ARTES / CULTURA
Firmin
31 de Mayo de 2009
RESEÑA ENSAYISTICA
DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO J
PARA REVISTA CULTURAL ARTES
DIARIO LA HORA
Como quisiera este momento huir, alejarme para siempre, de los sentimientos y de los sentidos que pierdo día a día y convertirme por entero en una palabra: olvido. He vivido lo que he vivido, para llegar a ser eso: olvidable. Quisiera refundirme en la esquina más oscura y alta de una estantería, de una antigua librería, y esperar a la noche para lanzarme al vacío. Y en lo que dure mi viaje hacia la nada revisar desde mi memoria todos los libros que pude leer y, sobre todo, los que no alcancé ni a mirar.Vaya tristeza la que me embarga. Y no pasa de mí. No, más que nada es decepción, enfado, hastío, impotencia. Reflexiones a bordo de una cabeza que explota. De un amargor que me roe. Y no he comprado la pistola, pienso en Sandor Marai que lo tuvo planeado todo, para el momento supremo. Adquirió el arma suicida, con antelación, para usarla en el preciso instante.
Y claro no soy Marai. Apenas llego a “ejemplito”. Un prototipo chiquito. Un ratón de biblioteca no es rata de alcantarilla. Eso sí. Lo que cada uno roe en la vida es diferente. El que va a la vera de los libros mitiga sus pequeñas soledades, acompañándose de palabras. Su laberinto es de tapas y contratapas. Al final siempre encuentra una luz en el túnel. No nada en aguas turbias. Ni pútridas. Como el que afila sus garras en las cloacas de sus odios, sus envidias, sus revanchas y sus nauseabundas memorias.Firmin, se titula la novelada existencia, dicha en monólogo, de una rata ilustrada. De un pequeño gran ser que alejado de lo de lo banal trasciende, que no tiene nada de ordinario. Un ratoncillo que sobrevive de las letras y se arropa con ellas. La bitácora de un autentico gourmet de las palabras bien escogidas, que no de los desperdicios de nadie. Un bohemio sujeto, bigotón de cuatro patas, que se nutre de literatura, su pasión de pasiones. Un leyente de tomo y lomo que prefiere los manuscritos que a distancia huelen a Arte, y que se escriben para la Eternidad.Es la obra de Sam Savage, gentil, emocionante y kafkiana historia de un gran pensador peludo y mínimo de cuerpo. De un lector gigante, inagotable y voraz. De un soñador portátil, de afilados y largos dientes, de un viajero hacedor de su destino, de un nómada de biblioteca, al que palabra por palabra la lectura va humanizando, que no convirtiendo en humano. Firmin, una rata excéntrica, cincuentona a la fecha. Viciosilla y amante del porno y del cine de antaño, ha sido la primera entre sus iguales que incluyó a la lectura dentro de sus increíbles y milenarias tácticas de sobrevivir. Se sabía lo de Borges: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me enorgullecen las que he leído”.Entre líneas“Tendrían que enterrar los libros con sus propietarios, como lo hacían los egipcios, para que la gente no pudiera poner sus manazas en ellos, luego; para que los muertos tuvieran algo que leer en su largo recorrido de la eternidad”. (Pág. 85)
Y claro no soy Marai. Apenas llego a “ejemplito”. Un prototipo chiquito. Un ratón de biblioteca no es rata de alcantarilla. Eso sí. Lo que cada uno roe en la vida es diferente. El que va a la vera de los libros mitiga sus pequeñas soledades, acompañándose de palabras. Su laberinto es de tapas y contratapas. Al final siempre encuentra una luz en el túnel. No nada en aguas turbias. Ni pútridas. Como el que afila sus garras en las cloacas de sus odios, sus envidias, sus revanchas y sus nauseabundas memorias.Firmin, se titula la novelada existencia, dicha en monólogo, de una rata ilustrada. De un pequeño gran ser que alejado de lo de lo banal trasciende, que no tiene nada de ordinario. Un ratoncillo que sobrevive de las letras y se arropa con ellas. La bitácora de un autentico gourmet de las palabras bien escogidas, que no de los desperdicios de nadie. Un bohemio sujeto, bigotón de cuatro patas, que se nutre de literatura, su pasión de pasiones. Un leyente de tomo y lomo que prefiere los manuscritos que a distancia huelen a Arte, y que se escriben para la Eternidad.Es la obra de Sam Savage, gentil, emocionante y kafkiana historia de un gran pensador peludo y mínimo de cuerpo. De un lector gigante, inagotable y voraz. De un soñador portátil, de afilados y largos dientes, de un viajero hacedor de su destino, de un nómada de biblioteca, al que palabra por palabra la lectura va humanizando, que no convirtiendo en humano. Firmin, una rata excéntrica, cincuentona a la fecha. Viciosilla y amante del porno y del cine de antaño, ha sido la primera entre sus iguales que incluyó a la lectura dentro de sus increíbles y milenarias tácticas de sobrevivir. Se sabía lo de Borges: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me enorgullecen las que he leído”.Entre líneas“Tendrían que enterrar los libros con sus propietarios, como lo hacían los egipcios, para que la gente no pudiera poner sus manazas en ellos, luego; para que los muertos tuvieran algo que leer en su largo recorrido de la eternidad”. (Pág. 85)
Biografía Sam SavageNacido en Carolina del Sur y hoy residente en Madison,Wisconsin, obtuvo el doctorado en Filosofía por la Universidad de Yale donde fue profesor. También ha sido mecánico de bicicletas, carpintero, pescador y tipógrafo. Firmin, su primera novela, fue publicada por una pequeña editorial de Minneapolis, fuera de los grandes circuitos editoriales. Sin embargo, ha crecido gracias a la recomendación de lectores y librerosTiene cinco estrellas en Amazon.com y ha obtenido varios premios americanos; ha sido Descubrimiento de la selección de Nuevos Grandes Escritores de Barnes & Noble, Finalista del Premio Descubrimiento Barnes & Noble, Libro destacado del Blog de la Cooperativa Literaria ‘Read This!’, el Book Sense dic y el Book Sense Annual Highlight. Ha sido también la novela Top Debut del Library Journal y es nada menos que libro destacado de la Asociación Americana de Libreros. Llamado a convertirse en un símbolo del amor por la lectura, Firmin se publicará próximamente en varios países de Europa y Asia.
