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domingo, 18 de septiembre de 2011

LA GAVIOTA DE SANDOR MARAI.

 
 
 
EL LIBRO DE LA SEMANA, RECOMENDADO POR VOCEADOR DE LECTURAS, ESPECIA,L A TRAVES DE DIARIO LA HORA DE QUITO ECUADOR, REVISTA CULTURAL ARTES.

DE SANDOR MARAI UNA DE SUS MÀS BELLAS OBRAS.

RESEÑA ENSAYISTICA. DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO.
...
Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006, en los instantes oficiales de la entrega del galardón leyó una pieza magistral, preparada para tan especial ocasión, a la que tituló ‘La maleta de mi padre’ (Mondadori). De esta pequeña obra de arte, os convido a leer lo que sigue para iniciar la descripción de ‘La Gaviota’, obra de Sándor Márai, recientemente llegada a nuestro medio:
“...Escribir novelas consiste en estar abierto a todos esos impulsos, vientos, momentos de inspiración, lugares oscuros de la mente y períodos de calma chicha y brumosa que he mencionado...”

“...Y la novela es una historia que recibe todos esos vientos, que responde a todo tipo de formas de inspiración y que, dándoles un sentido, une todos los sueños que queramos crear y con todos los que pretendamos jugar. Pero hay algo mucho más importante: la novela es un saco capaz de contener un mundo imaginario que queremos mantener vivo y a punto...”, páginas 57 y 588.

‘La gaviota’ de Sandor Márai –firmo-, luego de haber leído todas sus obras, es una de sus más bellas. Lleva en sus adentros lo que Montesquieu llamaba “los placeres de la sorpresa”, pues “crea sentimientos que complacen al alma”.
Encuentro en ella al escritor en una de sus expresiones literarias más sensibles, filosóficas y poéticas; enternecido de espíritu, algo lírico, rotundo como siempre, sentencioso. Explayado en los dobleces metafísicos, en los recuentos psicológicos. En la tarea de hacer excavaciones en el alma, en el cuerpo, en la psiquis, en la sexualidad de los seres humanos.

El poder de un funcionario público con capacidad de tomar decisiones que afectan a millones de personas queda subsumido, humillado, desconcertado frente a la fuerza del destino, que le encara con una mujer vibrante, hermosa, sensual, misteriosa en el presente, que parece haber surgido de su pasado y es la copia de otra que amó, cuando viva, y a la que no olvidó luego de que ella resolviera suicidarse.

Los renglones retorcidos del azahar, los que con sus propias razones y osadías juntan a hombres y a mujeres que, en sus guiones personales, nunca escribieron para ellos. Citas y pasiones mutuas, amores imprudentes, clandestinos e inevitables son visibles, vivibles y necesarios en ‘La gaviota’, novela que a más de uno de vosotros puede resultar un ensayo de vuestra realidad.

De amantes y de amados, de la desolación que crea la distancia, del dolor hueco de la incertidumbre, de la sabiduría de los solitarios, de la necedad del deseo reprimido, de la espera y sus agonías, del dolor de callar nombres, de la intimidad dialogante que crean los cuerpos fundidos en la memoria, ‘La gaviota’ es un catálogo maravilloso en el que la palabra extrae al lector de las tinieblas y le concede el sabor del saber y el privilegio de sentirse vivo. ‘Salamandra editores’, Colección Narrativa, es la que publica a Sándor Márai. “Leer humaniza”, dice Antonio Gala, entonces a leer todos.


Datos biográficos

Sándor Márai

Nació en 1900 en Kassa, una pequeña ciudad húngara que hoy pertenece a Eslovaquia. Pasó un periodo de exilio voluntario en Europa durante el régimen de Horthy en los años 20’, hasta que abandonó definitivamente su país en 1948 con la llegada del régimen comunista y emigró a Estados Unidos. La subsiguiente prohibición de su obra en Hungría le hizo caer en el olvido, a quien en ese momento estaba considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea. Así, habría que esperar varios decenios, hasta el ocaso del comunismo, para que este extraordinario escritor fuese redescubierto en su país y en el mundo entero. Sándor Márai se quitó la vida en 1989 en San Diego, California, pocos meses antes de la caída del Muro de Berlín.
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