comete en un ser inocente y paladearéis con sangre las injusticias más atroces, cometidas en nombre de la religión.Aplacaréis vuestros magmas con la hiel que impregnan los gestos nobles y los actos de perdón y olvido desconcertantes. Desearéis por lo dicho en algún momento ser actores del drama de 'Cometas en el cielo', para resolver en directo y de mano propia todos los entuertos. Para amar y odiar, cara a cara, sin callar, sin sufrir laceraciones por la obligada impotencia que en ocasiones se destina a los privilegiados lectores. Algunos fantasmas se caerán de la estantería cuando los encaréis tomando a 'Cometas en el cielo' entre vuestras manos. Inschallah. La vida es un volar de ellas. Que el viento os sea propicio.
“No existe acto más miserable que el robo.Cuando matas a un hombre, le robas la vida-dijo Baba, robas el marido a una esposa y el padre a unos hijos.Cuando mientes, le robas al otro el derecho a la verdad. Cuando engañas, robas el derecho a la equidad. ¿Comprendes?El hombre que toma lo que no es suyo, sea una vida o un rebaño de naan…, maldito sea. Y si alguna vez se cruza en mi camino, que Dios lo ayude.” Pág. 27
BIOGRAFIA Khaled Hosseini Nació en Kabul, Afganistán, el 4 de marzo de 1965. Médico y novelista. Publicó la novela ‘The Kite Runner’ en el año 2003 (‘Cometas en el cielo’, de acuerdo a la traducción de Salamandra). Su segunda novela, ‘A thousand splendid suns’ (‘Mil soles espléndidos’) fue publicada en 2007.Su padre fue diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores afgano y su madre enseñaba Farsi e Historia en un gran instituto en Kabul. En 1976, el Ministerio de Asuntos Exteriores envió la familia a París. En 1980 estaban preparados para volver a Kabul pero para entonces Afganistán había sufrido la invasión soviética. Los Hosseini fueron a EEUU donde recibieron asilo político. En septiembre de 1980 se trasladaron a San José, California. Hosseini acabó los estudios secundarios en 1984 e ingresó en la Universidad de Santa Clara, donde se graduó en Biología en 1988. ‘Cometas en el cielo’, publicada en 2003, desde entonces se convirtió en bestseller y se ha publicado en 38 países. En 2006 fue nombrado embajador de buena voluntad de UNHCR.
LA GUERRA DE LA FUNERARIA23/11/2007 11:11 PM
18 de Noviembre de 2007
Conocí esencias sobre esta novela mientras estaba en el horno dorándose como el buen pan. He aguardado para leerla. Una vez que la he tenido, la he consumido sin prisas, deleitándome, divirtiéndome, evocando mi irrepetible tránsito por los años setenta. Me ha satisfecho, la recomiendo. Cruzadas las cartas astrales, coincidió que, llegando a la cima del libro de marras, asistí, por derecho propio, a la dignísima y sentida ceremonia de homenaje post mortem que la Unión Nacional de Periodistas rindió con solemnidad y honores a quien fuera su Presidente en el año 1968. Allí, en la casa de la UNP, que construyera visionario Oswaldo Paz y Miño Cevallos, compartí, el viernes pasado, comentarios sobre La guerra de la funeraria con varios informadores, de la vieja guardia que identificaban con nostalgia y recuerdos deliciosos al hecho que da el título de esta propuesta de Editorial Planeta en 352 páginas, del escritor Byron Rodríguez V.
LA GUERRA DE LA FUNERARIA23/11/2007 11:11 PM
18 de Noviembre de 2007
Conocí esencias sobre esta novela mientras estaba en el horno dorándose como el buen pan. He aguardado para leerla. Una vez que la he tenido, la he consumido sin prisas, deleitándome, divirtiéndome, evocando mi irrepetible tránsito por los años setenta. Me ha satisfecho, la recomiendo. Cruzadas las cartas astrales, coincidió que, llegando a la cima del libro de marras, asistí, por derecho propio, a la dignísima y sentida ceremonia de homenaje post mortem que la Unión Nacional de Periodistas rindió con solemnidad y honores a quien fuera su Presidente en el año 1968. Allí, en la casa de la UNP, que construyera visionario Oswaldo Paz y Miño Cevallos, compartí, el viernes pasado, comentarios sobre La guerra de la funeraria con varios informadores, de la vieja guardia que identificaban con nostalgia y recuerdos deliciosos al hecho que da el título de esta propuesta de Editorial Planeta en 352 páginas, del escritor Byron Rodríguez V.
