
EL CABALLO DE NIETZSCHE 17/02/2008 09:54 PM
COMENTARIO LIBRO: Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J
17 de Febrero de 2008
Abdelfattah Kilito, en esta ‘Vitrina de los Libros’. Hemos adquirido de este estupendo, exótico y poco conocido en nuestro medio escritor marroquí, un manuscrito que se agregará al corazón de todos aquellos que aman recorrer los textos metaliterarios. Memorias de un lector insaciable, trasladadas al escaparate mágico en un tomo mínimo, pero de sustancias inmensas, publicado por Editorial Losada.La vida explicable sólo por las lecturas: las cumplidas y las pendientes, las cautivas y las presentes. Las razones de la existencia vistas en la ilusión de las letras. El sufrimiento que nos corroe cuando advertimos que el tiempo del que disponemos alcanza para un suspiro y algo más, que resulta muy corto para leer todo lo que quisiéramos. ¡Qué tormento! ¡Qué maldición tan perversa con la que se nos ha marcado a todos los bibliófilos, confesos o no !¿Tendrá que ver, talvez, la lectura que hiciera Eva sobre si comerse o no la manzana que terminó degustando y el poco plazo del que disponemos los humanos para leer todo cuanto ofrece el Universo? ‘El caballo de Nietzsche’ queda desde nuestra óptica elevado a síndrome.
Los lectores impenitentes lo padecemos. Se nos ha marcado así desde la pluma de Abdelfattah Kilito. Entre nuestras alteraciones visibles están: la adicción a las librerías, fisgonear entre estanterías y aislarnos en soledades y sorderas íntimas, aún cuando revoloteen sonoras distracciones.Egoístas que somos los lectores de los dos géneros, cuando transitemos por la literatura de ‘El caballo de Nietzsche’ nos entenderemos mejor. Es material iniciático y formativo y de grado, para que podamos conocernos a nosotros mismos y ampliemos fraternidades. Portadores conscientes de ‘El mal de Montano’ y desahuciados que estamos por el ‘Doctor Pasavento’, habremos de acomodarnos a cubierto en los ‘Recovecos de la Memoria’, en las pocas luces que se nos permitan en Logia. Y cada cual con rito propio.Ante vosotros la historia de un grafómano, de un esclavo de la libertad de la lectura, de un multiplicador de panes y de vida, de alimento para el cuerpo y el alma, de un escritor de escritores, de un sabio multilingüe que entre inseguridades vitales descifró a los clásicos de la literatura universal en tres lenguas: el viejo árabe, el moderno y el francés, que le era extraño y le sabía siempre a implante colonialista. Claves que despejaría con talante y talento entre las misteriosas arrugas de una vieja medina marroquí.Escritor nacido en “las dos orillas”, Abdelfattah Kilito “tiende puentes entre los lectores del mundo”. Lea usted cualquiera sea su religión. Desaliente así a los que promueven las guerras santas, las cruzadas y las ciudades sitiadas. Desármelos con la fuerza de las letras, con las explosiones pacíficas de los signos de todos los alfabetos y con todos los acentos. Acérquese a Nietzsche y al abrazo más significativo de su genial existencia.
COMENTARIO LIBRO: Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J
17 de Febrero de 2008
Abdelfattah Kilito, en esta ‘Vitrina de los Libros’. Hemos adquirido de este estupendo, exótico y poco conocido en nuestro medio escritor marroquí, un manuscrito que se agregará al corazón de todos aquellos que aman recorrer los textos metaliterarios. Memorias de un lector insaciable, trasladadas al escaparate mágico en un tomo mínimo, pero de sustancias inmensas, publicado por Editorial Losada.La vida explicable sólo por las lecturas: las cumplidas y las pendientes, las cautivas y las presentes. Las razones de la existencia vistas en la ilusión de las letras. El sufrimiento que nos corroe cuando advertimos que el tiempo del que disponemos alcanza para un suspiro y algo más, que resulta muy corto para leer todo lo que quisiéramos. ¡Qué tormento! ¡Qué maldición tan perversa con la que se nos ha marcado a todos los bibliófilos, confesos o no !¿Tendrá que ver, talvez, la lectura que hiciera Eva sobre si comerse o no la manzana que terminó degustando y el poco plazo del que disponemos los humanos para leer todo cuanto ofrece el Universo? ‘El caballo de Nietzsche’ queda desde nuestra óptica elevado a síndrome.
Los lectores impenitentes lo padecemos. Se nos ha marcado así desde la pluma de Abdelfattah Kilito. Entre nuestras alteraciones visibles están: la adicción a las librerías, fisgonear entre estanterías y aislarnos en soledades y sorderas íntimas, aún cuando revoloteen sonoras distracciones.Egoístas que somos los lectores de los dos géneros, cuando transitemos por la literatura de ‘El caballo de Nietzsche’ nos entenderemos mejor. Es material iniciático y formativo y de grado, para que podamos conocernos a nosotros mismos y ampliemos fraternidades. Portadores conscientes de ‘El mal de Montano’ y desahuciados que estamos por el ‘Doctor Pasavento’, habremos de acomodarnos a cubierto en los ‘Recovecos de la Memoria’, en las pocas luces que se nos permitan en Logia. Y cada cual con rito propio.Ante vosotros la historia de un grafómano, de un esclavo de la libertad de la lectura, de un multiplicador de panes y de vida, de alimento para el cuerpo y el alma, de un escritor de escritores, de un sabio multilingüe que entre inseguridades vitales descifró a los clásicos de la literatura universal en tres lenguas: el viejo árabe, el moderno y el francés, que le era extraño y le sabía siempre a implante colonialista. Claves que despejaría con talante y talento entre las misteriosas arrugas de una vieja medina marroquí.Escritor nacido en “las dos orillas”, Abdelfattah Kilito “tiende puentes entre los lectores del mundo”. Lea usted cualquiera sea su religión. Desaliente así a los que promueven las guerras santas, las cruzadas y las ciudades sitiadas. Desármelos con la fuerza de las letras, con las explosiones pacíficas de los signos de todos los alfabetos y con todos los acentos. Acérquese a Nietzsche y al abrazo más significativo de su genial existencia.
