Semana del 21 al 27 de septiembre del 2002
'Río de Sombras' en la ciudad de las tierras del Sur
Dr. Oswaldo Paz y Miño J.

ALFAGUARA EDICIONES y el Grupo Santillana Ecuador, han incorporado a su última colección en la que se encuentran Títulos y nombres de autores como: 'El Diablo Guardián' de Xavier Velasco; 'El Paraíso en la otra esquina' de Mario Vargas Llosa; 'La Silla del Águila' de Carlos Fuentes; y otros libros de importancia para la actual Literatura Mundial, un nuevo y magnifico libro, del autor Ecuatoriano, Guayaquileño, Jorge Velasco Mackenzie, de quien he de confesar a boca de jarro, nunca había tenido la oportunidad de leer un trabajo. 'Río de Sombras' es su última obra. Puedo afirmar que me he deleitado con el maravilloso sustento de la novela. Con la inmensa y prodigiosa imaginación desplegada, por el manejo formidable del idioma, y por el desesperante, y angustioso dominio del arte de crear revoltijos, entuertos, ficciones y laberintos psicológicos y por la maestría metafísica con la que nos cuenta la historia de ciudad de las tierras del Sur, amenazada por la sombra. De como describe el día a día de la urbe, desde el pasado, hacia el presente y el futuro, tendiendo puentes, es decir caminos de energía entre el cielo y la tierra"Desde estribor, pude ver las luces apagándose; la torre del reloj público con ojo abierto al paso del tiempo; hacia la derecha aquella mejana reverdecida, el puente a lo lejos, juntando los dos tributarios separados por una punta de roca, formando ese caudal grisáceo por donde navega."Pag 13.La novela nos lleva más allá de los sentidos físicos a vivir lo invisible y sin forma, pero partiendo de una ciudad concreta, instalada, plena, creciente y bulliciosa. La ciudad del Siglo XXI del Ecuador. La misma que en este mes celebra su fundación y a la que de forma causal, que no casual, con todo el cariño y el respeto desde estas líneas, desde esta casa, desde LA HORA Y LA REVISTA ARTES, le rendimos homenaje compartiendo una propuesta literaria de uno de sus notables hijos. ¡Viva Guayaquil! ¡Viva!Llena de historias y leyendas. De sentimientos, miedos, alegrías y atrocidades. Una ciudad vital y una ciudad con fantasmas. Una ciudad descrita por quien puede ser un ciego o por algún extraterrestre observador. Pienso en José Saramago y en su Ensayo sobre la Ceguera. En Antonio Gala y en Minaya y el Imposible Olvido, En Borges y su genialidad y las Ficciones del hombre, del alma, del sentimiento. Siento que todo es mental. Que esta novela nos pone en el umbral. "A veces caminas por una calle, das un paso y te encuentras con otra, otro más y ya estas sin darte cuenta, en una esquina que cuando quieras cruzarla, no la reconocerás, esta transitada por gente que murió hace años" Pag 51.Es que la novela parte del hecho de buscar la luz y allí todo se enreda es como un manglar. La novela atrapa. Hay que salir de ella pronto, leerla sin pausa. O la sombra nos puede llegar como Basilio lo temía a la ciudad. Pero, ¿qué temor pudo tener Basilio que aparentemente no existió? La lectura nos conducirá a establecer si fue como hombre, como ser de los manglares o como producto del pensamiento o, de la imaginación."Adelante está la ciudad, una ciudad gris en las tierras del sur. El San Cristóbal navega despacio acercándose a ella; a bordo de este vapor de cabotaje, un hombre solitario zarpó tres días atrás: allá lejos, mientras se preparaba para volver después de una larga ausencia en el Golfo, escuchó la noticia de que la sombra vendría para desaparecerla, dejar desolada la pampa ocupada por las ciudadelas y el centro comercial, arrasar los barrios lacustres al pie del manglar, las casas de altura sobre aquellos cerros donde pasó su infancia." Pág 13. La ciudad y el río, están en la sangre, en la piel, en el alma de los seres que han nacido en sus entrañas o viven en ellas. Unos seres se ven otros están, pero no se miran, se presienten o se imaginan, o se sueñan. "¿Quien es? ¿Como ha sido su vida antes del final que se avecina? Lo contaré porque de ello depende m propia vida. Su nombre es Basilio y es nadie, un desaparecido que regresa a la última ciudad de la Tierra para morir." Pág 14.