
MIERCOLES 25 DE SEPTIEMBRE DEL 2002
RESEÑA ENSAYISTICA
OSWALDO PAZ Y MIÑO
Revisando la carta de Jesús al Papa
OSWALDO PAZ Y MIÑO
Revisando la carta de Jesús al Papa
El recorrido por el libro 'CARTA DE JESÚS AL PAPA' al lector alguna conmoción ha de causarle. ¿De qué tipo? Solo la lectura lo dirá. Lealo, que vale la pena.
Dr. Oswaldo Paz Y Miño
Vosotros lectores y quien suscribe hemos sido formados por tradición y casi sin beneficio de inventario en el marco de una religión que se nos ha pegado a la piel y de la que poco se nos ha dicho desde otra óptica que no sea la que se repite casi sin cambios desde hace dos mil y tres años de presencia e indudable influencia, no siempre buena, en la historia de la humanidad de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Sus verdades y columnas se sustentan en dogmas tales como el de la virginidad de la madre de Cristo, de la inmaculada concepción, del Espíritu Santo, de la Resurrección al tercer día y la Ascensión, y de todo aquello que aparece como sobrenatural en las llamadas Sagradas Escrituras. Los temas constantes en la obra que hoy traemos a esta página a sabiendas que pueden causar mucho escozor en algunos, no son nuevos, pero bien vale la pena proponer la lectura de un libro diferente, con el ánimo de que el hombre libre de pensamiento, sin ataduras sectarias y con deseo de conocerse a sí mismo, de un repaso a lo que cree, desde una perspectiva crítica, opositora, diferente.
LARGA INVESTIGACIÓN
Treinta años de trabajo, que se dicen fácil, pero que no son pocos, viajes por todos los continentes, la lectura de más de dos mil libros sobre la vida de Jesús, le ha tomado al investigador Fernando Sánchez Dragó, estudiar al hombre Jesús y su mensaje, desde cuando a sus manos llegan los tres textos de los evangelios gnósticos que habían desaparecido en el siglo IV cuando la iglesia condenó el gnosticismo. Al final de la segunda guerra mundial un pastor beduino los encontró por casualidad en una cueva: " Yo leí en 1970 esos tres evangelios: el evangelio de Tomás, el de Felipe y el de la Verdad y quedé sobrecogido porque la versión de Jesús que daban esos evangelios era irreconciliable y completamente diferente a la que me habían enseñado a mí y a todo el mundo occidental." En la medida que ahondo en el personaje voy descubriendo que el Judeo Cristianismo es la mayor trampa de la historia universal."
"SER O NO SER"
Si de creer o no creer se trata es cuestión de cada cual. 'Todo está en los libros'. Musicalmente se dice en "Negro sobre blanco", ese magnífico programa de Televisión Española que conduce con sabiduría Fernando Sánchez Dragó, autor del atrevido y estupendo libro que hoy aquí dejamos. La obra es una Epístola Ecuménica, por la difusión universal que ha tenido. Bajo el apoyo de Editorial Planeta, vio la luz en su primera edición en septiembre 2001, a la fecha ya se han completado ocho.
Si de creer o no creer se trata es cuestión de cada cual. 'Todo está en los libros'. Musicalmente se dice en "Negro sobre blanco", ese magnífico programa de Televisión Española que conduce con sabiduría Fernando Sánchez Dragó, autor del atrevido y estupendo libro que hoy aquí dejamos. La obra es una Epístola Ecuménica, por la difusión universal que ha tenido. Bajo el apoyo de Editorial Planeta, vio la luz en su primera edición en septiembre 2001, a la fecha ya se han completado ocho.
