ARTES / CULTURA
Rompiendo esquemas / Biblioteca
24 de Enero de 2010
24 Rompiendo esquemas / Biblioteca
Rompiendo esquemas / Biblioteca
24 de Enero de 2010
24 Rompiendo esquemas / Biblioteca
RESEÑA ENSAYÍSTICA
OSWALDO PAZ Y MIÑO J.
Escribo esta reseña el lunes 18 de enero, a las 14:50 horas, comprobando que quedó en otra gran falsedad aquella declaración oficial de que, al menos, hasta el día miércoles 20 se suspenderían los abusivos cortes de energía eléctrica.
La realidad concreta es que siendo las 12:30 minutos más o menos, a plena luz del día, nos quedamos a oscuras otra vez. Una nueva agresión a los ciudadanos se acababa de consumar y cualquier pretexto inaceptable sólo confirma nuestra precaria situación.
Y pacientes, tanto que hasta aburre, hemos recibido el impacto. Se ha escurrido el trabajo de muchas jornadas, irrecuperable en su mayoría, por los aires, borrándose todo en la nada, ante la herida de muerte que ha sufrido el no muy antiguo ordenador. ¿Hasta cuándo nos tratan de esta manera? ¿Es justo y digno soportar tanto atropello?
La isla de los perros, no, no seáis mal pensados, que no sugiero para nada que pareciera que en ella viviéramos por el trato que nos dan los que mandan.
No, no va por allí el tema. Me he referido al título que es tan fuerte, cual duro es el contenido del libro que os presento. Una novela para adultos sellada por Anagrama y prensada en 236 páginas de erotismo contemporáneo, que es decir literatura escogida para leyentes sibaritas, no pacatos.
La sociedad inglesa al desnudo, nunca mejor dicho. Ella ha calificado a la narrativa que exponemos como la mejor del 2009. El sexo, cuando se convierte en práctica tediosa, rutinaria, actúa cual un preso atrapado entre los muros de una prisión, desde el cuerpo busca saltar las barreras hacia la libertad y muchas veces el precio a pagar por ella es muy alto.
La audacia está en la libido. En el juego del deseo, común a todos los seres humanos, las variantes son preferencias infinitas que suben o bajan por particulares niveles, por distintas rutas, unas más escabrosas que otras, a determinados ritmos y cadencias húmedas. La de la novela va por follar en espacios abiertos.
Mirar y mostrar placeres que se potencian con el riesgo. Citas furtivas, que no son tales, que son robos consentidos de la intimidad. Lo que deba exhibirse y captarse cuenta con el explícito disimulo.
En todos los niveles del colectivo social muchos son los hombres y mujeres que se identifican por las rutinas que asfixian su sexualidad. En estas desesperaciones una ventana descubren y por ella huyen.
En La isla de los perros algunos y algunas de los que estaban atrapados y sin salida crean un círculo vicioso urbano en el que pronto se inventan y se aprenden códigos propios, que dan rienda suelta a su riesgosa forma de concederse placer. Rompen esquemas sin pudor, con cautela, tienen mayor control de sus vidas y desde el desafuero de sus orgasmos viven una existencia que sí es tal.
El cuerpo es un libro que puede leerse en público o en privado. Ningún humano es igual a otro. Las caligrafías de la piel nos diferencian. Hay que atreverse.
cpaz@andinanet.net
Biografía
Daniel Davies
° Nació en Sutton-Coldfield, cerca de Birmingham, Inglaterra, en 1973; hijo de padre galés y madre germano-polaca. Estudió Filología inglesa en Cambridge. Ha trabajado como conservador en el British Museum y como subeditor en ‘The Evening Standard’ y en la revista de medicina ‘The Lancet’. Ha vivido tres años en el extranjero, dando clases de inglés en Barcelona, Praga y San Sebastián.
OSWALDO PAZ Y MIÑO J.
Escribo esta reseña el lunes 18 de enero, a las 14:50 horas, comprobando que quedó en otra gran falsedad aquella declaración oficial de que, al menos, hasta el día miércoles 20 se suspenderían los abusivos cortes de energía eléctrica.
La realidad concreta es que siendo las 12:30 minutos más o menos, a plena luz del día, nos quedamos a oscuras otra vez. Una nueva agresión a los ciudadanos se acababa de consumar y cualquier pretexto inaceptable sólo confirma nuestra precaria situación.
Y pacientes, tanto que hasta aburre, hemos recibido el impacto. Se ha escurrido el trabajo de muchas jornadas, irrecuperable en su mayoría, por los aires, borrándose todo en la nada, ante la herida de muerte que ha sufrido el no muy antiguo ordenador. ¿Hasta cuándo nos tratan de esta manera? ¿Es justo y digno soportar tanto atropello?
La isla de los perros, no, no seáis mal pensados, que no sugiero para nada que pareciera que en ella viviéramos por el trato que nos dan los que mandan.
No, no va por allí el tema. Me he referido al título que es tan fuerte, cual duro es el contenido del libro que os presento. Una novela para adultos sellada por Anagrama y prensada en 236 páginas de erotismo contemporáneo, que es decir literatura escogida para leyentes sibaritas, no pacatos.
La sociedad inglesa al desnudo, nunca mejor dicho. Ella ha calificado a la narrativa que exponemos como la mejor del 2009. El sexo, cuando se convierte en práctica tediosa, rutinaria, actúa cual un preso atrapado entre los muros de una prisión, desde el cuerpo busca saltar las barreras hacia la libertad y muchas veces el precio a pagar por ella es muy alto.
La audacia está en la libido. En el juego del deseo, común a todos los seres humanos, las variantes son preferencias infinitas que suben o bajan por particulares niveles, por distintas rutas, unas más escabrosas que otras, a determinados ritmos y cadencias húmedas. La de la novela va por follar en espacios abiertos.
Mirar y mostrar placeres que se potencian con el riesgo. Citas furtivas, que no son tales, que son robos consentidos de la intimidad. Lo que deba exhibirse y captarse cuenta con el explícito disimulo.
En todos los niveles del colectivo social muchos son los hombres y mujeres que se identifican por las rutinas que asfixian su sexualidad. En estas desesperaciones una ventana descubren y por ella huyen.
En La isla de los perros algunos y algunas de los que estaban atrapados y sin salida crean un círculo vicioso urbano en el que pronto se inventan y se aprenden códigos propios, que dan rienda suelta a su riesgosa forma de concederse placer. Rompen esquemas sin pudor, con cautela, tienen mayor control de sus vidas y desde el desafuero de sus orgasmos viven una existencia que sí es tal.
El cuerpo es un libro que puede leerse en público o en privado. Ningún humano es igual a otro. Las caligrafías de la piel nos diferencian. Hay que atreverse.
cpaz@andinanet.net
Biografía
Daniel Davies
° Nació en Sutton-Coldfield, cerca de Birmingham, Inglaterra, en 1973; hijo de padre galés y madre germano-polaca. Estudió Filología inglesa en Cambridge. Ha trabajado como conservador en el British Museum y como subeditor en ‘The Evening Standard’ y en la revista de medicina ‘The Lancet’. Ha vivido tres años en el extranjero, dando clases de inglés en Barcelona, Praga y San Sebastián.