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LIBRO SECRECIONES, EXCRECIONES Y DESATINOS
DE RUBEM FONSECA.
OSWALDO PAZ Y MIÑO J.
RESEÑA ENSAYÌSTICA
Dolor...Dolor...Dolor...Sí, proclámese en el mundo libre de dogmas y patrañas, a los cuatro vientos, que la literatura ha perdido a un creador magnífico, a un ser humano cabal, a un escritor valiente, al autor del ‘Quinto Evangelio’, a uno de los premios Nobel de las letras que más ha aportado con sus saberes al mundo para que éste despierte de la pesadilla del fanatismo religioso.
La acre actitud intolerante de la Iglesia Romana, conocida en la historia por sus revanchas, sólo confirma que José Saramago hizo en vida un buen trabajo, que logró que cientos de miles salgan del letargo al que el dogma intransigente somete a los pueblos donde aún tiene influencia. El artículo que el periódico del gobierno vaticanista ha publicado a la muerte del escritor portugués es sin duda una póstuma medalla que el autor de el ‘Quinto Evangelio’ se lleva al Oriente Eterno.
‘La omnipotencia (relativa) del narrador’, firmado por Claudio Toscani en L’Osservatore Romano olvida que escritas están páginas llenas de sangre provocadas por los genocidios católicos, apostólicos y romanos.
Recordamos a los albigenses, valdenses, moros, judíos y a los indígenas en América que la Inquisición quemaba. Y en los últimos tiempos globales a niños y niñas que han sido sometidos a violaciones de pedófilos con sotana, actos que se pretenden subsanar con tardías disculpas.
Saramago acertó con su novela Caín, un dardo difícil de sacar que después de su muerte se leerá más, por ello la nueva campaña en su contra.
De Rubem Fonseca, brasileño, para no salirnos de las palabras bien dichas originalmente en portugués y luego con mérito traídas al castellano, hemos escogido, un pequeño gran tomo cuyo cuerpo literario diferente se hace de 14 relatos que envuelven pura humanidad y humedad: Secreciones, excreciones y desatinos, publicado por ediciones Cal y Arena, en 143 páginas con contenidos íntimos.
Desde el que lleva por título ‘Copromancia’ hasta el que se llama ‘Vida’, primero y último cuentos del libro, respectivamente, el lector encontrará que a los pecados, los vicios y las virtudes nunca les falta una porción de secreción, algo de excreción y una dosis de desatinos.
Es inevitable, somos eso y un poco más. Simple evidencia, prueba fácil, huella visible. Baste pensar que de los placeres, los dolores, las ardencias, las urgencias, los actos en solitario, las vivencias copulativas, las satisfacciones, abstenciones o indigestiones producto de cualquier atracón, el cuerpo humano deja marcas visibles, efluvios, tintas que pueden ser usadas en nuestra contra o para nuestro bien. No hay crimen perfecto.
De nuestras sensibilidades, de nuestros particulares modos de goce, del uso y del abuso que le demos al cuerpo he aquí un tratado escrito desde la piel del gran escritor Rubem Fonseca.
Secreciones, excreciones y desatinos, un libro en el que los cinco sentidos son pocos. Existen otros encubiertos tras la psiquis, que son los que nos atan o nos desatan de las ganas o no de vivir.
Biografía
Rubem Fonseca
(Juiz de Fora, Minas Gerais, 11 de mayo de 1925) es un escritor y guionista de cine brasileño. Fue formado en Derecho habiendo ejercido varias actividades antes de dedicarse enteramente a la literatura. En 2003 ganó el Premio Camões, el más prestigiado galardón literario para la lengua portuguesa, una especie de Nobel para escritores lusos.
Autor de novelas con sugerentes títulos como: ‘Mandrake, la Biblia y el bastón’, ‘Y de este mundo prostituto y vano, solo quise un cigarro en mi mano’ y varios libros de cuentos.
