TOMADO DEL DIARIO ABC DE MADRID.La noche más hermosa, de aquí a la India
Penélope Cruz, radiante, se ha convertido en la primera actriz española en recoger un Oscar
ANNA GRAU NUEVA YORK
Publicado Lunes, 23-02-09 a las 20:53
La 81 gala de los Oscar fue la noche más hermosa para una Penélope Cruz blanca, radiante y bañada en lágrimas como una novia. Pero la magia se dejó sentir hasta Mumbai. La ciudad india que no hace tanto era noticia por la violencia terrorista se asomó al orgullo nacional y mundial de la mano de las ocho estatuillas de oro cosechadas por “Slumdog Millionaire”, una cinta independiente que, más que derrotar, humilló a toda una superproducción como “El curioso caso de Benjamín Button”.
¿Qué hace falta para que una película como esta gane una cosa así? ¿Malas artes, suerte, que alguien sea genio o que esté escrito en el destino? Las grandes preguntas que se plantea el protagonista de “Slumdog Millionaire” valen para una película que es un cuento de hadas al cuadrado: por la historia que cuenta y por cómo esta historia se ha abierto camino hasta el séptimo cielo de Hollywood.
A toro pasado todo el mundo ve clarísimo que esto tenía que ocurrir y todo el mundo tiene una teoría. Como que el futuro del negocio pasa por la alianza entre Hollywood y Bollywood, de donde ya empieza a venir la financiación de proyectos de todo un Steven Spielberg, toda una Disney, etc. Sin olvidar con que hace ya unos años que el cine independiente llama a las puertas de la Academia. “Slumdog Millionaire” es un bebé acunado por la división de la Twenty Century Fox significativamente llamada Fox Searchlight (¿buscando la luz?) Pictures, que ya ha puesto sobre la mesa gemas como “Juno” y “Little miss Sunshine”. Todas ellas se quedaron a un paso del Oscar al que la historia dirigida por el británico Danny Boyle ha hincado por fin el diente.
Son ocho Oscars los que se lleva a casa, incluyendo el de mejor película y mejor director. Mientras la ultranominada “El caso de Benjamín Button” tenía que contentarse con sólo tres galardones –técnicos y francamente menores- de todos los que planeaban sobre la cinta. Mundo Real 8, Hollywood Trasnochado 3.
El imán de multitudes¿O es pasarse de ingenuo verlo así? Renovarse o morir, dijo el poeta, pero también el ejecutivo de los grandes estudios aterrados por la caída en picado de la taquilla, de los beneficios incluso en DVD y, en general, del negocio. Tan mal está la cosa que el sindicato de actores ni siquiera se atreve, de momento, a convocar una huelga como la que hicieron el año pasado los guionistas, teniendo los mismos motivos. El entertainment necesita una reconversión.
Esto pasa cada vez más por un entertainment sin fronteras. Si en el primer mundo el espectador se vuelve inapetente y más amante de la consola, el Myspace o las series de televisión para pasar el rato, en otras latitudes y particularmente en el Tercer Mundo el cine sigue siendo un imán de multitudes. Pero ojo que estas ya no acuden hipnotizadas por el glamour unilateral del antiguo Hollywood. El público del futuro es interactivo y exige reconocerse, identificarse más con lo que ve en la pantalla.
¿Significa esto que el Oscar de nuestra Pe cae dentro de lo folklórico? No deja de ser significativo que la española coseche su mayor éxito por su papel más cañí, adentrándose en un registro por el que ninguna yanqui puede seguirla. Pero el acierto de Penélope Cruz es saber hacer esto y a la vez resultar creíble como “uno de los nuestros” en Hollywood, no pasarse de exótica.
Su caso encarna como pocos la verdadera globalización del cine...que por supuesto también lo es de la envidia. Aunque Penélope y su Oscar merecieron un elogio casi unánime, no faltó el mal gesto de la chasqueada Marisa Tomei. Hay que decir que los buenos modales no son el fuerte ni de ella ni de su compañero de fatigas en “El luchador”, Mickey Rourke. A pesar de su soberbia actuación, Rourke ha ido tanto de outsider que finalmente outsider se quedó, es decir, compuesto y sin Oscar.
Se lo dieron a Sean Penn, un actor magnífico pero también una especie de bestia negra tanto para los académicos como para la prensa especializada. Otra cosa es que este premio le haya llegado con cierta carga política, de la que el actor pareció ser muy consciente al pedir desde el escenario que todos los que aún se oponen al matrimonio homosexual depongan esta “vergüenza”.
Insuperable el señorío de la ganadora al Oscar a la mejor actriz, una Kate Winslet bellísima que era nominada por sexta vez y que reconoció llevar muchos años practicando con el bote de champú. Por tenacidad que no quede. Sí se cumplieron los pronósticos de que Heath Ledger obtendría el Oscar póstumo al mejor actor de reparto, aunque no los de que reconocería el galardón la madre de su hija. Al final fueron sus padres y su hermana.
