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lunes, 6 de julio de 2009

EL TERROR EN VERSION CHINA."El Gobierno de Pekín nos trata como esclavos"



ENTREVISTA: Asgar Can,vicepresidente del Congreso Mundial Uigur
"El Gobierno de Pekín nos trata como esclavos"
El representante en el exilio de la minoría étnica asegura en una entrevista telefónica desde Múnich que en los hospitales chinos se esteriliza a sus mujeres
ANNA-MARIA HOLLAIN - Madrid - 06/07/2009

Asgar Can, vicepresidente del Congreso Mundial Uigur, con sede en Múnich, dice que "hay 800 muertos en Urumqi". El vicejefe de la organización que lucha por los derechos de la minoría uigur desde el exilio explicó telefónicamente a EL PAÍS que, en cualquier caso, el total de fallecidos a raíz de la represión de los últimos días contra su pueblo es muy superior al de las cifras publicadas por los medios chinos.

Can, de 50 años, afirma que el Gobierno de Pekín hostiga cada vez más a la comunidad uigur. "Queremos los derechos humanos que garantiza la ONU", reclama. "Legalmente, las mujeres en China pueden tener dos hijos, pero cuando las uigures están embarazadas del segundo tienen mucho miedo porque las autoridades chinas suelen obligarlas a abortar. En los hospitales se esteriliza forzosamente a las madres uigures. Además, nos tratan como esclavos. Nuestras mujeres son obligadas a ir a trabajar en un régimen de esclavitud en fábricas en el centro de China", relata Can. "El Gobierno de Pekín también practica una política de reasentamiento de la mayoría han en Xinjiang, lo que obliga a los uigures a desplazarse de sus hogares y empleos", añade.

"La protesta [del domingo] se inició de un modo muy pacífico. Algunos uigures hasta portaban banderas chinas para demostrar que su malestar no iba dirigido contra los chinos. Pero como la manifestación no estaba autorizada por el Gobierno, pronto llegaron miles de policías y soldados y, en algún momento, empezaron a disparar contra la multitud. Murieron al menos dos uigures y, casi de inmediato, se desataron los enfrentamientos", explicó Can.

Hasta el domingo por la tarde, la organización de exiliados mantenía contacto telefónico con sus fuentes en Urumqi, la capital de Xinjiang. Pero, a partir de entonces, sólo reciben correos electrónicos y cada vez con menos frecuencia. El último recurso que les queda es buscar en Internet vídeos que les permitan saber más sobre lo que está sucediendo. Pero el cerrojazo chino de la Red hace muy difícil el rastreo.

"Las manifestaciones del domingo sólo pretendían forzar una investigación oficial sobre lo ocurrido en Guangdong el pasado 26 de junio", explicó el vicepresidente de la diáspora uigur. "Allí murieron más de 20 personas según nuestros datos. Existe un vídeo en Youtube en el que se ve la persecución de las víctimas", agregó. El 26 de junio, varios trabajadores chinos atacaron y mataron a otros empleados uigures de una fábrica de juguetes en la provincia de Guangdong (sur de China). Pekín sólo reconoció la muerte de dos uigures en el incidente.