“Los lectores que frecuentaban la Biblioteca tenían costumbres extrañas. Unos miraban fijamente al techo o se echaban un sueñecito; otros murmuraban palabras inaudibles sacudiendo la cabeza o alzando el puño, otros prorrumpían en risas intempestivas o disparaban con una pistola a enemigos imaginarios. Los había que preferían leer de pie con la pierna izquierda doblada. Pero el más extraordinario era un atleta que, cabeza abajo, apoyado en las manos leía agitando suavemente los pies”. Pág. 61.
BIOGRAFÍAAbdelfattah Kilito nació en Rabat en 1945 y actualmente es profesor en la Facultad de Letras de esa ciudad tras haber desempeñado su labor docente en las universidades de Harvard (Estados Unidos), en la Sorbona de París y en el Collège de France. Escribe tanto en francés como en árabe y entre sus obras más destacadas figuran: L’Auteur et ses doubles, L’Oeil et l’aiguille y La Querelle des images. Ha recibido el ‘Grand Prix de Maroc’ en 1989 y el ‘Prix du rayonnement de la langue et de la littérature française’. ‘El caballo de Nietzsche’ es la primera de sus obras que se traduce al español y presenta a un autor en estado de gracia, capaz de transmitir su amor a los libros y a la literatura con una voz infantil en su tono, su ingenuidad y su transparencia, pero con la sabiduría y la habilidad narrativa que sólo el tiempo y la experiencia dan! a los grandes escritores.
VIVIR ADREDE5/02/2008 10:38 PM
COMENTARIO LIBRO :Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
3 de Febrero de 2008
Con emociones contenidas, trasteando en mi memoria, desubicando papeles mal colocados en mi estancia, en mi cueva de lecturas, despeinando estanterías, buscando en fin las líneas que me unieron con el bardo uruguayo desde que desperté a las lecturas, he reparado que he sido poco grato con un escritor fundamental, con un Maestro de generaciones de leyentes, a quien creo, el mundo no le ha reconocido en su valía, su dimensión de escritor magnífico, trascendente. Un clásico de armajes tales como los de Neruda, Borges, Sábato o Cortázar.‘Vivir adrede’, libro de prosa de andares ligeros, ha llegado por fin al Ecuador por Editorial Planeta. Reflexiones en negro sobre blanco, imperecederas, dichas por un hombre irrepetible. Mario Benedetti ha vuelto. Albricias. Constan en la obra cápsulas de su vida, andares, pesares, claros y oscuros.
En letras mínimas, poemas eternos, relatos, anécdotas, aventuras y hasta bromas.Tierna, sensual, vibrante, emocionante es la palabra de Benedetti. Y también rotunda, enérgica, irónica, desafiante, intencionalmente provocadora, inclemente e hiriente, cuando apunta y lo hace de seguido y acierta, en contra de los tiranos vanidosos, de los autócratas, de los insultadores del pensamiento ajeno, de los que habiendo sido elegidos para gobernar no gobiernan, y mal utilizan el poder en revanchas. Esos que al final se retiran las máscaras y se muestran como la mala gente que son. ‘Vivir adrede’ también deja en evidencia a los tiranuelos de antes y a los que ahora se forjan en los palacios en los que viven por el encargo popular. Esos que de a poco abren sus alas y sacan sus garras sobre los pueblos que en ellos confiaron. Y el siglo XXI apenas ha comenzado.
VIVIR ADREDE5/02/2008 10:38 PM
COMENTARIO LIBRO :Por Dr. Oswaldo Paz y Miño J.

3 de Febrero de 2008
Con emociones contenidas, trasteando en mi memoria, desubicando papeles mal colocados en mi estancia, en mi cueva de lecturas, despeinando estanterías, buscando en fin las líneas que me unieron con el bardo uruguayo desde que desperté a las lecturas, he reparado que he sido poco grato con un escritor fundamental, con un Maestro de generaciones de leyentes, a quien creo, el mundo no le ha reconocido en su valía, su dimensión de escritor magnífico, trascendente. Un clásico de armajes tales como los de Neruda, Borges, Sábato o Cortázar.‘Vivir adrede’, libro de prosa de andares ligeros, ha llegado por fin al Ecuador por Editorial Planeta. Reflexiones en negro sobre blanco, imperecederas, dichas por un hombre irrepetible. Mario Benedetti ha vuelto. Albricias. Constan en la obra cápsulas de su vida, andares, pesares, claros y oscuros.
En letras mínimas, poemas eternos, relatos, anécdotas, aventuras y hasta bromas.Tierna, sensual, vibrante, emocionante es la palabra de Benedetti. Y también rotunda, enérgica, irónica, desafiante, intencionalmente provocadora, inclemente e hiriente, cuando apunta y lo hace de seguido y acierta, en contra de los tiranos vanidosos, de los autócratas, de los insultadores del pensamiento ajeno, de los que habiendo sido elegidos para gobernar no gobiernan, y mal utilizan el poder en revanchas. Esos que al final se retiran las máscaras y se muestran como la mala gente que son. ‘Vivir adrede’ también deja en evidencia a los tiranuelos de antes y a los que ahora se forjan en los palacios en los que viven por el encargo popular. Esos que de a poco abren sus alas y sacan sus garras sobre los pueblos que en ellos confiaron. Y el siglo XXI apenas ha comenzado.