Repasamos con risas y afectos a algunos de los personajes que desde la ficción perfila la novela.La historia ha juzgado a Guillermo Rodríguez Lara y a su gobierno. Quedarán tramos pendientes de los que pueden esquilmar detractores o partidarios.La guerra de la funeraria llega en un momento vibrante y decisivo para el país, en el que el petróleo, como cuando fue descubierto y explotado por primera vez, está jugando su particular papel político y social. En un instante en el que las libertades de información y de expresión han sido tocadas. Y algunos cantan patria, democracia y asamblea.Las épocas de los noticieros radiales artesanales, improvisados y llenos de informes ministeriales han pasado a la anécdota. Tales recoge con perspicacia, imaginación y sentido del humor Byron Rodríguez V.
En nuestros días, la chismografía ha quedado para los faranduleros. Radio Noticia era un medio de comunicación colectiva surrealista en todo. De novela, en efecto. Su director, gerente y propietario, un ser humano de buenas hechuras y estilos patentados. Querido por sus colegas él iba a su aire: ‘El negro’ Arcesio. Su mano apretó la mía en varias ocasiones. La guerra de la funeraria son memorias de un “evento chusco” y cruento, que se quedaban en alguna parte. Pero un novelista de hechuras periodísticas profundiza y las extrae del baúl. Faltó mencionar un dato para completar un instante de la vida de dos diarios quiteños. Una línea maravillosa de solidaridad: la acción cumplida por Diario El Día, periódico liberal de cepa, para con Diario El Comercio, su hermano de patio, cuando, incendiado este último, por consecuencia de la ‘Guerra de los mundos’ transmitida por la ‘Voz de la Capital’ había quedado fuera de operación. Ricardo Jaramillo, director de El Día, en gesto de hidalguía magnífica prestó el reverso de las páginas de su periódico para que El Comercio publicara sus propias noticias y anuncios. Y se cumplió. Las hemerotecas dan fe. Dos diarios se publicaron en uno. Febrero de 1949. Otros años. Otros seres.
Biografía Byron Rodríguez Vásconez Nació en 1960 en Pujilí. Transitó por el Colegio Militar Eloy Alfaro. El destino le cambió el sable por la pluma y el Ecuador ganó un escritor. Estudió Periodismo en la Universidad Central del Ecuador. Ha publicado: La cueva de la luna; cuentos, CCE, 1987 y el ensayo El niño de Isinche: poesía popular religiosa de Cotopaxi; Génesis, 1992. En 1996 con Bestiario de cenizas, su primera novela de ya cuatro ediciones, logró el segundo premio nacional de novela ‘Ismael Pérez Pazmiño’, compartido con Eliécer Cárdenas. En 1994 logró el premio nacional de Periodismo ‘Jorge Mantilla Ortega’. En 2006 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo UNP, en prensa.