UNAS PALABRAS DE SIDARTHA
"No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos. No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen. No creáis en nada sólo porque así lo hayan creído los sabios en otras épocas. No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os inspira. No creáis en lo que dicen las Sagradas Escrituras sólo porque ellas lo digan. No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano. Creed únicamente en lo que vosotros mismos habéis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia". BUDA.-"
UNA EPÍSTOLA SIN MALAS INTENCIONES
'CARTA DE JESÚS AL PAPA', tiene tres cartas y tres partes:La primera misiva, del autor al lector: "Estoy prácticamente seguro -como lo están, por lo que no me alcanza, todos los investigadores ecuánimes, honrados e informados- de que Jesús no fundó ninguna iglesia.".
Una segunda carta al Papa: "Señor Creedme: no hay intención de ofensa en la epístola firmada por Jesús que de un momento a otro vais a recibir. La escribo con miedo al mundo, con temor reverencial hacia Vos y con respeto para lo que representáis y os pido como contrapartida, únicamente lo último."
Y la última carta, que es una ficción literaria que, a través de la epístola del autor y su pluma, Jesús le escribe al Papa.: "WOJTYLA: Cada vez que la virtud del mundo mengua, yo me manifiesto. Ese el motivo de mi carta. Nunca hemos caído tan bajo. Te escribo para que reacciones, para que derribes los ídolos de un templo en el que solo hay mercaderes y superchería, para que recuperes la dignidad antes de morirYo no vine a fundar Iglesias, sino a desmantelarlas"
La tercera carta contiene tres partes: La vida de Jesús con una base documental no muy amplia, como tampoco lo es la oficial y ortodoxa que propone la Iglesia. Una interesante reconstrucción según la lógica del autor producto de la investigación literaria su visita a los lugares por donde transito vitalmente, el hijo de José y María, allí donde fue dejando huella, en su recorrido por el ciclo: aprendizaje, enseñanza y mensaje.
Y la tercera parte, que sin duda es la más documentada, que rompe las ataduras dogmáticas para establecer, para advertir claramente que el fanatismo, la intolerancia, y la deshumanización de la Iglesia, han distorsionado el pensamiento y la figura de cristo. Quien por obra y gracia de la iglesia deja de ser hombre de carne y hueso, para transformarse en una suerte de "héroe iniciático", de aquellos que en la zona del mediterráneo abundaban, y que en el mundo judío no existían. Hasta que la iglesia creo uno. ÉL.
Nace entonces una falsa imagen de Jesús y de su mensaje que nunca fue el de fundar ninguna iglesia. Se hace de el un personaje lejano del hombre, falsificado, creado por los filósofos gnósticos del siglo primero, quienes interesadamente distorsionan o cambian el viejo mensaje de aquellos que el mitólogo Joseph Campbell ha bautizado como héroes de las mil caras : Osiris, Dionisos, Isis, Baco, Attis, Appis, Mitra, Marduk,
Adonis, Buda, Krishna, quienes tienen en común una misma alegoría "que se repite siempre, y en todas partes y en los mismos términos, y que da pie a los cultos mistéricos: madre virgen, crucifixión, redención, ascensión. Los fundadores de la Iglesia interpretaron lo que solo era descifrable en clave de alegoría y simbolismo, en forma literal, para convertir y crear una Iglesia estrechamente vinculada al poder político y económico.
"WOJTYLA: Nunca fundé una iglesia, nunca investí a nadie de autoridad alguna, nunca tuve en mi poder las llaves del Reino, nunca dije a Simón Pedro, pescador de daga pronta y talante bronco, que se erigiese en Sumo Pontífice y Gran Rabino de la sinagoga de mi doctrina. Todo eso fue invención de un compatriota mío al que llamaban Saulo. Luego mudo de nombre. Yo no alcance a conocerlo. Él en cambio presumía de lo contrario.
"WOJTYLA: Mírame a los ojos y dime si de verdad crees que sólo mi madre fue concebida sin mácula -esto es sin pecado original ? O ya puesto, dime si estas realmente convencido de que no nací sin concurso previo del semen, sino del paulismo. Hora es, hijo mío, de que los cristianos sepan de una vez por todas que no viven en seno del cristianismo, sino del paulismo."
JESÚS DE NAZARETH".
