El presidente de la CSJ, Roberto Gómez, puso en tela de duda la validez del control social que se propone en el proyecto de constitución y dijo que sólo en regímenes totalitarios se crearon instituciones por encima del control natural de la sociedad que son las leyes y los tribunales de justicia.El magistrado adujo que “en un régimen democrático no hay control más idóneo que el que se ejerce a través de las leyes y los tribunales de justicia que aplican estas normas legales”, particularmente en el campo penal.Dijo que el control ciudadano que se propone, es ambiguo e impreciso en cuanto a su ámbito de acción e integración. Organismos más o menos parecidos, con otros nombres, ya fueron creados en la Revolución Francesa y países con gobiernos bolcheviques y fascistas.Van a generar opinión públicaGómez hizo estas afirmaciones en el marco de la reunión de trabajo que mantuvo el pleno de la CSJ con los presidentes de las Cortes Superiores del país, en la que se acordó difundir a la opinión pública las inconsistencias y vacíos que presenta el proyecto de Constitución aprobado por la Asamblea, el mismo que generaría retraso en la administración de justicia y caos.
Jalkh pide a magistrados de la CSJ que no renuncien
Denuncian arremetida contra la justicia
El Presidente de la CSJ comenzó por puntualizar algunas preocupaciones que han surgido de la lectura del citado proyecto y dijo que en primer lugar, la Función Judicial se quedará debilitada y disminuida, porque sus fallos no serán de última instancia, ya que estarán sujetas a revisión de la Corte Constitucional.Respecto del Consejo Nacional de la Judicatura, hasta que se nombre el nuevo, se dijo que este organismo también se quedará inhabilitado, porque una vez cesados los magistrados de la CSJ, también se habrá cesado a su presidente y en el proyecto no se habla de quién y cómo se lo sustituye.También se vaticina que los juicios se paralizarán, porque en el proyecto se ordena que cuando un juez recibe una demanda de inconstitucionalidad, automáticamente el proceso deberá ser remitido a la Corte Constitucional, y aunque se dice por 45 días, en la práctica será mucho más tiempo.Diálogo de sordosEl presidente de la Corte Superior de Justicia de Quito, Patricio Carrillo, dijo que están frente a los hechos consumados y que el acudir a la Asamblea fue inútil, “porque fue un diálogo de sordos y porque siempre hubo la intención de tomarse la administración de justicia, y para ello los asambleístas acordaron cambiar la estructura de la Función Judicial”.
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El Presidente de la CSJ comenzó por puntualizar algunas preocupaciones que han surgido de la lectura del citado proyecto y dijo que en primer lugar, la Función Judicial se quedará debilitada y disminuida, porque sus fallos no serán de última instancia, ya que estarán sujetas a revisión de la Corte Constitucional.Respecto del Consejo Nacional de la Judicatura, hasta que se nombre el nuevo, se dijo que este organismo también se quedará inhabilitado, porque una vez cesados los magistrados de la CSJ, también se habrá cesado a su presidente y en el proyecto no se habla de quién y cómo se lo sustituye.También se vaticina que los juicios se paralizarán, porque en el proyecto se ordena que cuando un juez recibe una demanda de inconstitucionalidad, automáticamente el proceso deberá ser remitido a la Corte Constitucional, y aunque se dice por 45 días, en la práctica será mucho más tiempo.Diálogo de sordosEl presidente de la Corte Superior de Justicia de Quito, Patricio Carrillo, dijo que están frente a los hechos consumados y que el acudir a la Asamblea fue inútil, “porque fue un diálogo de sordos y porque siempre hubo la intención de tomarse la administración de justicia, y para ello los asambleístas acordaron cambiar la estructura de la Función Judicial”.