EL PEDESTAL DE LAS ESTATUAS12/11/2007 10:52 PM
11 de Noviembre de 2007
El pedestal de las estatuas
comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
EL PEDESTAL DE LAS ESTATUAS12/11/2007 10:52 PM
11 de Noviembre de 2007
El pedestal de las estatuas
comentario: Dr. Oswaldo Paz y Miño J

La Reina Católica:“ Quería la Inquisición con todas sus fuerzas, a pesar de todos los Papas de este mundo y del otro. Y la consiguió. Y consiguió por medios, nada santos, que las causas terminaran en Castilla, sin posible apelación a Roma. Y no cualquier Inquisición, sino una con elementos nuevos y sustanciales: aceptar las delaciones infundadas, interesadas o calumniosas sin la menor resistencia; negación total a dar los nombres de los testigos contra el reo, produciendo una absoluta indefensión. ” Pág. 102
Es la más reciente obra del escritor de Córdoba, que ya tiene nueve ediciones hasta la fecha, desde la primera presentada por Editorial Planeta en marzo de 2007, en España. Por fin la hemos comprado. Vaya para Osvaldo Obregón, el regente de la Editora en Quito, un sostenido gracias en representación de los que reconocemos tener por la literatura de Antonio Gala especiales aprecios. Estábamos aguardando El pedestal de las estatuas con impaciencia.Se ha despachado el Maestro con un volumen de quinientas treinta y ocho páginas en las que no deja con cabeza a ninguno de los varios reyes títeres del llamado Siglo de Oro español. Gala, sin arredrarse, con certezas documentadas que provienen del baúl de un testigo privilegiado -nada más ni nada menos que del secretario de Felipe II, Antonio Pérez- ha tomado a la historia por los cuernos para con pelos y señales descubrir, cual forense ante un cadáver, las enfermedades de espíritu, mente y cuerpo que como peste se transmitían unos a otros, en la búsqueda del poder y la gloria, los más importantes monarcas de Europa en tales años.Ellos y ellas estatuas, cuyo pedestal está relleno de basura moral, cometieron: incestos, pedofilias, asesinatos, secuestros, delaciones, infidelidades y genocidios, al amparo y en nombre de Dios y de la Iglesia Católica y Romana. Ésta, unas veces cómplice de los desafueros de los monarcas pervertidos y de los poderosos sin escrúpulos, y otras, asesina de mano propia, violadora por acción y omisión de cuerpos y almas de hombres, mujeres y niños pobres: españoles, judíos, moros, cristianos, negros, gitanos e indígenas, de la América, para esas épocas nuevo continente.Gala ha destapado con sabiduría, temple y resolución memorias pestilentes que, por crudas y duras, las difunde para que sean leídas y repasadas por los historiadores, que hallarán pistas, y por sobre todo para los pueblos de los dos lados del Atlántico, o sea por ellos y por nosotros.Que sepan los autócratas, que no somos sumisos, que detestamos a los levantamanos, que nos liberamos de los dogmas. que repudiamos a los intolerantes, que no les haremos estatuas pese a sus desvergonzados esfuerzos, que escupiremos sobre sus egolatrías, sobre sus abusos de poder, sobre sus intenciones de callarnos, de impedirnos pensar o criticar. Que no somos súbditos. Que somos ciudadanos. Que somos demócratas.Hechos pasados por fiscales, siglos atrás, narra la novela. Fechas cita. Nombres denuncia: Isabel La Católica, despiadada, perturbada, mala de entraña, ambiciosa, fanática y trafacista. Y otros de raleas similares: Carlos I, Juana “la loca” y toda una generación de insensatos, Carlos V, Felipe II quien tenía -según creía- a Dios por asistente. Lugares mágicos: El Escorial y cuerpos desnudos, en el pudridero real. La historia verdadera. Lo que se lee parece ficción. Testimonios de un guardador de papeles. Historia novelada.
BIOGRAFIA ANTONIO GALA Dramaturgo, novelista, poeta y ensayista español. Ha escrito el libro de poemas Enemigo Íntimo (1959) por el que recibe un accésit en el Premio Adonais de Poesía. En la primavera de 1963, ya de regreso a España, recibe el premio Las Albinas, por su relato Solsticio de Verano. En julio le es concedido el Premio Nacional Calderón de la Barca por su comedia Los Verdes Campos del Edén. Comienza así una larga y fructífera carrera como dramaturgo: Anillos para una dama (1973) o Petra Regalada (1980). Escribe incluso el libreto de la ópera Cristóbal Colón, con música de Leonardo Balada, estrenada en el Liceo barcelonés en 1989. Con su primera novela El manuscrito carmesí (1990), ganó el Premio Planeta. A ésta le ha seguido La pasión turca (1994), Más allá del jardín (1995), La regla de tres (1996), Las afueras de Dios (1999), El imposibl! e Olvido (2001) y Los invitados al jardín (2002). Posteriormente ha publicado El dueño de la herida (2003) y El pedestal de las estatuas (2007).