“Nos alarmamos al sentir el rostro impávido de los dictadores, para quienes las únicas alarmas son las revoluciones. O sea que si queremos asustarlos, aunque sea un poquito, debemos construir nuestras modestas alarmitas revolucionarias, para que al menos se miren al espejo y se den asco”. (Pág. 32 extracto de: Alertas)
Y el amor no está ausente y no podría, entre las 166 páginas de ‘Vivir adrede’. Como tampoco las mujeres, desnudas y en lo oscuro. Luces e imágenes, letras de portento. “Una mujer desnuda y en lo oscuro/tiene una claridad que nos alumbra de modo que si ocurre un desconsuelo/un apagón o una noche sin luna es conveniente y hasta imprescindible/tener a mano una mujer desnuda.”‘
Vivir de adrede’, utopía pura, para existir en transparencias. Entre los temas: la existencia, los vértigos, el miedo, las posdatas, los apagones, los suicidas, las fotografías, los artilugios y vaivenes, el color del mundo, las pérdidas, las antorchas, los estupores y las alertas, las picazones y los rascacielos. Los Ecos y los ecos, la sencillez, los aplausos, la monotonía, el tiempo, la muerte, la realidad, las ausencias, la guerra y la paz, los miserables, la patria, las huellas, el correo, los delirios, las señales, el acabose, la pena capital, el candor, odios y amores, cenizas, la música, los fulgores, el arte poética, las costumbres, el pasado, los ajustes, los perdones, el espanto, los tragos, las manos, la tristeza, las limosnas. Los Dioses, las tempestades, las mujeres, la desnudez y la pasión. Todo para ‘Vivir adrede’, un poquito, en el plazo que nos ha concedido el Creador.
BIOGRAFÍAMario Benedetti nació en Paso de los Toros (Tacuarembó, Uruguay) el 14 de septiembre de 1920. Se educó en el Colegio Alemán de Montevideo y el Liceo Miranda, y trabajó como vendedor, taquígrafo, contable, funcionario público y periodista. Entre 1938 y 1941 residió casi continuamente en Buenos Aires, y, en 1945, de regreso a Montevideo, se integró en la redacción del célebre semanario Marcha; allí se forma como periodista junto a Carlos Quijano, y formará parte de su equipo hasta 1974 con la clausura de la publicación por la dictadura uruguaya que le lanza al exilio. También en 1945 publica su primer libro de poemas, La víspera indeleble, que no se volverá a editar.Su primera obra ensayística, Peripecia y novela aparece en 1948. Le siguió, en 1949, su primer libro de cuentos, Esta mañana, y, un año más tarde, los poemas de Sólo mientras tanto. En 1953 aparece Quién de nosotros, su primera novela, pero es el volumen de cuentos Montevideanos (1959) --en los que toman forma las principales características de la narrativa de Benedetti- el que supuso su consagración como escritor. Con su siguiente novela, La tregua (1960), Benedetti adquiere proyección internacional: la obra tuvo más de un centenar de ediciones, fue traducida a 19 idiomas y llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión.
EXPLORADORES DEL ABISMO31/01/2008 05:16 PM
COMENTARIO DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO
7 de Enero de 2008
La verdad por delante. Y es que esta página mentalizada estaba, escrita, no. La hemos prensando anticipadamente, urgidos por las pasadas que nos juegan los libros, que en ocasiones cruzan los senderos de sus seguidores. De los que estamos en la misma cofradía. De aquellos, que llevamos siempre algo leído en la mochila y estamos prestos a compartir. Y claro, dada la emergencia hemos anticipado, para hoy, lo que se maceraba para la siguiente semana. Dejamos a ‘Voces en el papel’, aguardando, en la boca misma de la rotativa, para que, en lo que toma una vuelta de página, en el tiempo, luego de adentraros hoy a fondo con el autor de tal obra, podamos entonces compartir nuestro criterio sobre la misma.De los testimonios enviados por vosotros, sabemos, que en crecimiento existe un colectivo de lectores ‘vilamatianos’, es decir, seguidores de Enrique Vila Matas, de quien nosotros confesamos a pecho descubierto somos cautivos amantes de sus letras todas.
Atesoramos en nuestra biblioteca más cercana, la que está sobre el espaldar íntimo de la alcoba, casi toda su obra tal el caso del maravilloso libro de relatos Exploradores del abismo publicado por Anagrama, en 287 páginas. Literatura magistral, caligrafía para leyentes de buen ver y entender, de refinamientos especiales, para sibaritas de las letras.Del autor de lo que Jorge Herralde bautizó como la trilogía de la Catedral Metaliteraria: Bartleby y compañía, El mal de Montano y Doctor Pasavento, clásicos ya de Enrique Vila Matas, uno de los escritores catalanes por los que rompemos lanzas -el otro es, Joan Masoliver Ródenas- recomendamos Exploradores del abismo, relatos, escritos desde los padecimientos del autor enfrentando a lo que pudo ser su último ‘Viaje vertical’.Letras forjadas en las ejecutorias del acoso y derribo, talladas por un escribiente que intenta conocerse a sí mismo y replantearse todo, desde el inicio, lo que sería posible si su peor enemigo, el tiempo, no le hubiese robado el más preciado de sus bienes…tiempo. Aquel que no haya caído al abismo que no se ufane. Pobre de él, que nada ha vivido. Que se ha pasado flotando y no ha tocado la existencia. Que ha vegetado en el limbo y se ha perdido el placer de asomarse al vacío para aspirar lo que del fondo viene: dolor, placer, hambre, ideas, quimeras, más que razones, y deseos de muerte. Los que se jacten de no haber tocado fondo, que se lamenten. Sólo desde allí se emerge. Lo que brota rompiendo tierra es perfectible, moldeable, creíble, cuestionable, maleable, sufrible.Vila Matas y el precipicio sin fin. La grieta eterna, la que no se puede eludir. El conocimiento en sus tres trances: la fe, la especulación y la ciencia, en 18 cuentos suscritos por un irrepetible genio.Lector, vaya en círculos. Que al final llega al sitio. Lea, como Picasso pintaba, a su aire. Y cito al malagueño, por el “Café Kubista” uno de los más bellos relatos del folio. Juzgue por usted mismo, sin derechos, los intentos renacentistas del autor. Y si tiene agallas vaya a por más, deguste, atrévase, rompa mitos y déjese llevar al orificio de las incertidumbres leyendo: “Porque ella no lo pidió”, fijado en la página 215 y para que sus dudas terminen de ahogarlo estancie en la página 163, donde le espera: “Amé a Bo”.La metaliteratura no tiene límites en las honduras por las que transita.