A sus 63 años, ya hace 10 que Rebiya Kadeer dejó de ser una exitosa empresaria para convertirse en el símbolo de la resistencia del pueblo uigur. En 1999 fue encarcelada por las autoridades chinas por el simple hecho de enviar unos recortes de periódico a su marido, un opositor exiliado en EEUU.
Amnistía Internacional lanzó entonces una campaña internacional para su liberación, que finalmente tuvo lugar en 2005 gracias a la intervención de la administración Bush. A cambio de retirar una demanda contra el régimen chino en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Washington consiguió que Kadeer pudiera salir del país "por razones médicas".
Ahora desde su oficina de Washington, a escasos metros de la Casa Blanca, se dedica a dar a conocer la penosa realidad del pueblo uigur. Como es la líder indiscutible del pueblo uigur, además de candidata al Premio Nobel de la Paz, el régimen chino la acusa de ser el cerebro de las manifestaciones que desencadenaron la actual crisis en su tierra natal.
Pregunta: Cuál es su visión de lo que está sucediendo en Turquestán Oriental?
Respuesta: El gobierno chino está llevando a cabo una masacre contra centenares de uigures. La cifra que ofrece el gobierno es que han muerto unas 150 personas, pero nosotros creemos que el número verdadero oscila entre las 500 y las 1.000, y la gran mayoría de ellos son uigures, y no chinos han.
P: Sin embargo, las autoridades chinas le acusan a usted de instigar las movilizaciones. ¿Es eso cierto?
R: No, estas acusaciones son completamente falsas. No organicé las protestas, ni tampoco he instado a la población a manifestarse. Mi único contacto con Turquestán Oriental antes del inicio de las protestas fue una llamada a mi hermano en la que le urgí a quedarse en casa, y a que pidiera otros familiares también a permanecer en casa, por miedo a que pudieran sufrir la violencia de las autoridades.
El gobierno chino es el verdadero responsable de lo que está sucediendo. Todo empezó cuando 800 trabajadores uigures fueron linchados, y unos 15 murieron, a manos de una turba china en la provincia de Guangdong, sin que las autoridades les protegieran. Ni tan siquiera han arrestado a uno sólo de los agresores. Esta injusticia, además de la represión brutal contínua del gobierno chino, son las que han provocado las manifestaciones.
P: Según las informaciones que llegan de Urumqi, algunos manifestantes uigures atacaron a ciudadanos chinos de la etnia han. ¿Condena estos actos de violencia?
R: Por supuesto. Nosotros siempre hemos abogado por una resistencia pacífica, y nos oponemos a toda expresión de violencia. Ahora bien, por encima de todo, se deben condenar las seis décadas de represión de Pekín, pues ésta es la causa del conflicto. El gobierno miente continuamente, por eso ha cortado las comunicaciones con el Turquestán Oriental. No quiere que el mundo sepa lo que está pasando. Lo medios de comunicación oficiales mienten continuamente. Desde hace tiempo, se han dedicado a presentar a los uigures como terroristas, y hoy la mayoría de chinos han son hostiles hacia nosotros.
P: ¿En qué consiste la represión del gobierno chino contra el pueblo uigur?
R: Es una represión integral, que afecta todos los ámbitos de la vida de una persona, la religiosa, la cultural, la política y la económica. Miles de uigures están siendo obligados a desplazarse a trabajar a otras provincias, mientras el gobierno trae a otros miles de chinos han a Turquestán Oriental. Se prohíbe nuestra lengua, y todo aquel que haga algo por la defensa de la identidad uigur, se enfrenta a torturas, e incluso a su ejecución. Calculamos que hay entre 100.000 y 200.000 presos políticos uigures. Nos quieren destruir como pueblo.
P: ¿Por qué Pekín les trata con tal brutalidad?
R: Porque nuestra tierra posee unos recursos naturales extraordinarios, entre ellos petróleo y gas, y el gobierno no quiere correr el mínimo riesgo a perder su control. Actualmente, la explotación de todos estos recursos no revierte para nada en la prosperidad del pueblo uigur.
P: ¿Cuáles son sus demandas a Pekín?
R: Aparte de poner fin a la represión a gran escala desencadenada esta semana, queremos que el gobierno aplique sus propias leyes, y se nos otorgue la autonomía política. Además, exigimos que se acaben las ejecuciones políticas, las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos, y las políticas para reducir nuestro peso demógrafico en nuestra propia tierra, así como nuestra identidad cultural. Aunque deseamos la independencia, somos conscientes que ahora mismo es una utopía.
P: ¿Se ha entrevistado estos días con algún representante del gobierno norteamericano?
R: Estamos trabajando para que el gobierno haga una declaración de condena contundente. De momento, su silencio es muy decepcionante. Me hace sentir muy triste. Por desgracia, algo parecido puede decirse de los principales gobiernos y ONGs occidentales.
La violencia que no cesa (actualizado)
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EDITORIAL DIARIO EL MUNDO ESPAÑA
China no puede dar carta blanca a la barbarie
08.07.2009