ARTES / CULTURAHumor e ironía / Biblioteca
15 de Noviembre de 2009
Caín.
RESEÑA ENSAYÍSTICA
DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO J
PARA REVISTA CULTURAL ARTES DIARIO LA HORA QUITO ECUADOR
Un apunte previo, Caín, desde donde esté, repudiará como todos lo hacemos en esta tierra que se desengaña día a día la toma abusiva de su nombre para usarlo como arma en una guerra sucia fratricida, que se escribe en las paredes del Ecuador. El poder y la ambición son la vergüenza de la nación. ¿Será esa la pena de un pecado colectivo?José Saramago ya conmovió al mundo cuando escribió El Evangelio según Jesucristo.
El Quinto fue el de la pluma del escritor lusitano y resultó más creíble que los cuatro anteriores, que se endilgan a Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Caín la reciente novela del Premio Nobel de Literatura 1998, se ha escrito para remover sólidas mentiras.
Es una grandiosa pequeña obra que se añade a otras clarificadoras, que aparecen en una era en la que el hombre se empeña en acercarse a Dios tirando abajo falsedades que sobre Él han montado las religiones, especialmente las monoteístas, las cuales en “su honra y gloria” han cometido y cometen genocidios repulsivos.
Caín es la voz valiente. El destino lo adentra en el “libro de los comienzos”, y en las hechuras innombrables de Dios, las que se cuentan en el Antiguo Testamento con orgullo demencial. Caín es el cronista del Génesis, la conciencia de Dios desde el primer día. No lanza la primera piedra, ya que un crimen cometió a sabiendas del Hacedor, omnisciente que éste es, no se olvide.
Caín es la voz valiente. El destino lo adentra en el “libro de los comienzos”, y en las hechuras innombrables de Dios, las que se cuentan en el Antiguo Testamento con orgullo demencial. Caín es el cronista del Génesis, la conciencia de Dios desde el primer día. No lanza la primera piedra, ya que un crimen cometió a sabiendas del Hacedor, omnisciente que éste es, no se olvide.
Pero así y todo apunta y bien el hermano del ladino Abel y se convierte en la piedra dura del zapato del Señor. Denuncia Caín, sin temores, de la pluma de Saramago, a un Dios que por tan calculador y tan metido en la vida ajena, tan fisgón, tan dictador, tan ambicioso, egoísta, envidioso, genocida, castigador y vengativo, parece invento, patraña, surgida de algún concilio, como lo llama Juan Eslava Galán en su obra El catolicismo explicado a las ovejas.
Mala labor han hecho y hacen los que dictan la “palabra de Dios” presentándolo como alguien intolerante, abusivo, machista, discriminador, racista, fiel servidor de los ricos poderosos y cómplice de los mentirosos de cuello redondo y blanco a lo largo de la historia, distantes de los pobres y embaucadores con finuras.A ese Dios que no es bueno, justo ni santo, Caín le pone el dedo en la llaga. La lista de las ofensas contra la vida cometidas por Dios es larga y constan, tomada “de su palabra”, una a una en la obra de marras.
El tiempo y el Verbo Real van poniendo algunos temas en orden. Y así seguirán quebrando muros de la vergüenza y abriendo libertades. No ha sido fácil y tampoco lo será.Judas, ahora ya se sabe, no fue un traidor, sino el apóstol querido de Jesús. María Magdalena, su compañera, mujer y amante, la madre de sus hijos. Caín es la bitácora que debe leerse de un reportero incómodo para los fines del poder celestial, que aprovechó el castigo oficial, la censura y el destierro para sacar a la luz crímenes contra la humanidad que aparecen elevados, por obra y gracia del Espíritu Santo, a actos sagrados.
BIOGRAFÍA
José Saramago Escritor, periodista y dramaturgo portugués. Nació en Azinhaga, Portugal, el 16 de noviembre de 1922. Miembro del Partido Comunista Portugués desde 1969. En 1998 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó su capacidad para “volver comprensible una realidad huidiza”. En 1974 se sumó a la llamada ‘Revolución de los Claveles’, que llevó la democracia a Portugal. En 1975 publica O ano de 1993. Su primera gran novela fue Levantado do chão (1980), un retrato fresco y vívido de las condiciones de vida de los trabajadores de Lavre, en la provincia de Alentejo. Con este libro Saramago consigue encontrar su voz propia, ese estilo inconfundible, límpido y casi poético que lo distingue. La novela El Evangelio según Jesucristo (1991) lo catapulta a la fama a causa de una polémica sin precedentes en Portugal (que se considera una república laica), cuando el gobierno veta su presentación al Premio Literario Europeo de ese año, alegando que “ofende a los católicos”. En 1995 publica una de sus novelas más conocidas, Ensayo sobre la ceguera.
