Deportes
Opinión: El clásico universal en la universidad
Sábado, 23 de Abril de 2011
Pierre de Coubertin asoció para siempre al deporte y al conocimiento. A la cultura y a la actividad física. Son compatibles las emociones que conllevan los triunfos y las derrotas en el fútbol, con los libros, las computadoras, la tolerancia en la diferencia y el amor permanente por tal o cual camiseta.
Si enhorabuena, es posible que los seguidores de uno y otro equipo se sienten a disfrutar del fútbol o sigan el partido de pie, en un mismo gran salón, sin agredirse y vivando cada quien a sus colores. Lo he visto, y lo comento con especial emoción en la cafetería de la Universidad de las Américas, en el desarrollo del estupendo partido que jugaron el Real Madrid y el Barcelona. Cientos de estudiantes, hicieron un alto en su jornada académica y se entregaron a mirar el clásico universal, algarabía, gritos, fiesta. Respeto. Concluido el partido a clase. Madurez. Lo comento porque tal convivencia pacífica, civilizada y cuerda, en los estadios del país,- con el tiempo y la falta de apoyo estatal para prevenir, disuadir y sancionar comportamientos violentos con ocasión de espectáculos deportivos,- es cada vez un riesgo de vida y no un placer que distienda el espíritu y acerque a las personas. Todavía quedan huellas de rabia, de impotencia, de indignación en los aficionados que al salir del reciente partido Deportivo Quito - Liga encontraron sus vehículos rotos, y/o fueron atacados por llevar puesta la camiseta del equipo de sus querencias. Los ofendidos, víctimas inocentes de los fanáticos, juran y cumplen, no volver más a los estadios. La seguridad ciudadana también es tema pendiente en los espacios públicos de derecho privado dedicados al deporte. DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO J |