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domingo, 9 de noviembre de 2008

EL CUERPO UN LIBRO DE CIRUGÍAS MENTALES NO APTAS PARA PLÁSTICOS


"EL CUERPO"

Un libro de cirugías no aptas para plásticos.

RESEÑA ENSAYISTICA 2006.

OSWALDO PAZ Y MIÑO J

REVISTA CULTURAL ARTES DIARIO LA HORA HANIF KUREISHI

Más allá de si eres hombre o mujer. Si te gustas o no te apeteces.

Si crees, que por tus líneas: curvas, gruesas, onduladas, redondas, rectas y variantes, llegas a los demás, e importas al prójimo como a ti mismo. Que te amas. Que un espejo, te acompañe en la lectura del libro, que esta semana te presento. Que en él, sólo veas realidades. Que, tengas las respuestas suficientes para las interrogantes que te brotarán de los poros. Que, la piel no se te ponga fina. Ni te flaquee la conciencia. Que, de aquí en adelante no te perturbe la idea, de que a lo mejor mal gastaste tu dinero. Sí una cuchilla te cambio del original. Si, te encumbro el trasero o te afilo la nariz. Si, te esquilmaron los rollos o te calaron las cejas. Si te crecieron los senos y te matizaron los pezones. Si, por el contrario, te sacaste algo de tetas y te pesa menos la espalda. Que, la carne no te tiemble por las mutilaciones o adiciones consentidas. Que, solo sigas siendo lo que fuiste. Que los pliegues de tus arrugas no te denuncien. Que, los retazos no te hagan falta. Que las costuras se te hayan cerrado. Que, sientas las caricias en las zonas retocadas. Como las sentías antes del nuevo diseño. Que, tanto cambio haya sido útil para que nunca te alcancen los riesgos que envuelven, a los Cuerpos nuevos. Y si es así, entonces que la fuerza este contigo. Porque vas a necesitarla.
"Cuando más viejo y enfermo estás, menos es tu cuerpo un artículo de moda, menos quiere tocarte la gente. Tendrás que pagar. Te acariciarán masajistas y prostitutas, si les das dinero. ¿Cuantas terapias incluyen la “imposición de manos”? Las enfermeras manejaran a los enfermos. Los médicos se pasan la vida tocando cuerpos, razón por la que los jóvenes van a la facultad de medicina. Los dentistas y los ginecólogos aman el oscuro interior. Algunos trabajadores, como los de las zapaterías, pueden sujetar partes corporales sin haber tenido que tomar clases de anatomía. Los sacerdotes y los políticos le dicen a la gente que hacer con su cuerpo. La gente siempre escoge sus trabajos de acuerdo con sus preferencias sobre cuerpos. Los orientadores vocacionales deberían tener eso en cuenta. Detrás de cada vocación se esconde un fetichismo.” Pág. 41.

“El cuerpo”, es para todos, asignatura obligada. El libro de Hanif Kureishi, escritor magnífico de origen paquistaní. Inglés de nacimiento y vida. Se introduce en el hastío, la rutina, el complejo, la vergüenza y el despecho, con que muchos suelen aceptar el inevitable trecho de la vejez. Y en otros que estúpidamente, suelen mirar la presencia de las canas, como peste. Como si ellos nunca las fuesen a tener y a vivir. Triste resto de vida tienen, los que creen en la eterna juventud. Si ella, en fin de cuentas es solo unas pocas primaveras. Y los otoños son tan bellos, profundos, creativos y sabios.

Este libro, es el testimonio de un inconforme con los efectos que los tránsitos de la edad dejan en los cuerpos. El relato de un ciudadano de Londres Adam, que encuentra contactos con los hacedores de Cuerposnuevos y se instala por obra y gracia de la ciencia y su dinero en uno. La experiencia de un migrante de cuerpo contada pelo a pelo. Sueños cumplidos expresamente. Un sesentón intelectual habitando en la empaquetadura de un veinte añero, fornido, bien parecido, de lustroso y potente pene, atractivo material para las mujeres detallistas, de aquellas que bajan la mirada al paquete cuando un tallado adonis se cruza en su ángulo visual, tal y como los hombres sin disimulo o con tal, hacemos, si advertimos un buen culo. Así. Ni más. Ni menos.

La Casa Anagrama pone tintas a “El cuerpo” de Hanif Kureishi. El corpus del libro tiene añadidos seis relatos de proporciones literarias enormes. Tejidos que usted lector tendrá que abrir. Doscientas setenta paginas apasionantes. Lectura para la psiquis. La gnosis. El atrevimiento. Para rupturas y desgarramientos. Letras que se le pueden tornar en radiografías o quizá en escarpelos.

