Ecuafútbol, la telaraña del poder 11/30/2008
Pablo Campos. EL COMERCIO Fausto Llerena es afortunado: conoció Alemania gracias a la Ecuafútbol. En junio del 2006, estuvo en Bad Kissingen, Gelsenkirchen, Hamburgo... acompañando a la Selección tricolor en su periplo mundialista. Él preside la Asociación de Fútbol de Pastaza, un ente formado por cuatro equipos que juegan en la Segunda categoría. Llerena recuerda emocionado su experiencia mundialista: “Aprendimos nuevas formas de comportamiento e hicimos amistades con otros directivos”. Carlos Galarza es el presidente de la Asociación de Morona Santiago, que tampoco tiene equipos en el fútbol profesional. Este año acompañó a la Tri al partido del 10 de septiembre ante Uruguay, en el estadio Centenario. Algo similar sucedió con Nicolás Haro, de Sucumbíos, quien conoció Uruguay gracias a la Federación.
Algunas cifrasUSD 4 millones es el monto que recibió la Federación por los derechos de televisión de los partidos de la Selección en estas Eliminatorias y en los amistosos. En la fase premundial del 2002 la cifra fue de USD 9,2 millones.La FEF percibe el 5% de la taquilla de todos los partidos del campeonato nacional. Otra fuente de financiamiento son los auspiciantes y el cobro de multas, cobradas por la Comisión Disciplinaria.Barcelona y Liga son los equipos federados en Ecuafútbol con los presupuestos anuales más altos: Albos y toreros invirtieron USD 10 millones este año, cada uno. Deportivo Quito presupuestó USD 4 millones y El Nacional USD 3 millones.
Los tres coinciden en algo: desde que Luis Chiriboga asumió la Ecuafútbol, en 1998, las asociaciones y equipos chicos tienen amplia cabida en el organismo.“Nosotros queremos que existan más asociaciones para que el fútbol ecuatoriano crezca, que haya más espacio para nuevos equipos, nuevos talentos”, sostiene el directivo Chiriboga. Esa acogida no es gratuita. El mandatario de la FEF y sus colaboradores han tejido una red de apoyos en torno a algunos dirigentes de esos equipos y asociaciones, con un propósito central: mantener su hegemonía. Cada martes, en las sesiones de la FEF es común mirar a la cúpula (Chiriboga, Carlos Villacís y Francisco Acosta), rodeados de dirigentes de clubes. La cordialidad es la tónica; los abrazos se multiplican y las atenciones : desde un tradicional café, hasta el uso de computadoras, fax... “Es una visión institucional. La razón de ser del fútbol ecuatoriano son los dirigentes. Por eso, siempre tratamos de que estén cómodos, que se sientan a gusto”, confiesa Villacís.Pero no solo de estímulos viven los dirigentes. Haro recuerda que el apoyo del presidente de la FEF fue fundamental para constituir la Asociación en Sucumbíos, el 5 de enero del 2007. “El ingeniero (Chiriboga) nos dio una mano para que el ex secretario del Deporte, Omar Cevallos, nos despache el acuerdo ministerial. Además, nos ayuda con boletos aéreos, dinero para gastos de la Asociación...”.El acercamiento de la Ecuafútbol con sus clubes filiales ha generado a la dirigencia un amplio crédito en las 18 asociaciones del fútbol ecuatoriano. A ello hay que sumar los éxitos: durante la década de administración de Chiriboga, la Tricolor disputó dos mundiales de mayores (Corea-Japón 2002 y Alemania 2006), uno de juveniles (Argentina 2001) y alcanzó la medalla panamericana en Río de Janeiro 2007. Fruto de sus logros, el directivo ha sido reelegido en dos ocasiones; en el 2002 y en el 2006, esta última de forma unánime. “Aquí nada es producto de la suerte. El fútbol sudamericano es demasiado competitivo y, sin embargo, hemos estado en dos mundiales”, confiesa orgulloso el directivo. Pese a ello, hay quienes creen que el éxito de ‘Luchito’ es fruto de su olfato y habilidad para el cabildeo. Uno de ellos es Antonio Rodríguez , ex dirigente de Liga. Él cree que el manejo de la Federación es clientelar y deja al margen a los clubes grandes como Liga o Barcelona. “La estructura del fútbol ecuatoriano permite gobernar sin necesitar el apoyo de los poderosos”. La única ocasión en que los equipos influyentes como Liga y Barcelona le salieron al paso fue en el 2005, cuando Chiriboga impulsó el Canal del Fútbol. Albos, toreros y el D. Cuenca frenaron el proyecto. Rodríguez recuerda que Liga y Barcelona iban a recibir USD 350 000. “En cambio, por los votos, había equipos de Primera B que tenían un abono de USD 20 000”. De acuerdo con los estatutos de la Federación, los 22 equipos que integran el fútbol profesional tienen el mismo peso en cuanto a votación: cada club tiene dos votos. En cambio, las asociaciones provinciales tienen uno en el Congreso, a excepción de Asoguayas y AFNA, cuyo pronunciamiento vale el doble.“Los votos de los equipos pequeños son muy útiles. Históricamente ha sido usado por los dirigentes de turno”. Esa es la reflexión del ex síndico de AFNA, Oswaldo Paz y Miño. Él cree que el cabildeo deportivo es muy similar al que se realiza en la política. La actual administración de la FEF mantiene un dominio sobre las asociaciones y clubes. Las únicas voces disidentes han sido las de Galo Roggiero, de Barcelona, y Rodrigo Paz, de Liga. Roggiero ha desaparecido de la esfera pública tras su fracaso en la administración de Barcelona, en el 2007. En cambio, Paz moderó su discurso. “Hemos visto un cambio positivo de parte de la dirigencia. Mientras no afecten a nuestros intereses estaremos bien”, dice el dirigente albo. Chiriboga ha tendido puentes para mejorar su relación con la ‘U’: Posibilitó que el torneo local se termine el 7 de diciembre, para que Liga afronte con tranquilidad su participación en el Mundial de clubes en Japón. Además, ubicó al ex presidente albo, Iván Romero, en una de las comisiones más calientes: la de Arbitraje. Romero es un apasionado de las estadísticas deportivas y de los toros. Pero sobre todo es amigo de Chiriboga e incondicional colaborador de Paz. “Mi mamá siempre me decía que hay que tener amigos hasta en el infierno”, dice sonriente Romero, cuando se le pregunta con quién se quedaría entre Chiriboga y Paz. Él es el encargado de establecer el escalafón de los jueces y elaborar un plan para capacitarlos de forma continua. Otro de los hombres claves de la administración de la FEF es Álex de la Torre, presidente de la Comisión Disciplinaria. Hace 10 años, él pactó con Chiriboga los cinco votos del fútbol de Tungurahua a cambio de una vocalía en el Comité Ejecutivo. Ahora es uno de los directivos más poderosos en la FEF. “Todos los equipos tienen la misma consideración. Es obvio que a mí no me quieren mucho, porque a nadie le gusta que lo sancionen”, dice el profesor de econometría en la Universidad de Ambato.¿Cuánto más durará el dominio de esta administración? Villacís sostiene que dependerá de los resultados deportivos. El próximo año será determinante para definir si Ecuador irá a su tercer Mundial. Hasta tanto, Chiriboga respira tranquilo y sigue sumando aliados. Los últimos fueron Fredy Navia y Robert Cevallos, directivos de Liga de Portoviejo y Manta , recién ascendidos. Navia cuenta que apenas su equipo logró el ascenso, Chiriboga lo llamó: “Felicitaciones Fredy. Ya era hora de que Manabí vuelva a Primera”.
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