EXPLORADORES DEL ABISMO31/01/2008 05:16 PM

COMENTARIO DR. OSWALDO PAZ Y MIÑO
7 de Enero de 2008
La verdad por delante. Y es que esta página mentalizada estaba, escrita, no. La hemos prensando anticipadamente, urgidos por las pasadas que nos juegan los libros, que en ocasiones cruzan los senderos de sus seguidores. De los que estamos en la misma cofradía. De aquellos, que llevamos siempre algo leído en la mochila y estamos prestos a compartir. Y claro, dada la emergencia hemos anticipado, para hoy, lo que se maceraba para la siguiente semana. Dejamos a ‘Voces en el papel’, aguardando, en la boca misma de la rotativa, para que, en lo que toma una vuelta de página, en el tiempo, luego de adentraros hoy a fondo con el autor de tal obra, podamos entonces compartir nuestro criterio sobre la misma.De los testimonios enviados por vosotros, sabemos, que en crecimiento existe un colectivo de lectores ‘vilamatianos’, es decir, seguidores de Enrique Vila Matas, de quien nosotros confesamos a pecho descubierto somos cautivos amantes de sus letras todas.
Atesoramos en nuestra biblioteca más cercana, la que está sobre el espaldar íntimo de la alcoba, casi toda su obra tal el caso del maravilloso libro de relatos Exploradores del abismo publicado por Anagrama, en 287 páginas. Literatura magistral, caligrafía para leyentes de buen ver y entender, de refinamientos especiales, para sibaritas de las letras.Del autor de lo que Jorge Herralde bautizó como la trilogía de la Catedral Metaliteraria: Bartleby y compañía, El mal de Montano y Doctor Pasavento, clásicos ya de Enrique Vila Matas, uno de los escritores catalanes por los que rompemos lanzas -el otro es, Joan Masoliver Ródenas- recomendamos Exploradores del abismo, relatos, escritos desde los padecimientos del autor enfrentando a lo que pudo ser su último ‘Viaje vertical’.Letras forjadas en las ejecutorias del acoso y derribo, talladas por un escribiente que intenta conocerse a sí mismo y replantearse todo, desde el inicio, lo que sería posible si su peor enemigo, el tiempo, no le hubiese robado el más preciado de sus bienes…tiempo. Aquel que no haya caído al abismo que no se ufane. Pobre de él, que nada ha vivido. Que se ha pasado flotando y no ha tocado la existencia. Que ha vegetado en el limbo y se ha perdido el placer de asomarse al vacío para aspirar lo que del fondo viene: dolor, placer, hambre, ideas, quimeras, más que razones, y deseos de muerte. Los que se jacten de no haber tocado fondo, que se lamenten. Sólo desde allí se emerge. Lo que brota rompiendo tierra es perfectible, moldeable, creíble, cuestionable, maleable, sufrible.Vila Matas y el precipicio sin fin. La grieta eterna, la que no se puede eludir. El conocimiento en sus tres trances: la fe, la especulación y la ciencia, en 18 cuentos suscritos por un irrepetible genio.Lector, vaya en círculos. Que al final llega al sitio. Lea, como Picasso pintaba, a su aire. Y cito al malagueño, por el “Café Kubista” uno de los más bellos relatos del folio. Juzgue por usted mismo, sin derechos, los intentos renacentistas del autor. Y si tiene agallas vaya a por más, deguste, atrévase, rompa mitos y déjese llevar al orificio de las incertidumbres leyendo: “Porque ella no lo pidió”, fijado en la página 215 y para que sus dudas terminen de ahogarlo estancie en la página 163, donde le espera: “Amé a Bo”.La metaliteratura no tiene límites en las honduras por las que transita.
BIOGRAFÍA Enrique Vila MatasNació en Barcelona. Estudió Derecho y Periodismo. En 1968 entró como redactor en la revista de cine Fotogramas. En 1970 dirigió dos cortometrajes: Todos los jóvenes tristes y Fin de verano. En 1971, en la trastienda de un colmado military, escribió su primer libro, Mujer en el espejo contemplando el paisaje. Trabajó como crítico de cine de las revistas Bocaccio y Destino. Vivió en París dos años, desde 1974, en una buhardilla que le alquiló la escritora Marguerite Duras; allí escribió su segunda novella: La asesina ilustrada. Su tercer y cuarto libros, Al sur de los párpados y Nunca voy al cine, aparecieron en 1980 y 1982. Publica a continuación: Una casa para siempre, Suicidios ejemplares, Hijos sin hijos, libros de relatos. Pasa al género novelesco con Lejos de Veracruz, Extraña forma de vida, El viaje vertical, Bartleby y compañía y El mal de Montano. En 2005 aparece Doctor Pasavento, y cierra su trilogía metaliteraria sobre las patologías de la escritura (Bartleby, Montano, Pasavento). En septiembre de 2007 regresa al cuento y publica en Anagrama Exploradores del abismo.