El cuerpo vino con cada uno. Es la envoltura que nos identifica. La marca de fábrica. El signo. El símbolo. El cuerpo, es la lectura que ofrecemos gratis a los demás. En todo sitio y circunstancia. Idioma propio tiene cada cuerpo. Como cada ser humano que lo porta. Y sin palabras, que al cuerpo, siempre le sobran. El cuerpo dice, de amor, de sexo, de hambre, de provocación, de locura, de ansia, de miedo, de ira, de odio, de lujuria, de vanidad, de tortura, de placer, de celos, de avaricia, de libertad, de represión. Los cuerpos grafican la felicidad y el horror. Los dictadores, tienen siempre el mismo color y sus gestos son iguales. La tragedia. Es parte de los cuerpos. El dolor mata física y psíquicamente a los cuerpos. Y dolor, tanto dolor y muerte. Tantos cuerpos esparcidos ante la arremetida de la naturaleza que nos estremece hasta el tuétano. Miles de miles de cuerpos de hombres, mujeres y niños. De ancianos. Destruidos, reventados por el mar violento, raudo, implacable, terrible. El mar ha devuelto lo que le ha dado la gana, a la vera de las playas que ya no son. Cuerpos en los sifones, en las cunetas, en las vías. Muerte por doquier. Que espanto. Cuerpos y pobreza. Porque los cuerpos de los pobres son siempre los más. La naturaleza en su más cruel expresión. El maremoto implacable. Tantas vidas rotas. Por Dios. Que encuentren pronto, esperanzas. Que los países ricos se dejen ver y los pobres como el nuestro en digna y viable proporción, también. Hoy por ellos, mañana, quizá por los berrinches de la naturaleza, los cuerpos, por miles los pongamos nosotros. Porque, por la mala estructura de la sociedad. Por los malos gobiernos. Por las mentiras de los políticos, todos los días aportamos a la causa de la parca. Si nos han dolido, las olas gigantes en el Asia, nos, han partido el alma las olas míseras de basura que hundieron a la muerte, a cuatro niños en Riobamba. ¿Y como si nada.? El silencio se hizo pronto. No se trata de buscar culpables, solamente. Porque, el castigo moral al menos, lo debemos pagar todos. Y puntualmente, los que sostienen las cosas como están. Los que lucran de la pobreza de otros. Los que no denuncian teniendo los medios. Los que se acomodan para evitar conflictos con los gobernantes y han claudicado en sus causas, por el peso de los años, o por el peso del dinero. Sí, queremos hacer cultura desde la “Vitrina de los libros”, es verdad. Y hacer eso, es poner el dedo en la llaga, donde los libros muestran que duele, o brota pus.

Pronto todos sabrán de esto. Habrá una nueva clase, una élite, una superclase de supercuerpos. Entonces habrá tiendas donde podrás comprar el cuerpo que quieras. Abriré una yo mismo, con cuerpos reales en el escaparate, en vez de maniquíes. ¡Bingo! Quien quieres ser hoy.-
Si la idea misma de la muerte está muriendo-dije yo-, todos los significados, los valores de la civilización occidental desde los griegos han cambiado. Parece que hemos reemplazado la ética por la estética.” Pág. 103.

Si, del cuerpo de cada uno se trata. Cada quien haga con el, lo que le de la gana. La creación ha hecho todos los moldes, diferentes, aunque algunos se miren parecidos físicamente. El cuerpo es imagen. Es decorado. Es la cáscara. El contenido hace la diferencia. El espíritu y la mente debidamente nutridos no se reproducen, ni mejoran en las mesas de cirugía. Lo plástico siempre es artificial. El culto a la epidermis. A las mas o las menos libras, no tiene peso especifico. El continente, nunca es más que el contenido, por temporal y maleable el envase. Lector, invitado queda a esculpir con “El cuerpo”. Desde la portada, al interior. Léase desnudo, desnuda. Relaje sus músculos y atrévase. El espejo, no miente. No tiene la incondicionalidad de los lacayos. Día a día nos aparecen hilachas. Las manos, tienen su propia cuenta hacia atrás, que es lo mismo que volver al principio. A la nada. ¿Habrá valido la pena tanto esfuerzo y corte de piel, si las improntas más visibles, para lo bueno, y, para lo malo, son las del alma y las de los hechos por y para los demás?