12 de Abril de 2008 DIARIO LA HORA
Una de las formas de agredir al prójimo.
La FEF ya ha sancionado por primera ocasión expresiones racistas, muy bien y valientemente consignadas en su informe por el árbitro Tomas Alarcón, que ha pasado a la historia. Su decisión de reportar el griterío racista, surgido en el reciente partido, Barcelona - Deportivo Quito, ha de provocar un cambio y sentar precedentes y en los tribunales del fútbol jurisprudencia. Los demás jueces han de actuar igual en todo el país, para que se castigue con rigor draconiano, dentro de la ley, a los racistas y a los xenófobos, a los que tratan mal a los extranjeros en el fútbol y a los a los jugadores naturalizados ecuatorianos. Tapar el sol en este delicado tema es alcahuetear el mal. Hay que poner el dedo en la llaga para que a nadie se le ocurra decir nunca más que hay que blanquear la selección.
Quienes han hablado con tanta imprudencia, han tenido que callarse. La FEF, aunque tarde, ha actuado bien, no ha de bajar la presión. Ojalá diera el mismo paso, para que todos los clubes profesionales paguen el seguro social a los jugadores. El IESS ya ha actuado en contra del Aucas. ¿ Será por muestreo? Hay otros que no han pagado nunca. ¿Será que a todos les aplicarán igual dosis que al equipo ídolo de Quito? Los derechos de los trabajadores son intangibles y los de seguridad social imprescriptibles.
DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO J