RELATOS REALES31/01/2008 05:13 PM
comentario Dr. Oswaldo Paz y Miño J
13 de Enero de 2008
‘Relatos Reales’, el título del libro que consta en el recuadro con la marca de Acantilado -que es decir, sin tapujos, buenas lecturas siempre- construido en doscientas quince deliciosas y sustanciosas páginas, ya deja servida la discusión para que los que dicen saber de literatura y periodismo afilen sus bayonetas y tintas, y resuelvan a su mejor saber y entender, qué envuelve el provocativo membrete de una de las obras más señeras y polémicas de Javier Cercas, quien está por primera vez con nosotros en ésta “La Vitrina de los Libros”. Con ilusiones me atrevo a decir que desde hoy, si no lo habéis conocido antes, lo incorporareis a la lista siempre respetable de vuestros autores favoritos.La crónica -en griego: kronika, que significa Biblia- es ”una obra literaria que narra hechos históricos en orden cronológico.
” ‘Relatos reales’, que es periodismo literario, tiene un corpus de testimonios maravillosos dichos en primera persona, que forjan una “Danza de la Realidad”, que tiene compases en la ficción; y pienso en Alejandro Jodorowsky y encuentro Psicomagía, en la obra de Javier Cercas, que pone un pie en la ficción y otro en la objetividad, lo que la hace más bella, más ética y creíble, completa.Los que absolutizan las verdades son poco confiables. Son esos que se desgarran los vestidos y se tiran de los cabellos defendiendo dogmas y mal calificando a los que piensan diferente. Allá ellos y sus avaricias. En la diversidad se eliminan las purezas. Bien vale leer entonces: ‘Literatura mestiza’.‘Relatos Reales’, la verdad literaria infinita y la verdad histórica, restringida, juntas, en un collage autobiográfico en el que se revisan temas del vivir cotidiano: el cine, los amigos, la muerte, los amantes, los tedios, los vacíos del alma, los inquilinos no deseados del cuerpo, las mentiras modestas, las insanas paciencias, los batallones de culpables, los suicidas orgásmicos, los caprichosos lenguajes del alma, de los rostros y de los gestos. Esencias que se han fermentado en lecturas del pasado y del presente; en trances de ausencias, dolores, amores y luchas interiores; en soledades, necesidades, frustraciones, y en escritores, en espejos: Kafka, Borges, y Pessoa fundamentales, Vila Matas, Pla, Monterroso, Sastre, Hemingway, Marsé, Wilde, Saramago. La literatura impregnada en la vida, como la pasión, en Javier Cercas un escritor imprescindible, como en la de todos los que llevamos dentro ‘El mal de Montano&! rsquo;.Letras de un Diario que os descubrirán el porqué los pesimistas llevan siempre doble propina. Revelaciones sin máscaras de un cerrajero de urgencias. Un tratado en el que el tiempo se la pasa ejerciendo de banquero de recuerdos, en el que las melancolías se perpetúan y la memorias provocan taquicardias.Entre los placeres superiores, el de leer. Sométase a él con incontinencia, que la vida es breve.
RELATOS REALES31/01/2008 05:13 PM

comentario Dr. Oswaldo Paz y Miño J
13 de Enero de 2008
‘Relatos Reales’, el título del libro que consta en el recuadro con la marca de Acantilado -que es decir, sin tapujos, buenas lecturas siempre- construido en doscientas quince deliciosas y sustanciosas páginas, ya deja servida la discusión para que los que dicen saber de literatura y periodismo afilen sus bayonetas y tintas, y resuelvan a su mejor saber y entender, qué envuelve el provocativo membrete de una de las obras más señeras y polémicas de Javier Cercas, quien está por primera vez con nosotros en ésta “La Vitrina de los Libros”. Con ilusiones me atrevo a decir que desde hoy, si no lo habéis conocido antes, lo incorporareis a la lista siempre respetable de vuestros autores favoritos.La crónica -en griego: kronika, que significa Biblia- es ”una obra literaria que narra hechos históricos en orden cronológico.
” ‘Relatos reales’, que es periodismo literario, tiene un corpus de testimonios maravillosos dichos en primera persona, que forjan una “Danza de la Realidad”, que tiene compases en la ficción; y pienso en Alejandro Jodorowsky y encuentro Psicomagía, en la obra de Javier Cercas, que pone un pie en la ficción y otro en la objetividad, lo que la hace más bella, más ética y creíble, completa.Los que absolutizan las verdades son poco confiables. Son esos que se desgarran los vestidos y se tiran de los cabellos defendiendo dogmas y mal calificando a los que piensan diferente. Allá ellos y sus avaricias. En la diversidad se eliminan las purezas. Bien vale leer entonces: ‘Literatura mestiza’.‘Relatos Reales’, la verdad literaria infinita y la verdad histórica, restringida, juntas, en un collage autobiográfico en el que se revisan temas del vivir cotidiano: el cine, los amigos, la muerte, los amantes, los tedios, los vacíos del alma, los inquilinos no deseados del cuerpo, las mentiras modestas, las insanas paciencias, los batallones de culpables, los suicidas orgásmicos, los caprichosos lenguajes del alma, de los rostros y de los gestos. Esencias que se han fermentado en lecturas del pasado y del presente; en trances de ausencias, dolores, amores y luchas interiores; en soledades, necesidades, frustraciones, y en escritores, en espejos: Kafka, Borges, y Pessoa fundamentales, Vila Matas, Pla, Monterroso, Sastre, Hemingway, Marsé, Wilde, Saramago. La literatura impregnada en la vida, como la pasión, en Javier Cercas un escritor imprescindible, como en la de todos los que llevamos dentro ‘El mal de Montano&! rsquo;.Letras de un Diario que os descubrirán el porqué los pesimistas llevan siempre doble propina. Revelaciones sin máscaras de un cerrajero de urgencias. Un tratado en el que el tiempo se la pasa ejerciendo de banquero de recuerdos, en el que las melancolías se perpetúan y la memorias provocan taquicardias.Entre los placeres superiores, el de leer. Sométase a él con incontinencia, que la vida es breve.