BESTIA PURA DEL ALBA-POESIA6/11/2007 09:18 PM
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
4 de Noviembre de 2007
Pienso como Antonio Gala, que los que leemos poesía no debemos vernos reflejados en ella, cuando el poeta es otro. Declaro que en mis huidas, pesadumbres, desvelos, ausencias, desencantos, urgencias suicidas, angustias, depresiones y caídas, busco sostén, consuelo, anclaje, impulso, reposo, razones para no derrumbarme y fuerzas para no abatirme, para no apretar el gatillo, para no ejercer el derecho a morir, en las sentencias de los poetas y en las notas más tristes de los músicos eternos. Con tales bálsamos me instalo en corduras, memorias, sentimientos, olvidos, misticismos internos, reconstrucciones, y hurgo con desesesperos en el amor. Intento así no caer en el viaje vertical sin retorno.Me ha evitado un naufragio el libro que esta semana expongo a vuestros paladares. Uno de esos tomos que guardo en la ‘cava’ para ocasiones especiales.
Uno, que tenía en reserva entre los tintos preciados, para degustarlo instalado entre aromas habaneros, reencuentros vitales y soledades impúdicas, entre mis despechos existenciales, rabietas mal digeridas y masoquismos previos, al final de finales.La vitalidad del tomo de marras me ha impuesto el deseo de vivir varios trechos más, de no abandonar mis lecturas abruptamente. Un volumen impreso con fresca ternura y mucho arte, lo que ya es parte de la identidad de Editorial Archipiélago. De Rafael Díaz Ycaza: ‘Bestia pura’ -antología poética- seleccionada, in extremis, con finura y sapiencia, por Jorge Enrique Adoum e interpretada en colores y formas por el pincel mágico de Enrique Tábara. Trescientas ochenta y tres páginas de poyesis, de creación dócil, como decía Platón.Versos impregnados de autobiografía. El género perdurable, tallado en letras de piedra. El tallador, de mano propia, ha esculpido sus trances, heridas, viajes, soledades, pasiones, ciudades, paisajes, aromas, recuerdos y frustraciones. Un poeta bueno -escritor de raza- y un libro de portento. Bien claro lo tenía Borges: “El poeta no es la voz de las opiniones -que cambian y además son superficiales- sino la voz de algo más hondo. Profundo es Díaz Ycaza, como también atrevido, mordaz e irónico. Juez de sí mismo, amante de su tierra, enamorado del Che, querendón del Río Guayas y petulante trovador de desaires a la muerte. Un vividor de metrópolis, emigrante sinfónico, caminador extravagante, vate infatigable e impenitente cuyo Testamento dice: “Dono todos mis sueños:/ A los niños de manos vacías/ A las hermosas que tienen un solo ojo/ A los que fueron sedientos de justicia y hoy solamente son sedientos de cerveza/ A los hombres de los ojos secos/ A los que renegaron tres veces del Maestro y lo siguen amando. A los que tienen una sola camisa./ A los futbolistas de las piernas quebradas/ A los dementes expulsados de su casa/ A los niños que venden cigarrillos/ A las niñas vendedoras de altanoches/ A los que en vano velan porque nada se les revela/ A los padrinos que no conocen el placer de dar/ A las princesas inquilinas de los conventillos/ A los que pasan las noches y las madrugadas contemplando el brillo de las constelaciones/ A los uniformados que no quieren matar/ A todos los miserables y sufrientes , a los que solo saben llorar, a los que tienen hambre de amor, dono todos mis sueños” Fragmentos: págs. 21,23,25.Buscar lo bello que se os convierta en tendencia. La poesía aplaca las turbulencias del alma.