La Hora 2002 - Quito - Ecuador
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REPORTAJE
El error Ratzinger se agiganta
Pocos confían ya en Benedicto XVI - Sus anacrónicas decisiones muestran un Papa rodeado de una curia inoperante e incapaz de conducir la maquinaria vaticana
MIGUEL MORA - Roma - 29/03/2009
Las críticas a su papado crecen dentro y fuera de Roma
Hay un problema no resuelto en la forma de Gobierno, dicen varios expertos
El círculo en el que Benedicto XVI apoya su día a día es muy pequeño
Se habla ya de un posible sustituto, el cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga
"Ratzinger es un prisionero de la curia, vive en una especie de Aviñón en patria, alejado de los episcopados nacionales, sin más apoyo que el de su pequeña camarilla", explica Zizola, autor del libro Santità e potere. Dal Concilio a Benedetto XVI. El Vaticano visto dal interno. Filippo di Giacomo, sacerdote y periodista, 11 años de misionero en el Congo, hoy juez vicario en Roma, cree que la crisis que vive el Vaticano "refleja una enfermedad crónica desde hace siete siglos: su sistema de Gobierno no funciona ni es colegial". "La curia moderna es una maquinaria gigantesca, inoperante e inútil. Hay 35 cardenales en Roma. Están divididos en grupos, enfrentados, y se dedican a conspirar y a cooptar afines por los pasillos", señala Di Giacomo.
Se trata de una batalla en toda regla, en la que los bandos se mezclan y se confunden. La revuelta estalló con el perdón a los obispos lefebvrianos. Un grupo amplio de obispos y teólogos moderados y conciliares (alemanes, franceses y latinoamericanos, sobre todo), hartos de no ser tenidos en cuenta, hizo ver su descontento al Papa. En respuesta, éste reprendió a la curia por no actuar de forma "colegiada y ejemplar".
Zizola recuerda que Wojtyla intentó obviar una fractura que ya existía a base de carisma y comunicación. Su papado creció con la televisión y se convirtió en una especie de Show de Truman, la primera encíclica catódica: le vimos envejecer, derribar el muro de Berlín, sufrir atentados, viajar, besar los suelos del planeta varias veces, agonizar en directo. Pero tampoco él fue capaz de reformar el sistema de gobierno. "Prefirió escaparse de Roma y tapar la crisis de la Iglesia y el vacío de gobierno", dice Zizola.
Mientras Wojtyla viajaba, Ratzinger estudia y escribe. Mucho más aislado y a la defensiva, el Papa soporta mal que le lleven la contraria. Su carta a los obispos reveló que le disgusta sobre todo el desamor, la intriga, "el odio y la hostilidad". Su texto dibuja a una curia conspiradora, que aspira a mandar tanto o más que él, que mueve los hilos en la sombra, que filtra noticias, escondiendo la mano, para hacerse valer. La peculiar sensibilidad de Ratzinger es una parte del problema. ¿Se trata de un "pastor alemán" como tituló Il Manifesto cuando fue nombrado, o "un cordero en medio de los lobos", según la expresión del Evangelio de Mateo?
Di Giacomo despachó con él a menudo cuando dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe: "Le puedes decir cualquier cosa, siempre que no subas la voz. Si la elevabas medio tono, ponía su extraña sonrisa, cerraba el cuaderno y se marchaba. Delante de él no se puede ofender a nadie. Es un democristiano bávaro, y los democristianos bávaros son raros. Pueden tener ideas avanzadas, pero si los demás no les siguen, se asustan y frenan. Ratzinger es cualquier cosa menos un aventurero. Por eso se fue de la Universidad de Tubinga el día que se encontró a los estudiantes protestando tirados en el suelo. Es un monje, y nadie le ha dicho a tiempo que el mundo mediático no es un aula universitaria".