“Una mujer cuenta que su marido acaba de suicidarse pegándose fuego en su casa; otra, que a los cincuenta y pico de años, después de mucho tiempo de casada, descubre con incredulidad el orgasmo, mientras se está bañando; otra, que en defensa propia ha matado de un tiro a su marido; otra, que su padre montó un escándalo cuando nació ella, porque estaba convencido de que en el hospital le habían cambiado al varón que esperaba por una niña; otra que su marido se había fugado con su hija.” Pág. 199.
BIOGRAFÍA JAVIER CERCAS Escritor nacido en Ibahernando, Cáceres. Es autor de un libro de cuentos ‘El móvil’ (1987), un ensayo ‘La obra literaria de Gonzalo Suárez’ (1994), y de novelas, ‘El inquilino’ (1989), ‘El vientre de la ballena’ (1997) y ‘Soldados de Salamina’ (2001), todas con una excelente acogida crítica, además de un libro de artículos ‘Una buena temporada’ (1998) y uno de crónicas ‘Relatos reales’ (2000). Trabajó durante dos años en la Universidad de Illinois y desde 1989 es profesor de literatura española en la Universidad de Girona. Es colaborador habitual de la edición catalana del diario El País. Javier Cercas ha tenido un enorme éxito por su novela ‘Soldados de Salamina’, relato real. Cercas nos embarca en una investigación de hechos históricos que resulta apasionante porque su prop&o! acute;sito es desentrañar un secreto que se resiste a ser desvelado, un secreto esencial que concierne no sólo al pasado más incómodo de España, sino sobre todo a la condición humana. Fuente: Wikipedia
EL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD31/01/2008 05:08 PM
27 de Enero de 2008
Y frente a él una ventana diminuta. A la vera del camastro, espera lo inevitable. Le quedan contados silencios. Es ahora un anciano, cuyas minusvalías le han convertido en despojos. Solo, despreciado por los jóvenes, a los que apesta la vejez, se consume en cavilaciones. Y dice maldiciones con todos los derechos. Su único contacto con el mundo interior es un guiño de luz, compañero puntual que nunca falta a la cita, que con precisión, a la misma hora, todo el tiempo, aparece y desaparece.De esa luminosidad precaria, añosa, lastimera y difusa que se ahoga en las distancias, el anciano se vale para recorrer, tanteando, los tramos que le quedan por descender en su lenta pero segura caída vertical a la total oscuridad. Recorre, impulsado por la tentación del suicidio, de la mano de sus oxidados recuerdos, arrastrando las fichas cuarteadas de su personal rompecabezas.
En el camino no faltan espejos trizados, libros quemados y desvencijados muebles, fotografías de irreconocibles seres, que le fueron queridos; unos, ingratos y otros, que se congelaron en el tiempo, que parecieran estar vivos, que en realidad son fantasmas. Evidencias transparentes del olvido.Vaya novela tormentosa que me complace dejaros hoy. Las letras os penetrarán como puñales. Tocarán fibras, harán cortes, desgarrarán sentimientos y provocarán ascos. Cumplirán su papel. Los libros han de ser amargos como la vida. Hay que vivirlos hasta el último aliento.De la escritora alemana, Inka Parei, con la traducción de Richard Gross, me encanto en presentaros ‘El principio de la oscuridad’, novela de Editorial Acantilado. Ciento treinta y nueve páginas que no os alentarán reclamos de conciencia. Y eso ya es mucho. Gastarse minutos de vida en leer es una inversión para la eternidad, pues lo único que nos llevamos a la otra dimensión son los intangibles, los que se nos impregnan en el alma. Los bienes materiales: los dólares y las tarjetas de crédito, los coches y las cuentas bancarias se quedan, son material terrestre. El poder no se puede transportar a los dominios del Gran Espíritu, tampoco al espacio de las ideas ni al bosque de los pensamientos. Los que no lleguen con lecturas al Cosmos infinito asegurado tienen el aburrimiento eterno.El anciano aguarda lleno de saberes. Ha vivido la guerra en territorio propio, la maldita Segunda Guerra Mundial y se palpa pecados. Atisba, cual voyeur, su alma, mas todo le es sombras. La historia ha quedado escrita por los ganadores. La casa heredada se transformó en un centro de torturas del que no puede escapar. Prisionero, se aferra a la mortecina luz. Sabe que entre las cuatro paredes que le cercan, la libertad se encuentra en los sótanos. Mientras desciende a ellos, más humedad. La tierra deja ver los primeros gusanos. La fosa se le ha abierto.Lea, que no le atrape la parca en la ignorancia. No le dé ese gusto, al menos.
