PREMIO NOBEL DE LITERATURA
ARTES / CULTURA
Biblioteca
Por: Oswaldo Paz y Miño J.
8 de Febrero de 2009
ARTES / CULTURA
Biblioteca
Por: Oswaldo Paz y Miño J.
8 de Febrero de 2009
Viaje a Rodrigues
Navegamos hoy en el exótico mundo literario de Jean Marie Gustave Le Clèzio, premio Nobel de Literatura 2008, quien como otros grandes ha sido poco difundido en nuestro medio. Eso de vivir entre montañas y censuras pacatas de todo tipo nos aísla. Menos mal que libreros y editores libres como el grupo Editorial Norma, y otros, nos traen con oportunidad y seguro que con esfuerzo las escrituras universales, no todas las que quisiéramos, pero podría ser peor. Todavía vemos la luz al final del túnel. Ojalá pronto no se nos apague tal y como van las cosas.
Malos recuerdos tiene el mundo de experimentos siniestros como el de la ‘Revolución Cultural’ en China, en la que los libros fueron considerados ‘productos’ para burgueses (pelucones) y los autores universales nocivos por su ‘mala influencia’, prohibidos por decreto y los leyentes desterrados a las montañas para ser reeducados, ‘para que entendieran’ que la revolución era de todos y que sólo se podía leer lo que el partido del dictador Mao Tse Tung permitía.
¡Horror, terror, pesadilla!
¡Horror, terror, pesadilla!
Sugerimos desde nuestra soledad letrada, desde la cabina aislada del lector, al estravagario escritor y a sus dos trabajos: ‘El buscador de oro’ y ‘Viaje a Rodrigues’ con el mar de escenario en ambos. Nuestra reseña ensayística se ha decantado por uno y aborda una de las naves y emprende recorrido, nunca mejor dicho por la segunda de las mencionadas obras que prensa 144 páginas.
En un viaje autobiográfìco el autor ha rebuscado en su cartografía personal para conducirnos por una novela emocionante. Él pilotea la nave de la memoria que dejó a su abuelo a la deriva. Sueños de navegantes, de buscadores de tesoros perdidos convencidos de que nunca los encontrarán. Pistas que ha de apuntar el lector, leyendo el cosmos para descubrir en su interior todas las borrascas. Coordenadas tatuadas en rugosos senderos de lava por los que sólo transitan los Maestros. Esos que noche a noche cruzan los mares de la muerte, dialogando con los Dioses e impulsados por el viento. Fantasmas de corsarios escanciados por siglos en uno de los rincones más apartados de la Tierra.
Aves marinas de todos los plumajes que custodian parajes en los que pudo haberse dado el primer día del drama universal. La bitácora de un navegante dispuesto a revelar un sugestivo mito. Un libro de viajes, en el que no faltan denuncias, utopías, misterios, reencuentros, ancestros, sentimientos contrapuestos y cuestionamientos. En la mar, libaciones de soledad en pequeños pero continuos sorbos. La relación detallada, comprometida, de un peregrinaje mágico, iniciático, que condujo al peregrino hacia ninguna parte y hacia el todo.
Fragmento de la obra“Entonces, sí, para él todo hablaba, todo tenía un sentido y él era el único en comprenderlo. La soledad y la dificultad de aquellos viajes a Rodrigues le concedían ese saber. Aquí en este paisaje endurecido, impenetrable a la mirada, casi mortal, hostil a toda vida humana, él recibía esta comunicación excepcional”. (Pág. 70)
BIOGRAFÍA.-JEAN-MARIE GUSTAVE LE CLÉZIO nació en Niza el 13 de abril de 1940 en el seno de una familia bretona emigrada a isla Mauricio en el siglo XVIII. Su primera juventud la pasó en Gran Bretaña.Con sólo 23 años, en 1963, ganó el premio Renaudot con su primera novela, Le Procès-verbal. Siguieron La fièvre (1965), El diluvio (1966), Terra amata (1967) y La guerre (1970). En 1980 obtuvo el premio Paul Morand, otorgado por la Academia Francesa por su novela Désert, en la que realiza una serie de retratos entrelazados de los antepasados de su esposa, Jemia, de origen saharahui. Poco después se trasladó a las islas Mauricio y Rodrigues, donde escribió las dos novelas: El buscador de oro y Viaje a Rodrigues.Es uno de los novelistas franceses más celebrados y leídos en su país. Hace unos años la revista Lire le escogió como el más grande escritor vivo en lengua francesa y en 2008 recibió el premio Nobel de Literatura.
