
‘Antes de reaccionar mal hay que pensar’ 5/3/2007
Luego de la resolución. Agustín Delgado (izq.) en compañía de su abogado, brindó declaraciones, visiblemente emocionado. Foto: EL COMERCIODel EnviadoEl Tin leyó con emoción y dificultad un texto que había preparado con anticipación. Se mostró agradecido con la dirigencia y anunció que, a partir de su reaparición, será un abanderado del juego limpio.El jugador de 32 años, asistió elegante al congreso extraordinario del balompié criollo. Un terno negro, zapatos del mismo color, camisa celeste y corbata azul marcaron su apariencia. Se mostró, fiel a su estilo, tranquilo y sobrio antes y durante la votación de los dirigentes. Lo acompañaron por lo menos unas 20 personas, entre familiares y amigos, liderados por la madre, Anatolia Chalá, y por el abogado Oswaldo Paz y Miño.Una vez que terminó la votación que selló la amnistía a favor del choteño, Delgado se emocionó y varias lágrimas salieron de sus ojos. De inmediato buscó a su madre. El resto de acompañantes del goleador lo rodearon. Entre abrazos y felicitaciones pasaron por lo menos cinco minutos.Paz y Miño pegó un grito a Delgado y le pidió que se acercara a la mesa directiva. Patricio Torres, miembro de la Comisión de Fútbol de Liga de Quito, solicitó a la dirigencia presente que permitiera hablar a Delgado, quien aún estaba rodeado de los suyos. Lentamente, el Tin se acercó.“Ha sido una lección muy dolorosa para mí, pero me ha servido mucho. Ahora sé, y le aconsejo sobre todo a los niños, que cuando sufran circunstancias como las que yo pasé, primero piensen antes de actuar”, dijo.Se cansó de agradecer. Al primero que nombró fue al presidente de la FEF, Luis Chiriboga. Luego se refirió a su familia y a su abogado. “También les digo gracias a los dirigentes y a los medios que no me apoyaron”. Al final, se refirió a su abogado, Oswaldo Paz y Miño. “Misión cumplida doctor”, dijo de nuevo con los ojos húmedos.De inmediato se robó el show Aida Espinoza Minda, quien dijo ser tía del Tin, abuela de Geovanny ‘La Sombra’ Espinoza y pariente de Sandro Borja. “¡Viva el Chota! ¡Vivan los negros!”, gritó emocionada la anciana, mientras quienes estaban aún presentes en la sala aplaudían la decisión que favorecía al goleador.
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