EL PRINCIPIO DE LA OSCURIDAD31/01/2008 05:08 PM

27 de Enero de 2008
Y frente a él una ventana diminuta. A la vera del camastro, espera lo inevitable. Le quedan contados silencios. Es ahora un anciano, cuyas minusvalías le han convertido en despojos. Solo, despreciado por los jóvenes, a los que apesta la vejez, se consume en cavilaciones. Y dice maldiciones con todos los derechos. Su único contacto con el mundo interior es un guiño de luz, compañero puntual que nunca falta a la cita, que con precisión, a la misma hora, todo el tiempo, aparece y desaparece.De esa luminosidad precaria, añosa, lastimera y difusa que se ahoga en las distancias, el anciano se vale para recorrer, tanteando, los tramos que le quedan por descender en su lenta pero segura caída vertical a la total oscuridad. Recorre, impulsado por la tentación del suicidio, de la mano de sus oxidados recuerdos, arrastrando las fichas cuarteadas de su personal rompecabezas.
En el camino no faltan espejos trizados, libros quemados y desvencijados muebles, fotografías de irreconocibles seres, que le fueron queridos; unos, ingratos y otros, que se congelaron en el tiempo, que parecieran estar vivos, que en realidad son fantasmas. Evidencias transparentes del olvido.Vaya novela tormentosa que me complace dejaros hoy. Las letras os penetrarán como puñales. Tocarán fibras, harán cortes, desgarrarán sentimientos y provocarán ascos. Cumplirán su papel. Los libros han de ser amargos como la vida. Hay que vivirlos hasta el último aliento.De la escritora alemana, Inka Parei, con la traducción de Richard Gross, me encanto en presentaros ‘El principio de la oscuridad’, novela de Editorial Acantilado. Ciento treinta y nueve páginas que no os alentarán reclamos de conciencia. Y eso ya es mucho. Gastarse minutos de vida en leer es una inversión para la eternidad, pues lo único que nos llevamos a la otra dimensión son los intangibles, los que se nos impregnan en el alma. Los bienes materiales: los dólares y las tarjetas de crédito, los coches y las cuentas bancarias se quedan, son material terrestre. El poder no se puede transportar a los dominios del Gran Espíritu, tampoco al espacio de las ideas ni al bosque de los pensamientos. Los que no lleguen con lecturas al Cosmos infinito asegurado tienen el aburrimiento eterno.El anciano aguarda lleno de saberes. Ha vivido la guerra en territorio propio, la maldita Segunda Guerra Mundial y se palpa pecados. Atisba, cual voyeur, su alma, mas todo le es sombras. La historia ha quedado escrita por los ganadores. La casa heredada se transformó en un centro de torturas del que no puede escapar. Prisionero, se aferra a la mortecina luz. Sabe que entre las cuatro paredes que le cercan, la libertad se encuentra en los sótanos. Mientras desciende a ellos, más humedad. La tierra deja ver los primeros gusanos. La fosa se le ha abierto.Lea, que no le atrape la parca en la ignorancia. No le dé ese gusto, al menos.
“Las huellas que había dejado un objeto al ser llevado a rastras conducían hasta la puerta del sótano.Entró.Sabía que, al entrar en el área subterránea de una casa, a veces, no se llegaba enseguida al sótano, propiamente dicho, sino a una especie de antesótano; allí se hallaba en ese momento, en un espacio amplio dividido en dos donde se encontraban contadores de la electricidad y un viejo lavadero. Había que cruzarlo para llegar al camino que llevaba hasta abajo. Nunca había llegado hasta el fondo”. Pág. 108 .-
BIOGRAFÍA Inka Parei nació en 1967 en Frankfurt, Alemania. Estudió Filología germánica, Sociología, Ciencias Políticas y Sinología. Desde hace unos años vive y trabaja como escritora en Berlín. Esta ciudad es también el escenario de su primera novela, Die Schattenboxerin (‘La luchadora de sombras’), que tras su publicación conquistó inmediatamente el primer lugar en las listas de best-sellers alemanas y que en el año 2000 fue galardonada con el Premio Hans Erich Nossack.La siguiente obra de Inka Parei fue Was Dunkelheit war ('El principio de la oscuridad', 2005). La obra fue galardonada con el Premio Ingeborg Bachmann y el Premio Kelag, otorgado por el público, durante las Jornadas de la Literatura en Lengua Alemana de Klagenfurt.
UN CHINO EN BICICLETA3/01/2008 01:17 PM
UN CHINO EN BICICLETA3/01/2008 01:17 PM

comentario Dr. Oswaldo Paz y Miño J
Un chino en bicicleta Argentinísima es la frase: “Yo la escribo y yo la vendo”. Como anillo al dedo esta expresión popular le viene al autor Ariel Magnus y a su peculiar y estupenda novela: ‘Un chino en bicicleta’, ganadora del Premio de tal género ‘La otra orilla 2007’, que concede Editorial Norma, la casa editorial que la publica en 281 páginas.La historia de Ramiro Palestra, secuestrado por un ‘chinoexpiatorio’, que puede ser cualquier inmigrante en el mundo, quien lo ha retenido a viva fuerza para evitar se consuma sobre él una injusticia de esas que se cometen todos los días en contra de los refugiados, de los sin techo, de los sin idioma, de los ilegales, de los jubilados, de los huérfanos, de los presos, de los pobres de todas las pintas, de todos los colores, de todas las razas, de todos los credos, en contra de todos los pateados por cualquier causa por el destino, que tienen que enfrentarse día tras día a una sociedad indiferente, egoísta, innoble, hedonista y pacata.
