“EL ÚLTIMO ENCUENTRO” La cita con un libro inevitable. Como la muerte es.
Un libro nuevo, es una herida recién abierta. Una pincelada de agonía. Una marca más hacia el final del camino. Es, un libro concluido, el recuerdo, de que otros, se nos van quedando por leer. De que el tiempo, es implacable. De que la vida, es muy corta. Que apenas alcanza, para revisar un párrafo, de todo el material a leer. Por ello, sintiendo de cerca que todo tiene un fin, que hemos de aprovechar el corto lapso, asumiendo a fuego, nuestro papel voluntario de promocionadores de lecturas y autores, intentamos cada semana provocaros con escritores, nuevos, o poco conocidos en el medio, asumiendo el delicioso riesgo de sugeriros tal o cual título y nombre. Amamos y respetamos a los clásicos y a los contemporáneos famosos y bien instalados en nuestros patios de buenas lecturas. Los hemos leído y leemos, no faltaba más, y aquí, en “La Vitrina de los Libros” hemos comentando sobre ellos y sus maravillosos trabajos. Pero, creemos aportar más, cuando exponemos a otros literatos de los se sabe poco en nuestros lares. En esa fe, buscamos, escudriñamos las estanterías y el buen gusto de los libreros, y encontramos, siempre, “novedades”, que no dudamos en mostrar. Como ahora. Que, en vuestras manos ponemos a: “El Ultimo Encuentro” del novelista húngaro Sándor Márai, nacido en 1900 en Kassa, una pequeña ciudad que actualmente pertenece a Eslovaquia.
Sándor Márai, cuyo verdadero nombre era, Sándor Grosschmid, conocedor cercano del exilio y activo miembro del club del suicidio, ya que se mató en el año 1989, de alguna manera fue rescatado y su trabajo enorme y magnífico redescubierto, cuando el comunismo, que lo acosaba, y odiaba, sucumbía para siempre con la caída del muro de Berlín. La editorial Salamandra, que avala la novela de la portada de hoy, que cubre, de arte, sabiduría y pasiones humanas ciento ochenta y ocho páginas, apostó por recuperar la obra del prolífico escritor, que la intolerancia absolutista había intentado enterrar en vida.
“El Ultimo Encuentro”. Escrito por Sárai es ese que todos fatalmente tendremos con alguien algún día. Es esa cita que no podremos postergar. Es, el momento en que se pondrá término a la pasión más candente. A la lujuria encapsulada como revancha. Porque la venganza, cuando ha estado contenida, se desborda, fluida, viscosa y quemante, de un cuerpo a otro. ”El Ultimo Encuentro”, son esas palabras pendientes de evacuar cuando un alma ha guardado por mucho tiempo, la recitación de todas sus verdades. Sándor Márai, es explicito, detallista, milimétrico en describir con exultante belleza, enorme profundidad e inabarcable angustia, la historia de una amistad partida por el amor de una mujer.
Razones legítimas, destruyen, cercanías sólidas. Sin razones, las liquidan igual. La amistad es cosa de dos. El que no se acomode tiene todo el derecho del mundo para marcharse o para no volver. “El Ultimo Encuentro”, entre aquellos que amigos fueron, es la única oportunidad para hablar con la verdad. La de cada quien. En tal charla definitiva, han de aflorar las traiciones pretéritas. Las envidias disimuladas de toda una vida. Los celos. Y los resentimientos que no han caducado con la edad. Sándor Márai ha escrito un manual para el manejo de las emociones humanas más difíciles de gobernar. Las ha burilado, para que leídas que sean, se ejerciten, en la visita que ponga el colofón. En la que daremos el portazo.
“ –Estaría bien saber- prosigue el general, como si estuviera discutiendo consigo mismo-si de verdad existe la amistad. No me refiero al placer momentáneo que sienten dos personas que se encuentran por casualidad, a la alegría que les embarga porque en un momento dado de su vida comparten las mismas ideas de ciertas cuestiones o porque comparten sus gustos y sus aficiones. Eso todavía no es amistad. A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida…y que por eso se presenta en tan pocas ocasiones. ¿Que se esconde detrás de la amistad? ¿Simpatía? Se trata de una palabra hueca, poco consistente, cuyo contendido no puede ser suficiente para que dos personas se mantengan unidas, incluso en las situaciones más adversas, ayudándose y apoyándose de por vida… ¿por pura simpatía?
La amistad, así lo creo (aunque tú que has recorrido medio mundo sabrás de esto mucho más de lo que yo haya podido dilucidar aquí en mi soledad rural), la amistad es la relación más noble que pueda haber entre dos seres humanos. Es curioso: los animales también la conocen. Existe la amistad entre los animales, el altruismo, la disposición para ayudar. Un conde ruso ha escrito sobre ello… no me acuerdo su nombre. Existen leones y urogallos, y también otros animales de distinto género y procedencia, que intentan ayudar a los de su especie cuando se encuentran en apuros, incluso tratan de salvar animales de otras especies: lo he visto con mis propios ojos. ¿Has visto algo parecido en el extranjero? Allí seguramente la amistad significa otra cosa, más desarrollada, más moderna que aquí, en este mundo nuestro tan atrasado.” Págs. 98 y 99.
“El Ultimo Encuentro”, libro que nos reúne lector, tiene el membrete de 25ª edición junio de 2005. La primera edición esta certificada noviembre 1999. El libro ha tenido éxito, por que esta trazado desde el interior, desde los sentimientos, con aderezos tan humanos como los recuerdos de juventud, la llegada de la madurez, los trances gloriosos de la vejez. Literatura estructurada, bellísima, intensa y aleccionadora. Las hojas de la novela se hacen cortas. El lector, no apurara el final. No deseara, “El Ultimo Encuentro”. Quizá por miedo de verse así mismo en uno de los lados de la mesa. Como heridor, o como herido. En las dos experiencias solo ha de brotar el dolor.
“En el fondo de cada relación humana existe una materia palpable, y esa realidad no cambia, por muchos argumentos o astucias que se utilicen. La realidad era que tú me odiabas, que me habías odiado por veinte y dos años, con una pasión cuyo fervor caracteriza sólo las relaciones más intensas, como…sí el amor. Me odiabas, y cuando un sentimiento, una pasión se apodera por completo del alma humana, al lado del entusiasmo arde el deseo de venganza también...Pág. 119.
Usted, lector, ha de inclinar la balanza a su favor, si decide transitar por lo que ha escrito Sándor Márai. Sólo no olvide una cosa, nadie conoce cuando es la fecha de: “El Ultimo Encuentro. No se tome mucho tiempo.
RESEÑA ENSAYISTICA 2005
PARA REVISTA CULTURAL ARTES DIARIO LA HORA
QUITO ECUADOR
DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO JARAMILLO
DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO JARAMILLO
