Ocupación efectiva
DERECHO LABORALES DE LOS FUTBOLISTASOcupación efectiva
Por: Dr. Osvaldo Paz y Miño J.EXPERTO EN DERECHO DEPORTIVO
EXPERTO EN DERECHO LABORAL
Entre las causas de mobbing, o acoso moral a los jugadores de fútbol esta la no ocupación efectiva del jugador. Esto es, una sistemática y planificada marginación del plantel que no tiene otro objetivo que el despechar al profesional para que por voluntad propia renuncie, evitándole así al club el riesgo de echarlo a la calle y correr con el pago de las indemnizaciones. Esta práctica poco ética de algunos, se extiende a los jugadores juveniles que no son de interés de los clubes, pero con una variante. a estos de todas formas se les excluye, pero con la consigna de: "buscaté " equipo y arreglamos. Es decir hasta el último momento los chicos, son materia de una especie de vampirismo que los sangra sin ninguna consideración humana.
En esta calle de la amargura transitan los jóvenes que superan los veinte años, sin llegar a veinte y tres, y no han sido tomados en cuenta para integrar la plantilla principal. Están en el limbo. Unos contados alcanzan a jugar en equipos por cualquier paga y los demás, que son muchos, impedidos y atados a pagar derechos formativos que se cotizan en miles de dólares. ¿Si, a esos derechos aspiran los que los forman porque no los contratan entonces? Hay material para llegar a la Comisión de Derechos Humanos. Es intolerable que padres de familia se hayan visto forzados a suscribir letras de cambio por cifras que no podrán pagar nunca por obtener la " carta de libertad para sus chicos, En un documento hemos visto la advertencia de que el Club impedirá el trabajo al juvenil aspirante. Estas realidades no se pueden ocultar por la politiquería deportiva. Las victimas de esta forma de presión laboral sin miedo deben denunciar.
Entre las causas de mobbing, o acoso moral a los jugadores de fútbol esta la no ocupación efectiva del jugador. Esto es, una sistemática y planificada marginación del plantel que no tiene otro objetivo que el despechar al profesional para que por voluntad propia renuncie, evitándole así al club el riesgo de echarlo a la calle y correr con el pago de las indemnizaciones. Esta práctica poco ética de algunos, se extiende a los jugadores juveniles que no son de interés de los clubes, pero con una variante. a estos de todas formas se les excluye, pero con la consigna de: "buscaté " equipo y arreglamos. Es decir hasta el último momento los chicos, son materia de una especie de vampirismo que los sangra sin ninguna consideración humana.
En esta calle de la amargura transitan los jóvenes que superan los veinte años, sin llegar a veinte y tres, y no han sido tomados en cuenta para integrar la plantilla principal. Están en el limbo. Unos contados alcanzan a jugar en equipos por cualquier paga y los demás, que son muchos, impedidos y atados a pagar derechos formativos que se cotizan en miles de dólares. ¿Si, a esos derechos aspiran los que los forman porque no los contratan entonces? Hay material para llegar a la Comisión de Derechos Humanos. Es intolerable que padres de familia se hayan visto forzados a suscribir letras de cambio por cifras que no podrán pagar nunca por obtener la " carta de libertad para sus chicos, En un documento hemos visto la advertencia de que el Club impedirá el trabajo al juvenil aspirante. Estas realidades no se pueden ocultar por la politiquería deportiva. Las victimas de esta forma de presión laboral sin miedo deben denunciar.