BESTIA PURA DEL ALBA-POESIA6/11/2007 09:18 PM
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J
4 de Noviembre de 2007

Uno, que tenía en reserva entre los tintos preciados, para degustarlo instalado entre aromas habaneros, reencuentros vitales y soledades impúdicas, entre mis despechos existenciales, rabietas mal digeridas y masoquismos previos, al final de finales.La vitalidad del tomo de marras me ha impuesto el deseo de vivir varios trechos más, de no abandonar mis lecturas abruptamente. Un volumen impreso con fresca ternura y mucho arte, lo que ya es parte de la identidad de Editorial Archipiélago. De Rafael Díaz Ycaza: ‘Bestia pura’ -antología poética- seleccionada, in extremis, con finura y sapiencia, por Jorge Enrique Adoum e interpretada en colores y formas por el pincel mágico de Enrique Tábara. Trescientas ochenta y tres páginas de poyesis, de creación dócil, como decía Platón.Versos impregnados de autobiografía. El género perdurable, tallado en letras de piedra. El tallador, de mano propia, ha esculpido sus trances, heridas, viajes, soledades, pasiones, ciudades, paisajes, aromas, recuerdos y frustraciones. Un poeta bueno -escritor de raza- y un libro de portento. Bien claro lo tenía Borges: “El poeta no es la voz de las opiniones -que cambian y además son superficiales- sino la voz de algo más hondo. Profundo es Díaz Ycaza, como también atrevido, mordaz e irónico. Juez de sí mismo, amante de su tierra, enamorado del Che, querendón del Río Guayas y petulante trovador de desaires a la muerte. Un vividor de metrópolis, emigrante sinfónico, caminador extravagante, vate infatigable e impenitente cuyo Testamento dice: “Dono todos mis sueños:/ A los niños de manos vacías/ A las hermosas que tienen un solo ojo/ A los que fueron sedientos de justicia y hoy solamente son sedientos de cerveza/ A los hombres de los ojos secos/ A los que renegaron tres veces del Maestro y lo siguen amando. A los que tienen una sola camisa./ A los futbolistas de las piernas quebradas/ A los dementes expulsados de su casa/ A los niños que venden cigarrillos/ A las niñas vendedoras de altanoches/ A los que en vano velan porque nada se les revela/ A los padrinos que no conocen el placer de dar/ A las princesas inquilinas de los conventillos/ A los que pasan las noches y las madrugadas contemplando el brillo de las constelaciones/ A los uniformados que no quieren matar/ A todos los miserables y sufrientes , a los que solo saben llorar, a los que tienen hambre de amor, dono todos mis sueños” Fragmentos: págs. 21,23,25.Buscar lo bello que se os convierta en tendencia. La poesía aplaca las turbulencias del alma.
BIOGRAFÍA Rafael Díaz Ycaza Guayaquileño. Nacido en 1925. Licenciado en Ciencias de la Información y profesor universitario. Ha sido presidente de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas por tres períodos. Autor de ocho libros de poesía, en los que se sustenta la antología que hoy recomendamos, más dos novelas y libros de cuentos. Ha recibido distinciones tales como: Gran Premio de la Academia Literaria del Instituto Nacional de Santiago de Chile, Premio Nacional de Cuento José de la Cuadra, Premio Nacional de Poesía Medardo Ángel Silva, Premio Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño y Premio Nacional Aurelio Espinoza Pólit.
EL HOMBRE QUE MIRA1/11/2007 10:10 PM
28 de Octubre de 2007 comentario: DR.OSWALDO PAZ Y MIÑO J
Alberto Moravia se atrevió a poner en negro sobre blanco lo que a muchos cuesta aceptar: denunciar que todos somos mirones impenitentes, de mayor o menor cuantía, pero voyeurs al fin. Hombres y mujeres. El escritor italiano, con imaginación, lenguaje y erudición en temas psicológicos frecuentes en su obra, se lanzó a explanar sin pacatería, sin eufemismos ni retoques la verdad de que, sin exclusiones, las relaciones entre humanos pasan siempre por lecturas. Que incluso aquellos que con poca o ninguna frecuencia se tropiezan con las letras también leen. Deja claro que entre los placeres más refinados está mirar -a cubierto o con descaro- que atisbar en todas las direcciones sirve para aprender.Es de humanos descifrar entre páginas, develar entre pliegues, degustar de acechar: rostros, pasiones, gestos, carnes, pieles y aromas, que también se otean como los deseos que se advierten en lo platónico de las reflexiones.