En un texto publicado por la revista religiosa Il Regno, Zizola ha recordado que en 1965 el obispo brasileño Helder Camara anunció al mundo durante el concilio la reforma de la monarquía pontificia, creando un senado compuesto por cardenales, patriarcas y obispos, elegidos por las conferencias episcopales, para ayudar al Papa en el gobierno y convocar cada 10 años un concilio ecuménico.
La reforma nunca se hizo. La curia, la corte púrpura, ese ente invisible y lujosamente vestido, cuyo poder sobrevive a los papas, jamás aceptó la democratización. Hoy, dentro de la curia, nadie se fía de nadie. Por un lado están los influyentes hombres "del servicio", como se autodenominan los diplomáticos de la secretaría de Estado que dirige Tarcisio Bertone, el único que despacha a diario con Ratzinger; por otro, los intelectuales orgánicos (periodistas, profesores, juristas, rectores...), unos papistas y muchos no; y luego está la variopinta macedonia cardenalicia y episcopal que dirige los dicasterios: nueve congregaciones, 11 consejos pontificios, tres tribunales, tres oficinas. "En los dicasterios están los casos piadosos", dice Filippo di Giacomo."Desde Pablo VI, el Papa que internacionalizó la curia y la llenó de excelencia con los mejores cerebros de ese tiempo, la decadencia del equipo de gobierno ha sido imparable. Wojtyla llegó a Roma en 1978 lleno de odio contra la curia, porque nadie escuchaba a los obispos del este de Europa, y se trajo a todos los fracasados, a los que no servían a las diócesis", cuenta Di Giacomo. "López Trujillo, Castrillón Hoyos, Martínez Somalo, Martino, Barragán, Milingo... Gente insignificante. Luego hizo obispo a su secretario, y le dijo: 'A estas bestias trátales tú".
¿Podrá este Papa más tímido aún apaciguar a ese rebaño de "gálatas que muerden y devoran"? Según Zizola, "el Papa trabajó durante el Concilio en la frontera de la renovación y sabe que el gran problema es la nula participación de los obispos en el gobierno de la Iglesia. Algunos cardenales recuerdan que los obispos eran consultados más a menudo en la época de Pío XII, antes del Concilio, que actualmente".
Cerca del Papa, coinciden Zizola y Di Giacomo, está el desierto. Cuatro monjas estadounidenses que dirigen el departamento informático y evitan que los hackers entren en la web. Su secretario, el guapo, alto y bávaro Georg Genswein, considerado un cero a la izquierda -"Es un cretino", afirma sin tapujos un miembro de la curia-. El portavoz, el amable jesuita Federico Lombardi, y sus dos ayudantes, que no dan abasto a apagar fuegos, y que según se dice serán sustituidos en junio.
Los hombres de confianza son aún menos. El cardenal alemán Lehman, que culpó del desastre Williamson a los mensajeros; Bertone, el secretario de Estado, que también dejará su sitio pronto por edad. Antonio Cañizares, prefecto de la estratégica, según la visión de Ratzinger, Congregación para el culto divino. Y el lituano Audrys Juozas Backis, que suena para sustituir a Bertone. Demasiado poco para un hombre de 81 años con una enorme carga de trabajo. "El grado de complejidad del cargo, con 1.100 millones de católicos, 6.000 obispos en activo, relaciones ecuménicas e interreligiosas, viajes, encíclicas, y relaciones de Estado, es insostenible para un hombre solo, inteligente como Ratzinger o carismático como Wojtyla", dice Zizola.
Por eso hay muchos obispos en guerra. Mientras Ratzinger salta de un pantano a otro, la iglesia moderada, progresista y conciliar no aguanta más. Según Zizola, el poder del Opus Dei, como en tiempos de Wojtyla y Navarro Valls, sigue siendo enorme. Di Giacomo no cree que sea tanto. Pero la máquina de enredar está en marcha. Con el perdón a los lefebvrianos, el Papa ha despreciado a las corrientes de signo opuesto, especialmente a la Teología de la Liberación, que él mismo frenó hace 25 años. Al fondo, se habla ya de un posible sustituto, el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Pero eso lo decidirá la curia.
