ARTES / CULTURA
Biblioteca
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
DIARIO LA HORA
3 de Agosto de 2008
UNA LECTORA NADA COMUN. DELICIOSA NOVELA. EL PLACER DE LEER PERMANECIA OCULTO DETRAS DEL PODER.
Qué no daríamos los bibliófilos residentes en la clásica, culta y vieja ciudad de Quito, porque el Cabildo se empeñase en lograr para ella otro título grande, uno que la insertaría en el mundo de las letras, de los lectores, y de sus cómplices y encubridores de todo el orbe. Un membrete nobiliario, que pocas tienen ahora mismo en el planeta, y que les da clase, turismo, ingresos y fama. Quito debiera ser declarada, mereciéndolo claro, ‘Villa de libro’, como ha sido nombrada en abril de 2007 Ureña, en Valladolid, España. Tal distinción sólo la tienen 14 localidades de Europa, Estados Unidos y Asia. ¿Están o no de acuerdo, ustedes, lectores amigos, que le vendría muy bien a nuestra urbe, que es Patrimonio de la Humanidad, ser parte de una Fraternidad tan importante...?La idea la dejamos en negro sobre blanco, para que desde el Municipio se tome el guante.
Qué no daríamos los bibliófilos residentes en la clásica, culta y vieja ciudad de Quito, porque el Cabildo se empeñase en lograr para ella otro título grande, uno que la insertaría en el mundo de las letras, de los lectores, y de sus cómplices y encubridores de todo el orbe. Un membrete nobiliario, que pocas tienen ahora mismo en el planeta, y que les da clase, turismo, ingresos y fama. Quito debiera ser declarada, mereciéndolo claro, ‘Villa de libro’, como ha sido nombrada en abril de 2007 Ureña, en Valladolid, España. Tal distinción sólo la tienen 14 localidades de Europa, Estados Unidos y Asia. ¿Están o no de acuerdo, ustedes, lectores amigos, que le vendría muy bien a nuestra urbe, que es Patrimonio de la Humanidad, ser parte de una Fraternidad tan importante...?La idea la dejamos en negro sobre blanco, para que desde el Municipio se tome el guante.
Para ser ‘Villa de libro’ el requisito principal es que la comarca esté plagada de librerías. Y en Quito proliferan y serán más y buena sea la hora. Y como ellas, las casas de libros son nuestros permanentes sitios de peregrinación y gasto. Recomendamos visitarlas sin recatos. Una acaba de estrenarse, ‘Paideia’, clásica y moderna, donde se pueden hallar ‘joyas’ entre sus estanterías y, siempre, buenas letras. Está en un local de cuento, en las calles Plaza N. 21262 y Carrión. ¡Albricias! Sí, porque en la añeja y querida Librería Española soplan vientos de cambio, de actualizaciones. Visitadla, hallaréis material que nunca antes hubo.
Y todo lo dicho se debe a una ‘Una lectora nada común’. Estamos frente a una deliciosa novela. Tal es la literatura de Alan Bennett que Anagrama ha prensado en 109 páginas. El corpus: la realidad del poder, la Reina atrapada en sus hilos, esclava de él, a tal punto que no ha descubierto las libertades y los placeres que únicamente concede la lectura, hasta que le llegaran todos los años y los apuros, las angustias y los deseos de romper con lo establecido para ella y por ella, lo fatuo, lo frívolo, lo rancio de su cargo y entregarse a consumir todos y cada uno de los derechos del lector que son, según Daniel Penca, los siguientes: El derecho a no leer; El derecho a saltarse las páginas; El derecho a no terminar un libro; El derecho a releer; El derecho a leer cualquier cosa; El derecho al bovarismo* (enfermedad de transmisión textual); El derecho a leer en cualquier lugar; El derecho a hojear; El derecho a leer en voz alta; El derecho a callarnos.
Es a través de la lectura que se aprende, que la vejez tiene futuro. Que ‘La Alquimia’ puede iniciarse en el instante en que uno decide conocerse a sí mismo. Que ‘Las neuronas del alma’ nunca mueren. Y que "las palabras son como el vidrio; oscurecen todo aquello que ayudan a ver mejor".Ella, ‘Una lectora nada común’ encontró ‘Recuerdos inventados’ con los cuales llenar su memoria, leyendo. Nosotros sigamos mutando, hurgando en las ventas de libros, que para dar con el arte y la belleza no necesitamos de nadie, sólo un poco de tiempo.
"De entrada, no comentaba sus lecturas con nadie, a sabiendas de que un entusiasmo que había florecido tarde, por muy delicioso que fuera, podría exponerla al ridículo. A su entender, era como si hubiese contraído una pasión por Dios o por las dalias. A su edad, pensaba la gente, ¿qué más da? Pero para ella no existía nada más serio, y sentía respecto de la lectura lo mismo que algunos escritores sienten respecto de la escritura: que era imposible prescindir de ella". (Pág. 49)
*Término de la psicología que significa estado de insatisfacción crónica de una persona, como la madame Bovary de Flaubert, de la cual debe su nombre. (Nota de la Redacción)
BIOGRAFÍA Alan Bennett es autor de muchas y celebradas obras teatrales como Habeas Corpus, Forty one years on, Kafka's Dick o The madness of George III (adaptada después al cine), guiones cinematográficos como Prick up your ears (basado en la vida de Joe Orton), y piezas televisivas, en especial Talking heads y An englishman abroad, que lo han convertido en uno de los autores británicos más queridos. Asimismo es muy apreciado como actor. Empezó a escribir es prosa hace sólo unos diez años.Bennett pisó por primera vez un escenario en 1960 con Peter Cook, Dudley Moore y Jonathan Millar en la revista Beyond the Fringe. La carrera cinematográfica de Bennett incluye Función privada, Ábrete de orejas y La locura del rey Jorge (que fue candidata a dos Premios de la Academia® incluido el de Mejor Guión Adaptado). Una colección de sus escritos en prosa, Writing home, fue publicada en 1994 por Faber and Faber, y fue seguida del vendidísimo compendio Untold Stories, en 2005.