Se escrutan los sentimientos ocultos con solo fijar miradas. Se liberan urgentes agobios tallando texturas, delineando cuerpos, fotografiando gemidos.La novela, si no dejáis de lado prejuicios, no se desnudará ante vosotros. Requeriréis una dosis de valor y de cinismo para consumirla, para transitar por sus líneas. Razones: todas. Sí, Dios es un escrutador infatigable y a su imagen estamos hechos, a Él nada de lo que hagamos le pasa desapercibido, en todos los recovecos lo tenemos instalado. Por ello, el que apunta tiene poder. El que se adentra sin ser visto cuenta con el arma de la sorpresa; ahí una de las razones por las que preferimos la oscuridad. La luz para mirar los actos de ellas, Por ejemplo, furtivamente, en los instantes en los que se nos acoplan, en los guiños con los que se complacen.El cuerpo se expresa como el alma escribe. El deseo es el impulso del alma. Y el espíritu de ‘El hombre que mira’ está hecho de tales sangres: arrebatos carnales, recuentos lúbricos, rutinas abominables, anticipaciones retardadas, enigmas dolorosos, ritos sensuales, impúdicos; de retratos, de espejos, de parejas disparejas, de dobles cuerpos, de libros impropios, pero mágicos; de claudicaciones, de odios, de llantos, de autosobornos mentales, de borracheras orgásmicas, de mentiras totales, de despojos humanos.La transgresión campea cuando la mirada es traviesa. El deseo se agasaja, toca su propia sinfonía tras los cortinajes de la pupila.Es conductor de traiciones el cuerpo. Es un grado la experiencia, Es atormentadora la duda. Es infame la enfermedad: un pretexto de la muerte. Que las tocaciones no os sean monótonas, sí placenteras y en ambientes propicios. Que los riesgos valgan la pena. Leed hasta que se os consuman los ojos.cpaz2@andinanet.net“-Quién es Olimpia?-Una hermosa mujer blanca.Sin decir palabra, se tiende en la cama como si fuera una Venus del Tiziano. El pecho pequeño y el vientre prominente en cierto modo me recuerdan a la mujer del Renacimiento. Me mira, y en sus ojos vuelvo a encontrar la curiosidad indiscreta que es propia del voyeur: en realidad mientras se exhibe, espía en mí una posible turbación provocada por esta exhibición. De repente le pregunto:-¿Por qué me miras?-Aquí ! el que mira eres tú.-Entonces digamos que nos miramos el uno al otro.-Eso es. Ahora dime cómo quieres que me ponga, replica ella, riendo.-Como Olimpia; espera, ya me ocupo yo de eso.
EL HOMBRE QUE MIRA1/11/2007 10:10 PM

28 de Octubre de 2007 comentario: DR.OSWALDO PAZ Y MIÑO J
Alberto Moravia se atrevió a poner en negro sobre blanco lo que a muchos cuesta aceptar: denunciar que todos somos mirones impenitentes, de mayor o menor cuantía, pero voyeurs al fin. Hombres y mujeres. El escritor italiano, con imaginación, lenguaje y erudición en temas psicológicos frecuentes en su obra, se lanzó a explanar sin pacatería, sin eufemismos ni retoques la verdad de que, sin exclusiones, las relaciones entre humanos pasan siempre por lecturas. Que incluso aquellos que con poca o ninguna frecuencia se tropiezan con las letras también leen. Deja claro que entre los placeres más refinados está mirar -a cubierto o con descaro- que atisbar en todas las direcciones sirve para aprender.Es de humanos descifrar entre páginas, develar entre pliegues, degustar de acechar: rostros, pasiones, gestos, carnes, pieles y aromas, que también se otean como los deseos que se advierten en lo platónico de las reflexiones.