-Las ciudades son producto de la razón y de la locura. En las ciudades se percibe la vida como sinónimo, aunque puede haber ciudades llenas de muertos. Los hombres transcurrimos en ellas, nacemos y morimos en sus casas, en sus cerros, en sus ríos y a ella y a ellos volvemos, tomamos unas veces unos cuerpos y pasado el tiempo nos reflejamos en otros, los siglos sin saberlo nos preparan para esas idas y para esas vueltas. De allí los profetas y sus viajes cíclicos."El cuerpo de ella iluminaba la instancia cerrada delante de el; su presencia lo despertó, entonces esta si abrió los brazos aprisionando a mi madre, que solo un quejido fuerte, la luz venida de afuera se confundió con su fulgor, éramos los tres solos adentro, los dos cuerpos abrazados y yo, en alguna parte nonato; ambos fueron descendiendo hacia el piso, despacio sin ruidos, su ropa cayó a un lado despedazada, no sé por cual de los dos; sus labios lamían el cuello de ella; su cuello resbalaba en los labios de él, uno sobre el otro, ¿yo en la mitad? Medio vivo? Medio muerto?". Pág. 125.La ciudad y el río se tienen el uno al otro. El es para ella y ella para el, comparten destino, amores y desgracias, progreso, crecimiento, alimentos, hambre, vida y muerte. Luces y Sombras. La historia de la ciudad de las tierras del sur, es la de aquella en que ha nacido el escritor y la del río su permanente compañero y por ende es también la historia del escritor."Sombra ríoRío de sombrasSobre las sombras del ríoRío al ver la sombraSobre el que río que asombraA la misma sombraCayendo sobre el río" Pág. 122. La ciudad de las tierras del sur, el golfo, el río y el malecón, hacen el número perfecto. El cuatro. El cuaternario que es sagrado y lo fue para los egipcios, los hindúes, los etruscos, es el pilar esotérico de la novela. El cuatro es el número perfecto, es el emblema del movimiento del río, de lo infinito de las aguas, del espíritu esencial e inmortal del hombre que habita la ciudad, y la raíz de los demás números. "Cuando me acerque a ellos, ninguno levanto la mirada: eran trigueños, muy delgados y de manos encallecidas, como si hubieran regresado de alguna batalla, olían a pólvora; aterrado note que el vientre estaba abierto en el canal y los rayos del sol bordeaban los rayos de esas heridas. Ninguno habló, pese a que yo, ahora sí con palabras les pregunte quienes eran."No lo conocen y nunca le hablaran, dijo el jefe detrás de mí. ¿Recuerda los muertos en el río, las cruces que dejaron en el agua? Son ellos. Desde que los mataron viven aquí, entre nosotros." Pág. 111. La novela se adentra en ese microcosmos que es el manglar y allí el lector descubre un Templo natural y un laberinto donde la naturaleza impone la vida y perdona la muerte. Los dioses del agua, de los peces, de los seres plateados, nos son presentados. Este trazado despierta nuestros sentidos, aquellos que estaban dormidos, esos, que surgen de la verdad metafísica de que todo es posible. Con esa premisa, el hombre puede acercarse a conocer la verdad absoluta, aunque sea después de la muerte. La Apocalipsis alardea de ella. En los sentidos del hombre no esta el porque de las cosas. Estas se explican desde lo interior desde un sensorium particular, desde el hombre hacia adentro, como la oración correcta, desde adentro para el infinito. No desde afuera para las imágenes." Lo que tu me pides es buscar a Basilio en mi memoria para que yo desaparezca!-No es verdad, dijo con calma,- para que los dos vivan, el uno inventando al otro."Pag 119.En la búsqueda de Basilio estamos todos. Leer "Río de Sombras" nos dejara una huella.
La Hora 2002 - Quito - Ecuador