

EL BARBERO DE PICASSO
RESEÑA ENSAYISTICA
RESEÑA ENSAYISTICA
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
7 de Diciembre de 2008
Una nota de clarín,
7 de Diciembre de 2008
Una nota de clarín,
desgarrada,
penetrante,
rompe el aire con vibrante puñalada…
Ronco toque de timbal
Salta el toro en la arena,
bufa,
ruge…Roto,
cruje un capote de percal .-Manuel Machado.
El barbero de Picasso
Ahora que las libertades se nos van ajustando se me ha venido a la mente la sentencia de Salmerón: “La coacción y las represiones, no pudiendo ejercerse sobre el pensamiento, que es incoercible, recaen sobre la manifestación”…Sobre las corridas de toros se han enroscado los tentáculos del acoso. Los brazos represivos de una ideología hostil se ajustan para ahogar poco a poco una expresión cultural que se remonta de inicios a la afición grecorromana al circo.
Ese arte, como lo conocemos hoy, vio la luz allá por 1650 cuando los toreros desmontaron y pusieron pie en tierra, para “tratarse de tú a tú con la muerte”.En esta fecha, cuando se ha tocado el fin de fiesta y ha muerto en la plaza el último toro de la Feria -y Quito se ha henchido orgullosa de su linaje indo-hispánico-, nos llega este tomo testimonial.
Es la “historia de una amistad”, o la vida del pintor más grandioso del siglo XX, contada por Eugenio Arias, ‘El barbero de Picasso’, a dos cronistas: Monika Czernin y Melissa Müller, publicada por Siglo Veintiuno de España Editores en 196 inolvidables páginas.La relación entre el malagueño más universal y su ‘barbero’ se construyó honda, firme, y eterna, sobre las bases de su amor por la libertad y su afición por las corridas de toros.
Picasso entendía ‘el duende’ de la fiesta brava y fue cronista gráfico de ella, cual en su época también lo fueron: Goya, Ignacio de Zuloaga, José Solana o Vázquez Díaz, al que hemos visto en el Monasterio de la Rábida, estancia de Cristóbal Colón, previa a sus primeras pisadas en tierras de América.Picasso, García Lorca, Blasco Ibáñez, Ortega y Gasset, Machado y otros grandes en sus tercios, inmortalizaron y legaron para la humanidad momentos estelares de sus saberes por causa de las corridas de toros. Todos, desde sus adentros, se encomendaron tarde o temprano a las diosas protectoras de los toreros: la Macarena, la del Rocío y la de Triana. A ella: ¡Guapa!, que no cruzando el Guadalquivir, sino en la quiteñísima y añeja Plaza Belmonte, emocionados hasta las lágrimas, el jueves 27 de noviembre, lanzáramos unas saetas en memoria de ‘Don Certero’ que estará sentado a su vera.
"…Pablo es en el fondo un torero; también él conoce las mariposas que atrae el brillo de su nombre”, escribió Luis Miguel Dominguín en su homenaje a Picasso. Quizá consagró nuestra amistad el hecho de que ambos huimos de la popularidad. Soy seguramente el único torero que ha toreado en Francia y no le ha ‘dedicado’ ningún toro a Picasso”. Ciertamente le entregó su capote de paseo más de una vez, y aunque esta costosa prenda vuelve a poder del torero después de la corrida, Picasso se quedó con al menos uno, que encontró su lugar de honor encima de un sofá. El mimadísimo y descarado perro salchicha de Picasso tuvo que conformarse con una capa normal como manta del día”. Pág. 20.
BIOGRAFÍASMonika Czernin nació en 1965 en Klagenfurt. Estudió Filosofía, Política y Pedagogía. Colabora como periodista en revistas y televisoras en lengua alemana. Autora del libro Jeder Augenblick sin Staunen (1999). Desde 1966 vive en Münich.Melissa Müller nació en 1967 en Viena, Austria. Estudió Ciencias Empresariales y Filología Germánica. Escribe para diferentes revistas en lengua alemana. Su libro ‘La joven Ana Frank. La biografía’ ha sido traducida a 15 idiomas y será llevada al cine.