Se escrutan los sentimientos ocultos con solo fijar miradas. Se liberan urgentes agobios tallando texturas, delineando cuerpos, fotografiando gemidos.La novela, si no dejáis de lado prejuicios, no se desnudará ante vosotros. Requeriréis una dosis de valor y de cinismo para consumirla, para transitar por sus líneas. Razones: todas. Sí, Dios es un escrutador infatigable y a su imagen estamos hechos, a Él nada de lo que hagamos le pasa desapercibido, en todos los recovecos lo tenemos instalado. Por ello, el que apunta tiene poder. El que se adentra sin ser visto cuenta con el arma de la sorpresa; ahí una de las razones por las que preferimos la oscuridad. La luz para mirar los actos de ellas, Por ejemplo, furtivamente, en los instantes en los que se nos acoplan, en los guiños con los que se complacen.El cuerpo se expresa como el alma escribe. El deseo es el impulso del alma. Y el espíritu de ‘El hombre que mira’ está hecho de tales sangres: arrebatos carnales, recuentos lúbricos, rutinas abominables, anticipaciones retardadas, enigmas dolorosos, ritos sensuales, impúdicos; de retratos, de espejos, de parejas disparejas, de dobles cuerpos, de libros impropios, pero mágicos; de claudicaciones, de odios, de llantos, de autosobornos mentales, de borracheras orgásmicas, de mentiras totales, de despojos humanos.La transgresión campea cuando la mirada es traviesa. El deseo se agasaja, toca su propia sinfonía tras los cortinajes de la pupila.Es conductor de traiciones el cuerpo. Es un grado la experiencia, Es atormentadora la duda. Es infame la enfermedad: un pretexto de la muerte. Que las tocaciones no os sean monótonas, sí placenteras y en ambientes propicios. Que los riesgos valgan la pena. Leed hasta que se os consuman los ojos.cpaz2@andinanet.net“-Quién es Olimpia?-Una hermosa mujer blanca.Sin decir palabra, se tiende en la cama como si fuera una Venus del Tiziano. El pecho pequeño y el vientre prominente en cierto modo me recuerdan a la mujer del Renacimiento. Me mira, y en sus ojos vuelvo a encontrar la curiosidad indiscreta que es propia del voyeur: en realidad mientras se exhibe, espía en mí una posible turbación provocada por esta exhibición. De repente le pregunto:-¿Por qué me miras?-Aquí ! el que mira eres tú.-Entonces digamos que nos miramos el uno al otro.-Eso es. Ahora dime cómo quieres que me ponga, replica ella, riendo.-Como Olimpia; espera, ya me ocupo yo de eso.
”BIOGRAFÍA: ALBERTO MORAVIA.- Seudónimo de Alberto Pincherle, escritor nacido en Roma. Cuando era joven y mientras se recuperaba de una tuberculosis, comenzó a escribir acerca de las dificultades morales de las personas atrapadas por las circunstancias. Sus trabajos se caracterizan por un estilo austero y realista. Su primera novela, ‘Los indiferentes’ (1929) le hizo saltar a la fama en Italia. ‘La mascarada’ (1941) -una sátira sobre los dirigentes fascistas de la II Guerra Mundial- fue prohibida por las autoridades de su país y tuvo que esconderse para escapar de la prisión. Publicó después de ‘Agostino’ (1944), ‘La romana’ (1947), una novela cuya protagonista es una prostituta, y la colección de narraciones breves ‘El amor conyugal y otros cuentos’ (1949), en los que lleva a cabo una profunda prospección psicológica. En su trabajo más conocido, ‘La ciociara’ (La campesina, 1957), La noia 1960, La mentira (1965). Entre sus últimas obras se encuentran: ‘El hombre que mira’ (1985) y ‘Cuentos romanos’ (1983), una colección de 20 narraciones cortas.

