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viernes, 16 de enero de 2009

UNA PENA EN OBSERVACION.


ARTES / CULTURA
Biblioteca
Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
21 de Enero de 2007

Una pena en observación Concluí el libro que ahora os recomiendo, conmovido, apretado, en ahogos, maravillado y dolido. Porque la literatura cuando es tan bella, a más de deslumbrar, puede torturar y herir. ¿La pena hasta dónde puede reventarnos el alma y quebrarnos la vida? ¿Hasta qué punto podemos encarar el suplicio de las pérdidas definitivas, las partidas sin retorno de aquellos que más amamos? En el antes y el después de las tragedias, ¿dónde está Dios? ¿Cuál nuestra actitud respecto de Él, ante lo irremediable?‘Una pena en observación’ es una bitácora plagada de tristeza. Cuatro capítulos marcados por la desolación. Impregnados de profundas reflexiones sobre la muerte y la vida, dos extremos que se juntan. Apuntes que ponen a Dios, a las creencias y a las oraciones en la congeladora, mientras, la víctima, Clive Staples Lewis, autor de la obra, intenta, sobreponerse, resurgir, cual ave fénix, de las garras del desconsuelo producido por la muerte de su bien amada, Helen Joy Davison Greswham.
Transitando las cuartillas autobiográficas de este pequeño gran volumen, de 103 páginas avalado por Anagrama, que cuenta ya con nueve ediciones, acudieron a mi mente las palabras, sabias, de un sacerdote y ser humano ejemplar, que ya se encontró con la muerte, hace poquito tiempo, y que en una misa de cuerpo presente -el fallecido era, un compañero mío-, decía, palabras más, palabras menos, que era un error endosarle a Dios el dolor de los humanos, que Él nada tenia que ver con las muertes, que El Señor, lejos de lo que siempre mal se nos había enseñado, no era castigador ni revanchista ni malo como para provocar accidentes de ningún tipo, -el amigo por el que estábamos en la iglesia había fallecido en uno- que dejen a los hijos sin padres, a las mujeres sin maridos, que Dios no era el perverso. Que todos los dolores son consecuencias de la vida, de los andares por ella, de las injusticias humanas, de las malas acciones del hombre. Que Dios era y es sólo amor. Y viniendo tales palabras de quien venían, llegando tales dichos de un hombre que vivía y respiraba por amar al prójimo, de un comprometido a muerte con el pensamiento de Cristo, acepté, creí, me convencí, de que Dios, cualquiera sea la idea que tengamos de Él, no está para nimiedades tales como matar. El cura iluminado al que me he referido era el Padre José Karolo. ‘Una pena en observación’, reacciones naturales, humanas, cuestionamientos, filosofía sobre la congoja, el miedo y la invalidez y la soledad que causa la muerte en los que la miran pasar, llevándose en su fardo a un cercano. La memoria que evoca. Las fotos de los que ya no están nos muestran sus rostros paralizados en el tiempo, la edad ya no hace por ellos, sí por los que todavía respiramos. Un día tal, resulta que, estamos más viejos que los muertos que enterramos. Que vamos por el mismo sendero. Y advertimos que ellos no tuvieron que verse hasta el final. Merece la pena esta lectura. No la deje para el incierto futuro. “¿Qué es la pena comparada con el dolor físico? Digan lo que digan los necios, el cuerpo puede llegar a sufrir veinte veces más que el alma. La mente siempre tiene alguna capacidad de evasión. En el peor de los casos, un pensamiento insoportable lo más que hace es volver una y otra vez, pero el dolor físico puede ser completamente ininterrumpido. La pena es comparable a un bombardero que nos sobrevuela dando vueltas y dispuesto a soltar una bomba cada vez que una de estas vueltas desde arriba coincide con nuestra cabeza”. Pág. 60 cpaz2@andinanet.netfoto escritor BiografíaC.S. LewisNacido en Irlanda en 1898, ejerció la profesión de educación, enseñando literatura medieval y renacentista. Fue un gran amigo de J.R.R. Tolkien. Se convirtió al cristianismo, luego de ser ateo por muchos años, con mayor inclinación hacia la anglicana y así se transformó en uno de sus más formidables apologistas. ‘El problema del dolor’, ‘Mero cristianismo’ son algunos de los libros escritos por Lewis demostrando que la teología no es precisamente aburrida y que por el contrario, puede sumamente amena. Por otro lado, alcanzó la celebridad en el campo de la ciencia ficción por su trilogía ‘Más allá del planeta silencioso’, ‘Perelandra’ y ‘Esa fuerza maligna’, en las cuales se dan las peripecias de la vida fantástica y al mismo tiempo se le pone un punto cristiano (lo cual es muy extraño dentro del ateo género de la ciencia ficción). Es el creador de las ‘Crónicas de Narnia’, celebrada saga de relatos infantiles. Un escritor con el talento para explicar en términos muy sencillos los más abstrusos temas religiosos y éticos, y es -se esté o no de acuerdo con sus pensamientos- un ser que ha alcanzado la categoría de clásico.Falleció en 1963.(Biografía tomada de Aciprensa)