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domingo, 16 de agosto de 2009

LA HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR.



ARTES / CULTURA
Biblioteca: Temas de libertad
16 de Agosto de 2009
Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

RESEÑA ENSAYÍSTICA
OSWALDO PAZ Y MIÑO J.

PARA REVISTA CULTURAL ARTES DIARIO LA HORA

QUITO. ECUADOR.



Toque de queda hemos declarado en casa. ‘La soledad sonora’ es más sonora que nunca. Desde el 6 de agosto del año que decurre ya no hay más noches viejas. Todo se ha renovado. La vida que no para nos ha traído un niño, más que un crío, un nieto al que llamarán como su padre, que tiene por nombre el mío. Y para nada me he opuesto y más bien lo proclamo a los cuatros vientos del mundo y se lo encomiendo al amparo de todos los dioses y diosas de todos los firmamentos. Me declaro culpable de ser abuelo y asumo con gran contento este papel que siento como el último regalo, llegado en buen momento.Y para recibir al descendiente con lecturas del continente sí que he caminado. Y es que buscaba un tomo que me presente al más joven de los recientes lectores impenitentes que presiento ha llegado al mundo.

Y escogí para él, que también para vosotros, entre muchos títulos, una deliciosa novela de Luis Sepúlveda, escritor chileno: ‘Historia de una gaviota y del gato que le enseño a volar’. Semanas atrás del mismo autor comentamos ‘La sombra de lo que fuimos’.Al futuro gran lector, de boca a oído le diré del gato Zorbas, negro, grande y gordo, al que el destino encomienda una tarea increíble, empollar a una gaviota huérfana de nombre mágico: ‘Afortunada’, a la que luego de nacida el felino, habitante de un puerto y su pandilla de maulladores, deberán enseñarle a volar por todo lo alto. Empeñó la palabra el gato ante la gaviota madre, Kenga. No fue tarea fácil. El mundo de los humanos es siempre tramposo. Ya lo dijo el hermano Francisco de Asís, ante el hermano Lobo y vale la advertencia, de la palabra poética de Rubén Darío: “Francisco responde: En el hombre existe mala levadura”.Y que mejor para un recién llegado a la vida que proponerle temas de libertad. De cielos abiertos. De fronteras que no existen. De respeto a la naturaleza. De amor al prójimo y a la diversidad. De tolerancia. Y que tarea la de los mayores, enorme, la de ponerle freno al absolutismo, al oscurantismo, a los vientos de guerra fratricida, al armamentismo infame. A la perversa intención de los divisionistas. De los que quieren repartir terror por América, en nombre de ideologías castrantes y superadas. De los cultores de sociedades cerradas, en las que lo primero que se atrapa es al pensamiento de los jóvenes. Sociedades de claustro, uniformadas, por dentro y por fuera. Prisiones en las que se lavan cerebros diariamente a los ciudadanos, desde la recalcitrante publicidad oficial. Desde la vanidad y egolatría de los conductores. La ‘Historia de una gaviota y del gato que la enseñó a volar’ también es la de Juan Salvador Gaviota, literatura que resuma libertad. Yo me comprometo a pelear por la tuya.FRASE“–No lo sé. Ese humano me inspira confianza-reconoció Zorbas-. Le he oído leer lo que escribe. Son hermosas palabras que alegran o entristecen, pero siempre producen placer y suscitan deseos de seguir escuchando.”


(Pág. 116)BIOGRAFÍALuis SepúlvedaEscritor chileno. En 1977 fue encarcelado por el régimen totalitario de Augusto Pinochet. Se considera uno de los escritores latinoamericanos del realismo mágico. Después de practicar la poesía y el teatro, su paso lo da a la novela en 1989 con ‘Un viejo que leía novelas de amor’, obteniendo el Premio Tigre Juan.Es un escritor de novelas cortas, pero con mucho realismo y sentido, especializándose en temas ecológicos y autobiográficos.Como militante activo de movimientos ecologistas trabajó en Greenpeace desde el año 1982 hasta el 1987 en una de sus embarcaciones. En 1986 debutó como director cinematográfico con ‘Vivir a los 17’. Más tarde dirigió ‘Nowhere’ en 2002.