La novela de marras tiene antecedentes reales y la víctima, nombre y apellido. Lugar: Argentina, ya no la de las dictaduras criminales, no, la del año 2006, en plena democracia. Lo que es irrelevante, puro cuento. Si violar las normas constitucionales, si pisotear las leyes y romperle los derechos humanos a cualquier opositor, “está permitido” a los que lograron más votos. ¿Cuál es la sorpresa?... El chino en bicicleta puede ser cualquier humano que no pertenezca al partido o al grupo del gobierno dominante. ¿No os suena familiar…?Li Qin Song, habitante del barrio chino de Buenos Aires, fue acusado de pirómano y sentenciado por ‘dizque’ quemar varias tiendas de muebles en el año 2006. El escritor, Ariel Magnus, hastiado como estaba de la indiferencia ciudadana rompe fuegos y suelta prenda para satírico, irónico, humorístico, sardónico, brutal, implacable, certero, hiriente y rotundo, redactar para el mundo una denuncia en nombre de esos millones de seres que se mantienen secuestrados en los países a los que huyeron en búsqueda de mejores días. ‘Un chino en bicicleta’ es la palabra de aquellos que están entre la espada y la pared. Los que salieron de una celda de pueblo que era su patria, para entrar en un campo de concentración, en lo que se convierte muchas veces el país primer mundista que los “acoge”.La novela va a cambiar vuestros ánimos más de una vez. Varios tramos de la obra literalmente os harán enfadar y maldecir, tanto como otros os provocarán a reír, a mandíbula batiente, con todo el desparpajo posible. Sobre todo, cuando el letrado se envuelve en temas de fútbol. Hay tantas y buenas fintas.Cada uno encontrará de propia mano identidades y alarmas de conciencia en este tomo que se ha de leer con confianza. He pasado por la experiencia. Una novela repleta de espejos chinos, por ello buenos, cargados de historia y sabiduría. Confucio dijo: “Que vuestros pensamientos no sean perversos”.
Un chino en bicicleta Argentinísima es la frase: “Yo la escribo y yo la vendo”. Como anillo al dedo esta expresión popular le viene al autor Ariel Magnus y a su peculiar y estupenda novela: ‘Un chino en bicicleta’, ganadora del Premio de tal género ‘La otra orilla 2007’, que concede Editorial Norma, la casa editorial que la publica en 281 páginas.La historia de Ramiro Palestra, secuestrado por un ‘chinoexpiatorio’, que puede ser cualquier inmigrante en el mundo, quien lo ha retenido a viva fuerza para evitar se consuma sobre él una injusticia de esas que se cometen todos los días en contra de los refugiados, de los sin techo, de los sin idioma, de los ilegales, de los jubilados, de los huérfanos, de los presos, de los pobres de todas las pintas, de todos los colores, de todas las razas, de todos los credos, en contra de todos los pateados por cualquier causa por el destino, que tienen que enfrentarse día tras día a una sociedad indiferente, egoísta, innoble, hedonista y pacata.
La novela de marras tiene antecedentes reales y la víctima, nombre y apellido. Lugar: Argentina, ya no la de las dictaduras criminales, no, la del año 2006, en plena democracia. Lo que es irrelevante, puro cuento. Si violar las normas constitucionales, si pisotear las leyes y romperle los derechos humanos a cualquier opositor, “está permitido” a los que lograron más votos. ¿Cuál es la sorpresa?... El chino en bicicleta puede ser cualquier humano que no pertenezca al partido o al grupo del gobierno dominante. ¿No os suena familiar…?Li Qin Song, habitante del barrio chino de Buenos Aires, fue acusado de pirómano y sentenciado por ‘dizque’ quemar varias tiendas de muebles en el año 2006. El escritor, Ariel Magnus, hastiado como estaba de la indiferencia ciudadana rompe fuegos y suelta prenda para satírico, irónico, humorístico, sardónico, brutal, implacable, certero, hiriente y rotundo, redactar para el mundo una denuncia en nombre de esos millones de seres que se mantienen secuestrados en los países a los que huyeron en búsqueda de mejores días. ‘Un chino en bicicleta’ es la palabra de aquellos que están entre la espada y la pared. Los que salieron de una celda de pueblo que era su patria, para entrar en un campo de concentración, en lo que se convierte muchas veces el país primer mundista que los “acoge”.La novela va a cambiar vuestros ánimos más de una vez. Varios tramos de la obra literalmente os harán enfadar y maldecir, tanto como otros os provocarán a reír, a mandíbula batiente, con todo el desparpajo posible. Sobre todo, cuando el letrado se envuelve en temas de fútbol. Hay tantas y buenas fintas.Cada uno encontrará de propia mano identidades y alarmas de conciencia en este tomo que se ha de leer con confianza. He pasado por la experiencia. Una novela repleta de espejos chinos, por ello buenos, cargados de historia y sabiduría. Confucio dijo: “Que vuestros pensamientos no sean perversos”.
Y hoy va a salir?-Eso no lo puedo saber, pero yo por las dudas vengo a todos los partidos. Como sé que sale y la rompe, quiero ayudarlo después con las declaraciones para los medios, pasa que el castellano él mucho no lo domina.- Bueno, los jugadores argentinos por lo general tampoco.- ¿Eh?- Nada, una boludez. (Pág. 107)
BIOGRAFÍA Ariel Magnus nació en 1975 en Buenos Aires. Entre 1999 y 2005 vivió en Alemania, primero en la ciudad de Heidelberg y luego en Berlín. Allí estudió literatura española y filosofía becado por la Friedrich Ebert Stiftung, al tiempo que trabajaba para la cátedra de Literatura Hispánica de la Universidad Humboldt de Berlín. Escribió para diversos medios de la Argentina y Latinoamérica, entre ellos la revista Soho y Gatopardo, el suplemento Radar de Página/12. Colabora regularmente con el suplemento El Ángel de La Reforma (México) y de forma esporádica con el diario Taz de Alemania. En 2005 publicó ‘Sandra’ (novela), en 2006 ‘La abuela’ (crónica) y en 2007 ‘Un chino en bicicleta’ (novela), ganadora del III Concurso hispanoamericano de novela ‘La otra orilla’.